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17 ago 2013

El Sr. Bárcenas ayuda a recuperar la democracia

            Algunas personas, como el Sr. Sanchís, ex - tesorero del PP, hablando en una cadena de televisión sobre el caso Bárcenas, ha dicho, medio muerto de risa, que el Sr. Bárcenas no es que esté haciendo daño al partido sino que está haciendo daño a al democracia.

                Mi desacuerdo con esta afirmación no puede ser mayor. Es verdad q1ue está haciendo daño al Partido Popular - en realidad lo está poniendo en su sitio- peor a quien está haciendo más daño es al  montaje pseudo - democrático en el que vivimos y que permite que ocurran cosas como éstas, el Caso Bárcenas, el Caso Gürtel, el Caso Pala-Arena, El caso Matas, el caso Urdangarín, el Caso Palau, los viejos casos de Filesa, Naseiro y Lapuerta, etc. etc.
                Por supuesto, por el hecho de que se proclame una República Democrática los ciudadanos indecentes no se convierten en decentes - dentro de España estamos los que estamos con independencia de que el régimen político existente sea una dictadura militar parlamentaria o una dictadura regia parlamentaria - pero no es lo mismo un sistema político democrático - donde la soberanía reside en el pueblo de donde emanan todos los podres del Estado ¡incluido el Jefe del Estado!, que es lo propio de un sistema democrático - que un sistema político -- donde la soberanía reside en el pueblo de donde emanan todos los podres del Estado ¡excepto el Jefe del Estado!, que ha sido nombrado por un dictador, que es lo propio de un sistema anti - democrático.
                En una democracia la educación ciudadana tiene como objetivo principal que los ciudadanos, desde su infancia, se reconozcan como sujetos de derecho y, consecuentemente, como sujetos de obligaciones.
Naturalmente el tipo de ciudadanos que se conseguirá así será el contrario al de aquellos que reciben una educación contraria; la que existe en los regímenes no democráticos, donde los ciudadanos son sujetos de obligaciones a los que “el poder dictatorial” - que por supuesto no emana de los ciudadanos - reconoce algunos derechos.
La diferencia es clara: si tú no eliges al Jefe del Estado él está sobre ti y tú eres su súbdito porque la Constitución, aunque el Jefe del Estado no tenga poder, está hecha para que el Jefe del Estado esté por encima de la voluntad popular, lo cual no es democrático.
Dentro de este contexto falto de ética política - incluido el descaro de afirmar en el art. 1.2,CE78 “la soberanía reside en el pueblo del que emanan todos los poderes del Estado”, cuando no es cierto porque el Título Ii de la Corona afirma lo contrario - es lógico que otros ciudadanos tampoco democráticos, se pregunten - y no les falta razón:  ¿por qué unos pueden violar los principios democráticos y los demás no?; ¿por qué si unos roban no pueden robar otros? ¿porqué si unos desprecian la soberanía del pueblo hay que respetar a quien carece de ella? ¿qué poder legal existe cuando no existe democracia? ¿Quién merece ser respetado? Evidentemente sólo los ciudadanos que constituyen el pueblo,  donde reside la soberanía de la que emanan todos los poderes del Estado (art.1.2,CE78) INCLUIDO EL NOMBRAMIENTO DEL JEFE DEL ESTADO.
Por eso, la respuesta es contraria a la que ellos, nacidos al abrigo de un estado no ilegítimo y democrático, se dan. No se trata de que tengan derecho a atropellar los principios democráticos, sino de que NADIE pueda atropellar ningún principio democrático; es decir, que NADIE pueda ser Jefe del Estado si no ha sido elegido por los ciudadanos de modo libre.
El Sr. Bárcenas, aunque ése no haya sido su objetivo, está ayudando a recuperar la democracia que nos sigue hurtando este sistema político en el que florece la corrupción, heredado de una dictadura, cuyo Jefe del Estado y sus descendientes - que esperemos que NUNCA lleguen a tomar posesión - han sido impuestos por un dictador, golpista, y genocida que acabó con la última democracia que hubo en España.
Ninguna persona decente y democrática puede ostentar el poder político si no le ha sido concedido por el pueblo, donde reside la soberanía de la que emanan todos los poderes del Estado (art.1.2,CE78) INCLUIDO EL NOMBRAMIENTO DEL JEFE DEL ESTADO.
Cualquier otro nombramiento es indecentemente ilegal, por no democrático.

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