Un problema mal planteado no
tiene solución. Por eso podremos estar las mil y una noches contándonos cuentos
acerca de los derechos al ámbito ámbito vasco, catalán, murciano o extremeño de
decisión y no habernos hecho otra cosa que dar vueltas a la noria pero sin
sacar ni una gota de agua.
Contrariamente a lo que
promueven algunos Presidentes inflamados de espíritu fascista, no hay derechos de
los pueblos. Los demócratas reivindicamos los derechos del ciudadano; los
fascistas pretenden explotar al ciudadano reivindicando los derechos de los “pueblo”.
Otra cosa es que, en lo práctico, ese derecho individual se ejerza de modo colectivo
por unidades municipales, provinciales, regionales, autonómicas, nacionales,
estatales o supraestatales. Pero la esencia debe quedar clara. Si no, los tramposos
eternos, con sus falsas llamadas de solidaridad acabarán llevando el agua a su molino, abusando de la confianza
de la gente honrada - la cual suele ser poco dada a la reflexión y al
análisis: el molino donde los “listos” SIEMPRE se
aprovechan de los “ingenuos”.
¿Recuerdan al "listo" del curso que hacía una gamberrada que a Vd. le desagradaba y "exigía" la “solidaridad de
la clase” para evitar el castigo? Ahora hacen lo mismo al descubrirse sus corrupciones. Con esa "estafa de la solidaridad" destrozan
lo mejor que tenemos: nuestra buena voluntad hacia nuestro vecino. Lo
denunció Baroja, por eso es un escritor maldito para los “nacionalistas”, acusando a la agresividad vizcaitarra, en la terminología
de su época, de arruinar la tradicional bonhomía del vasco. Los nacionalistas
catalanes intentan convertir el tradicional "seny" catalán en lamentadores profeisonales al estilo de Jeremías. Parece que en Galicia ewse truco funciona menos, pero no deja de tenr sus adeptos nacional-fascistas.
El actual “ámbito
vasco, andaluz, riojano, castellano o catalán de decisión” nace del Estatuto;
este de la Constitución Española, ese engendro pseudo-democrático heredado del
dictador inventor de un reino y un rey, atado y bien atado. De aquellos polvos
vienen estos lodos. ¿Nadie se da cuenta? Dejen los políticos ventajistas
de disimular la realidad. Esta falta de democracia es la que permite
corrupciones impunes.
Lo dijimos al
principio: un problema mal planteado no tiene solución. No cabe desatar lo atado y bien atado por el dictador: las corrupciones nacidas de
tantos intereses en mantener el montaje que las permite: el reino inventado por un
dictador. La solución es la del nudo gordiano: un tajo para recuperar el
ámbito de decisión democrático. Un tajo que haga realidad lo que dice -
falsamente - el art. 1.2,CE78, que es en el pueblo donde "reside la soberanía de donde
emergen todos los poderes del Estado”, para que el Jefe del Estado también
emerja de la voluntad ciudadana, no del capricho de un genocida y dictador muerto.
El origen del
poder de todos los “Presidentes” es tan ilegítimo por dictatorial y fascista
como el del actual Jefe del Estado heredero del dictador: ¡es el mismo “pack”! Por
eso “ellos” siempre hablan del pueblo, como hacen los fascistas; nunca del
ciudadano, como hacemos los demócratas; como hacen los republicanos franceses herederos
de la democracia nacida en 1789. Nada de totalitarismos soviéticos: “todo el
poder para el soviet”, es decir, “todo el poder para las autonomías. ¡Nada de
eso.
La elección de los Presidentes autonómicos que se benefician de esta estafa es: o
una constitución democrática donde TODO el poder del ESTADO venga del ciudadano,
o seguir en el fraude que tanto les beneficia: aprovechar la constitución creada para “legitimar
lo ilegítimo y no democrático”: el reino de España que inventó el dictador,
¡mientras de ello puedan sacar su personal tajada (las corrupciones impunes)
Todos apoyanesta vía. Incluso con herencias familiares. A base de corrupciones
impunes apuntalan unas con otroas con su argumento preferido: “y tu
más”, que significa: ¡cállatee y sigamos a lo nuestro!.
¿Y el ciudadano?El ciudadano no les interesa a ellos les interesa “el derecho de "su" pueblo”. No son demócratas. La reacción adversa del resto de los españoles no rechaza ese derecho: lo apoya para todos. Queremos una democracia entre iguales con más derechos. Los Presidentes apuntalados por esos partidos fascistas prefeiren menos derechos ciudadanos a cambio de más privielgios, sobres y corrupciones.
¿Y el ciudadano?El ciudadano no les interesa a ellos les interesa “el derecho de "su" pueblo”. No son demócratas. La reacción adversa del resto de los españoles no rechaza ese derecho: lo apoya para todos. Queremos una democracia entre iguales con más derechos. Los Presidentes apuntalados por esos partidos fascistas prefeiren menos derechos ciudadanos a cambio de más privielgios, sobres y corrupciones.
La solución de España es el fin de la Transición a la Democracia, cuando muera Juan Carlos I, ¡para todos los españoles! Necesitamos acabar con estos fascistas autonómicos que pretenden el apuntalamiento de esta
estructura no democrática con tal de que les concedan privilegios: la corrupción
impune.
Los problemas
que “ellos” alegan son los mismos que los nuestros: y tienen el mismo
origen: una constitución no democrática inventada para justificar la
permanencia del heredero del dictador genocida. Y eso sólo se puede resolver en
el “ámbito español de decisión”. Sobran Presidentes y partidos con espíritu de taifas, flotando en la espuma corrupta nada transparente: queremos la transparencia del líqjuido. No importa de que color sea, pero transparente, no una espuma viscosa donde flota "gente a la que no le consta nada".
Los ciudadanos
de este país, sean su nación, el pueblo, lugar o
aldea donde nació, el que sea tenemos la obligación de reflexionar. No se trata de
ocultar los "síntomas", sino de erradicar la enfermedad. La enfermedad está en que no
se cumple el art. 1.2,CE78: “la soberanía reside en el pueblo del que emanan
TODOS los poderes del Estado”. Mientras TODOS no sean TODOS, no habrá solución
a nada.
Y esto hay que resolverlo en el ámbito español de decisión. No queda mucho tiempo para hacerlo
Y esto hay que resolverlo en el ámbito español de decisión. No queda mucho tiempo para hacerlo
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