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10 may 2013

Siguen las huidas

Es lo que tienen los partidos autoritarios. También los grupos mafiosos. Nada se mueve sin que lo sepa el jefe y todo el mundo intenta portarse como el jefe para que él se vea representado en todos sus miembros y eso le produzca satisfacción al ver que está marcando tendencia.
¡Que se le va a hacer! ¿No decía el poeta ¡Así es la rosa!? Pues esto es lo mismo: así es la naturaleza humana. Todo el mundo tiene su pizca de vanidad y a nadie le gusta ver que sus empleados tienen más virtudes que uno mismo, cuando uno mismo es el jefe. Pero es sólo por respeto al jefe por lo que sus empleados no lo ponen en evidencia.
Así, acabamos de ver como el Sr. Wert se evade del Congreso de los Diputados saliendo por la puerta de atrás. No ha llegado al nivel del Presidente de su partido que se escapó por el sótano, pero al fin y al cabo el Sr. Wert sólo es Ministro.
El Sr. Cotino se escapó, quedándose callado, al preguntarle por lo que hiciera y lo que dejó de hacer cuando aquel terrible accidente en Valencia con tantos muertos, justo antes de que llegara el Papa. Es lo que se llama una escapaba verbal.
No es lo mismo que las del Sr. Rajoy, son por vía ectoplasmática, pero al final, hay que marcar las distancias: el Sr. Cotino en estos momentos sólo es Presidente de las Cortes Valencianas.
Otra de las huidas célebres ha sido la de la Vicepresidente de las Cortes. Tras oír a su colega del PP empeñada en que el Parlamento admitiera “pulpo como elemento de compañía” lo abandonó para no tener que votar que ella pensaba que pulpo es algo cuyos embriones deben de protegerse para comerlo luego en sabrosos platos de “pulpo a feira”. Por eso, la Srª Villalobos no entendía qué  tenía eso con que se obligara a las mujeres  que no quieren tener hijos a que los tengan, algo que todos los que apoyaron su discurso con su voto entendían.
El PP es muy riguroso en respetar las leyes y los reglamentos. La campaña de que esté siendo víctima - ¡casi una persecución judicial quizá pagada con el oro de Moscú! - no le permite tolerar ni un desliz más. Su transparencia le obligó a sancionarla públicamente con multa.
Claro que teniendo en cuenta que el derecho a votar no puede estar supeditado por ningún mandato ajeno a la libertad del diputado ¿por qué la señora vicepresidente no se quedó en su poltrona y votó que no? Hubiera sido mejor para la imagen del partido poner de manifiesto lo mucho que respeta la libertad discordante. Salvo en el caso de las mujeres embarazadas a las que está dispuesta a tratar como a pulpos.
También la Srª Aguirre - esa que presumía de haber destapado la trama Gürtel, aunque quien la destapó realmente ha confesado que cuando quiso ser recibida por ella para informarle de todo la oyó decir “yo no recibo a estos hdp - se encuentra desaparecida ¡y callada!, que eso es una desaparición bastante insólita.
Ocurrió cuando se descubrió - es un informe oficial - que, siendo ella la Presidenta, las ofertas públicas se troceaban por debajo del nivel que permitía adjudicarlas a dedo. El informe también señalaba una circunstancia curiosa: esas adjudicaciones a dedo coincidían con las empresas de la trama Gürtgel, que habían hecho ingresos al PP - a veces troceándolos y en otros directamente por encima del nivel legalmente permitido - algo nada distinto a lo que hacían Bárcenas y los demás del Equipo Central de Génova.
Pero en este saco no se puede meter también al Sr. Cotino. Menos aun por haber donado 200.000 € al partido. Eso es independiente del hecho de que sus empresas y de sus familiares consiguieran contratos públicos. Es, ¡evidentemente!, una pura coincidencia que se puede explicar fácilmente. Sólo hay que tener buena disposición para entenderlo y no mala fe.
Es lógico que una persona a la que le van bien los negocios y cuya ideología se identifica tanto con la del Partido Popular - es uno de sus afiliados y ha desempeñado distintos cargos de responsabilidad - quiera apoyar a su partido. ¿Cómo puede pretender la ley limitar su fervor político? Si caben limosnas a la Iglesia Católica, ¿por qué no a su brazo civil en España? Ojalá todos los miembros del Partido Popular estuvieran dispuestos a dar 200.000 € de su patrimonio al Partido Popular como ha hecho el Sr. Cotino. ¡Otro gallo le cantaría al Partido Popular, en lugar de ese cacareo de tantas gallinas alborotadas por el corral discutiendo sobre si este sobre es mío o tuyo o si tiene más o menos que el tuyo! Eso da mala imagen.
Pero la generosidad da buena imagine. Y si Dios luego quiere dar el ciento por uno en esta vida y luego la vida eterna  ¿es que algún juez puede ponerle tacha a su voluntad?

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