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5 may 2013

La solución a la crisis (I) Memoria histórica

Algunos ignoran la historia. Otros la temen y se oponen a mantener la memoria histórica. Algunos iluminados pretenden innovar en la búsqueda de soluciones en vez de utilizar otras cuyo éxito está archidemostrado. Nada hay nuevo bajo el sol. Ya se conocen todos los errores y todos los aciertos, ¿por qué insistir en los errores? La humanidad ha cometido tantos errores y tantos aciertos en el pasado que resulta difícil ser original, ni acertando, ni errando. Regresemos a la época de la revolución industrial.En ese momento se ha producido un desarrollo tecnológico enorme que ha puesto en manos del hombre (mujer y varón) la mayor fuente de energía de que nunca había dispuesto con el invento de la máquina de vapor alimentada por el carbón. Eso genera un desarrollo inmenso que crea una demanda de trabajadores con lo que se produce el primer gran éxodo del campo a la ciudad. La estructura social de todos los países era atrozmente injusta. Unos poquísimos vivían en la mayor abundancia y en la miseria vivían los demás: la inmensa masa de los ciudadanos; aunque, en realidad, en aquella época no había ciudadanos sino sólo súbditos de sus reyes más o menos absolutos, es decir más o menos dictadores hereditarios. La filosofía dominante era aceptar una injusticia que dios toleraba porque así los ricos podían salvar sus almas siendo caritativos y lindezas por el estilo. Al disponer de una energía muy superior a la del ser humano, apenas unas 3000 Kcal/día, la riqueza aumentó, pero siguió repartiéndose con total injusticia. Una visita al Museo de Edimburgo estremecerá hasta a las almas más insensibles. En esas circunstancias,en un pequeño reino, Prusia, un Mariscal, Bismarck decide pensar. Lo que se le ocurre es raonables: crea una Unión Aduanera, algo así como la CEE, reduce la jornada laboral, establece un salario mínimo, inventa la Seguridad Social que hoy es uno de los mejores del mundo: el alemán, que cubre con elevada calidad no sólo las necesidades médicas y los infortunios sino un gran número de derechos sociales que aquí ni se conocen. Al reducirse la jornada laboral aumentó el número de trabajadores con empleo y con un salario mínimo, es decir, con sueldo bastante. Eso produjo excedentes familiares que se dedicaron a mejora de la calidad de vida de los trabajadores adquiriendo todo lo que no tenían, que era todo. Esoe produjo un aumento de la demanda, había más personas trabajando, que no eran personas que simplemente subssitían; se habían convertido en consumidores de sus excedentes. El aumento de la demanda - hasta entonces la demanda estaba sólo en manos de los ricos - aumentóo la oferta, lo que volvió a aumentar el empleo. Los empresario obtuvieron más beneficios al repartir los gastos fijos en un mayor número de bienes producidos. Eso permitió disminuir los precios, lo que realimentó la demanda. Este aumento de la demanda fue tal que, aun reduciéndose los beneficios por unidad producida,es decir, al reducirse los precios, el beneficio total era mayor porque vendían muchas más unidades. Esa espiral de progreso seguía creciendo. Para atender esa mayor demanda se necesitaban más trabajadores con sueldo bastante, lo que realimentando la espiral del progreso. En ese momento se produce un aumento de las inversiones en I+D incorporando las nuevas máquinas por alguna de las dos siguientes razones: a) no hay suficientes trabajadores, lo que incrementa los salarios, y b) muchas de sus actividades las pueden hacer las máquinas; ambas equilibran esa tendencia salarial. Entonces se incia una nueva espiral,la espiral de inversión en I+D que repercute en beneficio de todos: empresarios, cuya productividad aumenta, los trabajadores, cuya calidad laboral aumenta. Además, aparecen nuevas industrias las fabricantes de materiales y máquinas que demandan un tipo de trabajadores mejor formado, lo que produce un aumento de la demanda de la docencia técnica y universitaria que es atendida con fondos públicos pues cobra más impuestos sin necesidad de incrementar los impuestos. ¿Cuál fue el resultado? Un pequeño reino alcanza en pocos años el nivel de los grandes países, Inglaterra, Francia. Italia y todavía España, pese a todo el descalabro sufrido en el país, sobre todo por el gobierno del rey felón, Fernando VII, al que nunca debimos de haberle ofrecido el trono, sino habernos quedado con José I, que era un rey inteligente. Un tipo que no duda en organizarle dos golpes de Estado a su padre, como el Borbón, para quitarle el trono es la última persona, dada su ética, para entregarle un reino constitucional. Pasó lo que no podía dejar de pasar: sumió al país en una situación de total y continua violencia y empobrecimiento. El progreso, pues,se inició al reducir la jornada laboral, al garantizar unos salarios mínimos superiores a los de supervivencia, al crear una Seguridad Social, al aumentar la productividad por la vía de las inversiones en I+D y en docencia pública de calidad. ¿Qué hacen hoy nuestros gobernantes? Todo lo contrario: bajan el salario por debajo del nivel de superviviencia, suben la jornada laboral, aumetnan el paro,reducen la Seguridad Social, reducen las inversiones en I+D y también en la docencia pública ¿Cuál es el resultado? Inevitablemente el contrario: la espiral del retroceso. La gente empobrecida deja de comprar; eso aumenta el paro; eso empobrece más; eso reduce la demanda, etc., etc.

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