1.2.- ¿Son conservadores los jueces?
Forzado por
las reflexiones anteriores, habría que analizar dos aspectos:
1.- ¿es mejor que los procesados se hallen vinculados a un
partido político idéntico a la manifiesta
filiación ideológica del juez que los
enjuicia para comprender lo que seguirá si
el juez considera que no son culpable?
2.- ¿es insólito o habitual que
los justiciables estén vinculados a un
partido político contrario a la
manifiesta filiación ideológica del juez,
para comprender lo que seguirá?, como
dice el autor del artículo, ¿o es algo que es inane por ser común?
Los
ciudadanos de los países suelen estar divididos por mitades inexactas, digamos
40 / 60. Ese 20 % de diferencia es el que produce la alternancia en las
elecciones políticas. No obstante, es un hecho sociológico que la mayoría de
los jueces de todos los países son conservadores. Parece lógico; acceder a ese
puesto, sobre todo en España, exige una prolongada preparación, del orden de 4
o más años. Eso exige una situación social y económica relativamente desahogada
para atender el coste que ello significa y el lucro cesante de no tener un trabajo
remunerado durante ese tiempo. Y es un hecho cierto, de valor estadísticamente,
que las personas con situación económica desahogada suelen ser más
conservadores que quienes proceden de situaciones sociales y económicas menos
desahogadas
Concluir de
ello que los orígenes familiares de los jueces suelen ser familias acomodados
parece lógico. Estadísticamente hablando, las familias con mejor situación económica
tienen más que conservar que las que tienen poco que conservar, si es que
tienen algo. Deducir de ello un sesgo conservador en los hijos de esas familias
no parece aventurado. Eso pensaban los hijos de un amigo mío, cuando le
preguntaron a su padre “cómo es posible, papá, que siendo como son todos tus
hermanos tan conservadores hayas salido tu progresista?
Así pues,
la mayoría de los acusados progresistas tienen más probabilidad de tener un planteamiento ideológico adverso a
la manifiesta filiación ideológica que
le atribuye al juez, que si fuera acusados conservadores. Pese a ello yo no
me atrevería a decir ni que es
lamentable; ni que es importante y
necesario indicarlo para comprender lo que seguirá a la hora de dict6ar
sentencia.
Porque aunque
la ideología de los jueces fuera parigual, 50 %, a la de los justiciables, 50
%, la aritmética exige que la mitad de las veces los jueces enjuicien a
ciudadanos de su misma ideología y que la otra mitad de las veces enjuiciarán a
ciudadanos de la ideología opuesta ¡sea cual sea! ¿Y qué? La inmensa mayoría de
los jueces tienen una manifiesta filiación
ideológica de respeto a la ley de la que carecen la mayoría de los
imputados, a algunos de los cuales condenan y a otros no.
Lo que le
ocurrió al juez Garzón fue lo mismo que le ocurrió, aproximadamente, la mitad de las veces a lo largo de su vida
¡como a todos los demás jueces! Por ello consideramos que quizá sea importante y necesario indicar la afirmación que estamos
comentando para comprender lo que
seguirá, reproche que más que adjudicable a jueces y magistrados, se lo merece
el autor del artículo que comentamos.
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