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14 ago 2013

Derecho a decidir: (25) Derrotas pírricas, triunfos olímpicos

Recuerdo la mala voluntad del Sr. Rajoy porque el Presidente del Gobierno no declaró derrotado el Plan Ibarretxe sino, sólo rechazado su plan. Con patriotero nacionalismo dijo:”Mi discurso sirve para siempre, porque yo creo en España y pienso en España como la inmensa mayoría de los españoles”. Copió así el discurso nacionalista del Sr.  Ibarretxe: “Mi discurso sirve para siempre, porque yo creo en Euskalherría y pienso en Euskalherría como la inmensa mayoría de los vascos y de las vascas”. ¡Dios mío!, ¡estos nacionalistas, qué aburridos son! En su reciente alegato sobre el caso Bárcenas el Sr. Rajoy también ha copiado el de Mr. Nixon. Parece que lo propio del Sr Rajoy, incapaz de crear nada propio, es copiar discursos ajenos.
La actitud del Sr. Rajoy le dio al Sr. Ibarretxe un triunfo. No aceptaron su Plan y adelantó las elecciones. Hoy el Sr. Más vio que no podía acabar su mandato, apenas empezado, y convocó nuevas elecciones para lograr un respaldo que no tenía. ¿Perdió ganando o ganó perdiendo?
La situación del Sr. Más es más débil que la del Sr. Ibarretxe en 1968.
Primero: pretende exigir que él, representando a una mínima parte de ciudadanos catalanes, tenga derecho a obligar a los demás a hacer lo que él quiere.
Segundo: repite, cada vez menos,  lo del “ámbito catalán de decisión”, pero subrepticiamente quiere cambiar las normas fuera del ámbito catalán de decisión.
Tercero: amenaza con un referéndum, del que ya no habla, pudiendo organizar una consulta legal no referendataria dentro de la ley sin necesidad de montar una bronca.
Cuarto: claro que al tener menos diputados en el Parlamento en las segundas elecciones tiene la salida de “no puedo hacer más porque me habéis apoyado menos”.
Quinto: ¿vendrá al Parlamento español o ni siquiera tendrá el arrojo del Sr. Ibarretxe?
Sexto: ¿reivindicará “privilegios históricos medievales” y “diferenciales pre-democráticos” o reivindicará el fin de esta pseudo-democracia, exigiendo unas cortes constituyentes que redacten una constitución donde sea verdad lo que dice el art. 1.2,CE78: “la soberanía reside en el pueblo de donde emanan todos los poderes del estado INCLUIDO EL JEFE DEL ESTADO QUE SSERÁ ELEGIDO DIRECTAMENTE POR LOS CIUDADANOS”.
Séptimo: El Sr. Más se parece demasiado al Sr. Rajoy (incluso en la atribución de las responsabilidades por la corrupción); rehuye toda discusión, algo característico de quien sabe que no tiene razón. El Sr. Ibarretxe sí creía que tenía razón (en mi opinión no la tenía) y por eso defendió sus razones ante un parlamento pseudo-democrático, basado en una constitución que es un cúmulo de privilegios extemporáneos medievales heredados unos de una dictadura, reinventados otros, queriendo inventar más; algo impresentable.
                Pero la posición del Sr. Más podría ser más fuerte.
Podría venir al mismo Parlamento pseudo-democrático de la Nación, española, por supuesto, con el respaldo de su Parlamento pseudo-democrático de la Nación, catalana, por supuesto, y pedirle al primero  que se hicieran el hara-kiri para, en su consecuencia, tener que hacérselo todos los demás:
PRIMERO: Tiene a su favor el precedente del anterior hara-kiri que se hizo a petición de Suárez y una gran ventaja: en vez de tener enfrente un búnker respaldado por un ejército golpista tendría detrás a todos los españoles ansiosos de recuperar la democracia y de cortar, ¡al fin!, con los restos vergonzantes del franquismo.
SEGUNDO: Tiene a su favor el recuerdo que dejó el primer presidente de la I Republica Democrática que hubo en España, un catalán de grata memoria Pi y Margall, aunque naturalmente acabara con ella otro golpe de Estado de otro Generalote, Martínez Campos, para poner a otro Borbón después de que el pueblo los había puesto en la calle.              
¿Tendrá el Sr. Mas el necesario sentido democrático, el sentido político y el sentido de la oportunidad de defender la “igualdad de derechos en toda España” y exigir un cambio constitucional para establecer una “república democrática” acabando con el bodrio actual?
Tendría detrás a todos los españoles demócratas ¡somos mayoría!. Pero me temo que el Sr. Más no está a la altura del Sr. Pi y Margall. Al Sr. Más la democracia y la república le traen sin cuidado; a él lo que le gusta son los privilegios. "Pobre españa, sin ventura / Todos te deben llorar  / Despoblada de alegría  /Para nunca en ti tornar" decía el Cancionero de Palacio.
Han pasado más de cinco siglos y seguimos igual.

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