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13 may 2013

La solución a la crisis: (VI) Crear, no especular

El previo de venta de algo depende del coste de las materias primas, del coste de la energía y procesos, del coste de las amortizaciones, de los costes financieros, del coste salarial, de los impuestos sobre los beneficios y de los beneficios mismos. Por tanto, el coste salarial es sólo uno de siete sumandos. ¡Sólo por eso es evidente que no se le puede echar la culpa de la situación económica! En principio le tocaría 1/7 de culpa, más o menos, es decir, sólo un 14 %.
Eso depende del esquema social que recoja la Constitución. En el caso de la de la II República estaba claro. Decía: “España se constituye en una república de trabajadores de todas las clases”. Por lo tanto, los especuladores financieros están después de los salarios; los beneficios de los capitalistas están después de los salarios, y al reducirse estos sumandos, que afectan a los otros cuatro sumandos, nos encontramos con que lo más importante de toda actividad empresarial es que los salarios superen unos determinados mínimos. Unos mínimos que, por serlo, no se pueden rebajar con contratos basuras ni otras burlas semánticas inventadas por gobiernos que no son democráticamente republicanos. ¡Todos!
El coste de las materias primas se puede reducir obteniéndolas de modo más efectivo, para eso está la I+D; el coste de la energía se puede reducir utilizándola de modo más eficiente; otro tanto ocurre con el coste de los procesos, para eso está la I+D para desarrollar procesos más eficientes; el coste de las amortizaciones disminuye, ¡también gracias a la I+D, porque unos diseños más eficientes implican una mayor vida en servicio; y los costes financieros también se reducirían porque al reducirse todos los costes anteriores, ¡gracias a la I+D,  se necesitaría menos capital. Llegamos pues al coste salarial.
Si los empresarios fueran competentes podrían obtener todas esas disminuciones de costes en el proceso lo que les permitiría pagar unos sueldos suficientes. Eso es lo que ocurre en países como Alemania cuya inversión en I+D ¡desde el S. XIX! Ha estado siempre por encima de la de España. ¿O se creía Vd. que todo les había caído por la chimenea? No, se lo trabajaron a golpe de I+D.
Los empresarios españoles no invierten en I+D. Si lo hacen es sólo si logran subsidios suficientes para que la inversión en I+D real, la que de verdad sale de sus presupuestos - contabilidad “imaginativa” al margen -sea nula o mínima. No invierten en I+D porque ellos creen que la I+D no es una inversión sino un gasto. Si quien dirige la empresa es un contable disfrazado de economista ¡o de “financiero”!, atento sólo al beneficio a corto plazo - ¡después de mi el diluvio! - se aplica a reducir los gastos. Si en la dirección de las empresas hubiera sitio para los ingenieros o científicos, que son los únicos que tienen una visión real del trabajo que se hace en una empresa de producción de bienes y servicios, otro gallo nos cantara.
Pero cada vez se huye más de la realidad. Así se inventó esa metafísico de los “instrumentos financieros”, que no es otra cosa que el timo de la estampita pero a nivel internacional y con el marchado de instituciones serias como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y gente de ese tipo. Gente que sólo ve dinero; no ve riqueza, no ve la que produjeron los trabajadores. Sólo ven el dinero que ellos cambian de un bolsillo, el de los trabajadores, al otro, el suyo.  Mientras sigamos teniendo a estos trileros gobernando este país y los demás que sólo saben cambiar el nombre a las cosas para perfeccionar el timo, no habrá solución.

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