Un buen
estafador elude su protagonismo para que, si se descubre, no le imputen. En la
estafa individual es fácil identificar al estafador. La estafa institucional a
escala nacional que implique al gobierno
tiene garantía de impunidad. Está demostrada la estafa en los “chiringuitos
financieros” en que el gobierno convirtió a las Cajas de Ahorro. Algunas tenían
una historia y un origen inmaculado, como la Caja de Ahorros y Monte de Piedad
de Madrid creada por el P. Piquer para ayudar al trabajador abandonado por el
gobierno a la explotación por patronos y prestamistas.
La primera
estafa ¿legal? fue transformar las Cajas en “chiringuitos” y el desembarque
digital ¿legal? de los amiguetes del
Jefe. Se especula si fue una maniobra hecha a medias con los bancos para acabar
con la competencia “desleal” de las Cajas. La “deslealtad” de las cajas nacía
de la falta de avaricia: no repartían beneficios, como los bancos, las
condiciones de préstamos no eran abusivas, como los bancos, y realizaban una
obra social, no así los bancos.
Los bancos “ofrecieron”
a los partidos políticos y sindicatos el control de las Cajas, caramelo que
chuparon con fruición siguiendo el principio ético de ese político del PP que
dijo - él lo niega, ¡claro!: “me he metido en política para forrarme”, sucedáneo
de “para robar”.
Tras el cambio
la ley: la primera estafa “legal”. Los miembros de sindicatos, falsos “garantes” de los
trabajadores, de partidos políticos y jefes de asociaciones empresariales que
presumían - con el apoyo ético de sus colegas - de no pagar a la Seguridad
Social “y a mucha honra” cobraban como consejeros por comer y callar. Como los
tres monos no veían, no oían y no contaban lo que el amigo del Presidente hacía:
préstamos sin interés y sin avales.
La segunda
estafa la ejecutaron los empleados siguiendo “órdenes de arriba” perseguían, sobre
todo a los clientes que cumplían dos requisitos: edad elevada o jubilados, y
mínima o nula instrucción. La estafa fue un abuso de confianza. Prometían
“velar por sus intereses” ofreciendo “instrumentos financieros”, sin riesgo y con
más interés. La estafa funcionó: el ignorante se fía de quien le parece
honrado. El estafador parece honrado.
La tercera
estafa del gobierno es triple. No persigue de oficio a los estafadores, sino 1º
financia a los bancos quebrados con los recursos de los ciudadanos estafados; 2º
como ni así llega el dinero para devolverlo “legaliza” la conversión de la
deuda en acciones que no cotizan en bolsa y, 3º hacer creer a los estafados que
pueden recuperar ese dinero el valor de las acciones dentro de unos años. En
pocos días se desmorona Bankia, lo que consuma la estafa.
La cuarta
estafa apuntala las anteriores inventando el
arbitraje. Las cajas estafadoras envían folios ininteligibles que hacen
creer al ciudadano estafado que recibirá el 100 % de su dinero si acepta el
arbitraje. Dicen otra cosa: que si aceptan el arbitraje aceptan recibir ¡a los
sumo!, el 100 % del capital estafado ya toda acción legal sobre este mismo
asunto. Eso garantiza al estafador pagar menos y librarse de toda
resp0onsabifliad penal ¡que es mucha!
La quinta estafa
es que si el árbitro decida devolver menos eso es inapelable. Pero esto es algo
que el ya tetra-estafado tampoco se lo explican bien cuando acepta el
arbitraje. Dice el art. 28CP: “Son
autores [de la estafa] quienes
realizan el hecho por sí solos, conjuntamente o por medio de otro del que se
sirven como instrumento. También serán considerados autores: a) Los que inducen directamente a otro
u otros a ejecutarlo. b) Los
que cooperan a su ejecución con un acto [las leyes] sin el cual no se habría
efectuado”.
El art. 29CP dice: “Son
cómplices los que, no hallándose comprendidos en el artículo anterior, cooperan
a la ejecución del hecho con actos anteriores o simultáneos”.
Vd. elige,
ciudadano lector: ¿cree que tenemos un gobierno de estafadores, uno de
cómplices o uno de “pobres víctimas”? ¿Qué opina de la supervisión del Director
del Banco de España - al que nombra el Gobierno - que obligado a controlar que
esto no sucediera, hizo caso omiso de los informes de los técnicos del banco
que le dijeron lo que estaba pasando?
“La
soberanía reside en el pueblo del que emanan todos los poderes del Estado”
(art.1.2CE78): ¡de su opinión soberana sobre el comportamiento del gobierno!
0 comentarios:
Publicar un comentario