Un lector ha comentado que el dinero
y los intereses compuestos de lo pagado por los trabajadores asalariados no
llega para atender los pagos de jubilación. Según sus cálculos no llegan ni a
la mitad. Veamos los míos que, mutatis mutandis, son los mismos que los de todos.
Podía haberme jubilado a los 65
años, llevaba cotizando a la Seguridad Social casi 40 años, pero decidí seguir
trabajando cinco años más. Durante 5 años más, la Seguridad Social no me pagó
mi jubilación - si hubiera sido un seguro de vida hubiera tenido que pagarlo.
Hagamos algunos cálculos en números redondos suponiendo una jubilación de 2.000
€/mes, que significa que estuve “ingresando” a la Seguridad Social 2.000 € 14(pagas)*5
(años)*2.000 (€) =140.000 (€). Ése era el dinero que tendría que haberme pagad esos
5 años ¡con cargo al capital e intereses acumulados a cuenta de mis pagos mensuales
durante toda mi vida laboral!,
Supuesto un 3 % de interés anual ese
dinero le produjo a la Seguridad Social 151.090 €. Por tanto, ¡en sólo cinco
años!, las Seguridad
Social se embolsó 151.090 €. Eso significa que si me muero antes de los 76, la
Seguridad Social hace conmigo ¡a cuenta de sólo 5 años no un negocio ¡esférico!
Y si alguien dice que me
incrementa mi jubilación en un 3 %, es decir en 60 € mensuales, eso significa
que si vivo 5 el mayor pago será de 60 €*14 pagas* 5años = 4.200 €, menos del 3 % de todo lo que ha ahorrado conmigo ¡en sólo 5 años!
A todo este capital, el no ha
pagado hay que sumarle todos los intereses del capital pagado por
mí durante los casi 40 años de mi vida laboral con su beneficio del 3 %.
También hay que añadirle a esa “bolsa
social” el capital e intereses de todos los compañeros que murieron antes de
cumplir los 70 años ¡son millones!, que son un ingreso neto para el
colectivo de jubilados. Aunque le descuenten los gastos de administración, son mínimos; y si son máximos ¿qué culpa tengo yo de que sean malos
gestores?
Hasta ahora esto es sólo en términos de rabioso
capitalismo. El art. 1.1,CE78 dice, aunque sea mentira es un compromiso: “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores
superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y
el pluralismo político”. Un estado social no es una compañía de seguros. La
riqueza que crea el trabajo no se nos pagó en los salarios. El art.
38,CE78 dice: “Se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de
mercado. Los poderes públicos garantizan y protegen su ejercicio y la defensa
de la productividad, de acuerdo con las exigencias de la economía general y, en
su caso, de la planificación” y el capital nos considera como frutas y verduras
perecederas y nos rebaja el salario.
Un Estado social exige un
mecanismo de compensación de la licencia para el abuso, que está en el art.31,CE78: “1. Todos contribuirán al sostenimiento de los
gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema
tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que,
en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio”.
También sabemos que es mentira- no sólo por
las actuaciones de Bárcenas, Fabra, Camps y demás “hermanos mártires en la
corrupción” - sino porque el Gobierno fomenta la “ilegal” evasión fiscal, con amnistías
disfrazadas que no engañan a nadie y el impago “legal” de los impuestos a través
de las SICAV, con lo que dicha progresividad no es que sea un desiderátum sino
que es una premeditada falsedad porque los más ricos pagan menos que los más
pobres.
Añadamos a eso los “pufos” a
la Seguridad Social de las empresas - un Vicepresidente de la
CEOE dijo: “yo no pago a la Seguridad Social ¡y a mucha honra!, como todos (los
hijos de puta, claro)” y ahí sigue representando “con digna propiedad” a sus
congéneres. La Fiscalía no reclama nada ¿no es ese mi dinero?; tampoco los impagos de los clubes de fútbol en sus perpetuas
huídas hacia adelante.
El art. 35,CE78:
“1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al
trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del
trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las
de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de
sexo” y esto es ya puro escarnio: hablar del “derecho
a … una remuneración suficiente” cuando hay colegios con comedores de Auxilio
Social - como los de Franco - para que los niños coman ¡al menos una vez al
día!, tras lo cual vino el inmundo escándalo farisaico de la derecha: ¡malversación
de los fondos públicos!, dijo. Malversación son los fondos que ellos hurtan todo
lo que pueden ¡dentro o fuera de la ley!, que en eso no ejercen
ninguna discriminación.
¿Qué no llega el dinero de la
Seguridad Social para pagar los compromisos adquiridos? Que lo saquen de donde
estás; de donde no debería estar; de donde no debían haber permitido
que se escondiera.
Que hagan lo que quieran pero que no me vengan con el cuento de que mi pensión me la paga nadie. Que me devuelvan mi dinero, el que pagué capitalizando! ¡y que no me toquen las pensiones!
Que hagan lo que quieran pero que no me vengan con el cuento de que mi pensión me la paga nadie. Que me devuelvan mi dinero, el que pagué capitalizando! ¡y que no me toquen las pensiones!
Estas son mis cuentas.
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