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14 ago 2013

La policía está al servicio del ciudadano: (1) Introducción

Este manual del ciudadano, incluido el periodista, que cree que vive en una democracia y del funcionario, en particular de las FCSE, sobre todo a sus miembros que no saben que están al servicio del ciudadano, que deben de proteger el ejercicio de sus derechos constitucionales, incluso mientras dure esta etapa post-dictatorial y pre-democrática hasta que, acabada la  Transición,  recuperemos la Democracia robada, sobre todo, a los Diputados y Senadores que con esa CE78 nos siguen hurtando a los ciudadanos la oportunidad de modificar la Constitución para substituirla por una democrática
Este manual busca robustecer un sentimiento que, por ser innato, tiene todo ser humano (mujer o varón); es su esencia: ser un hombre (mujer y varón) libre. Cervantes, por boca de D. Quijote decía:
La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres
Este sentimiento de libertad que, por conseguirla o por impedir que nos la arrebaten, nos lleva a estar dispuestos a arriesgar la vida – el bien máximo de nuestra existencia - lleva anejo el sentimiento democrático de igualdad: rechaza que nadie sea “superior” o “diferente” y que, por ello, es nuestro dueño o tiene dominio sobre nuestra libertad, más allá de un compromiso libremente pactado.
La historia de la humanidad muestra que esta realidad ha sido y sigue siendo atropellada con toda impunidad. También revela cómo se justifica ese atropello con toda clase de irreales explicaciones que aunque ofenden a la razón la aceptan miles de millones de personas. Así consiguen la esclavitud de muchas más, porque ellas también están incluidas entre los esclavos de su propia irracionalidad.
Las reflexiones que siguen debieran incluirse en la asignatura de “Educación para la Ciudadanía”, o, mejor dicho “Educación para la Libertad Democrática” que sólo si existe existen ciudadanos; en su ausencia, sólo hay súbditos. Explicablemente el Partido Popular la ha eliminado del curriculum de la educación obligatoria a todos los españoles y ha sido substituida por el adoctrinamiento en mandatos de extraterrestres.
 Un pueblo sin educación es un más susceptible de ser manipulado por cualquier demagogo. El Partido Popular no ignora esta realidad: la explicación a su comportamiento permite suponer que ésa es la razón que lo motiva: volver a atropellar la libertad amenazándolo en esta tierra con el pecado convertido en delito y en el otro mundo - el que ellos inventan - convertido el delito en pecado.
El demagogo es un ser intrínsecamente inmoral. Se dedica a repetir mentiras desde la situación dominante de poder en que está para convertirlas en verdades. Por eso su primer objetivo es hacerse con todos los medios de comunicación posibles, sean civiles o religiosos. Es la doctrina de Goebbels, aquel Ministro de Propaganda del régimen nazi, condensada en la frase: “no hay mentira que repetida un suficiente número de veces no acabe convirtiéndose en verdad”.
Halagar las bajas pasiones encuentra eco en las personas menos educadas, de ahí  el atropello que para el derecho a la educación de los más necesitados significa eliminar la asignatura de “Educación para la Libertad”. Encender en espíritus pacíficos el ánimo victimista permite convertir en enemigo al que antes era un amable y simpático vecino, y en inferior al que siempre había sido nuestro igual.

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