Test Footer


30 may 2013

Derecho a decidir: (7) Una sociedad liibre

El hombre (mujer o varón) tiene un ansia de libertad aunque no le dejaron ser libre durante la inmensa mayor parte de su propia historia. Primero estuvo sometido a la inclemente naturaleza. De esta tiranía antes de ser libre gracias desarrollo científico cayó bajo la tiranía social. Hoy hay estados donde es legal atropellar al otro, controlar la libertad de expresión, tener esclavos, asesinar por orden de jueces o de Presidentes, discriminar por razón de sexo, raza, lugar de nacimiento, razón social o religiosa, etc

            La humanidad siguió un largo, doloroso y cruento el camino hasta lograr el reconocimiento del derecho a la libertad. La tarea pendiente es aún inmensa con tantas naciones cuyos ciudadanos, preocupados por sobrevivir, ni siquiera se plantean el derecho a ser libres. La libertad sólo florece si se respeta a ultranza el derecho a la vida, a la supervivencia. Lo decían los clásicos: “primum vivere et deinde philosophare”.
Los movimientos filosóficos progresistas influyeron hasta en los movimientos políticos reaccionarios que aceptan, sólo en teoría, la igualdad de los hombres (mujeres y varones) ante la ley. Algunas religiones dicen respetar su libertad pero cuando logran el poder la atropellan. La Revolución Francesa, el fruto más preciado de la razón, con su lema: igualdad, libertad, fraternidad, sentó las bases del progreso, recuperó con la razón la democracia electiva por los ciudadanos tras siglos de atropello en nombre del derecho divino de los reyes al que controlaban para su beneficio. Alguna se excusó. Otras no.
Atrás quedaron las cartas otorgadas o pactadas con el gobernador, rey, duque, zar, príncipe, etc. y aun hay religiones que reivindican su derecho divino a gobernar, que imponen donde tienen poder; en estados no democráticos como ellas mismas.
En la España democrática y republicana decía el art. 1,CE31: “España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia”, y fue verdad hasta que entre el ejército fascista y la iglesia acabaron con la democracia. El art.1.2,CE78 de la constitución franquista dice: “La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”, pero es mentira, como nos recuerda en el art. 57.1: “La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón”, cuyo poder procede del dictador al que él juró que nos seguiría impidiendo recuperar la democracia.
Pero las sociedades libres, que siguen reivindicando el rechazo a los dictadores terrenales y extraterrenales, substituyen a estos dictadores por el respeto a la razón.
Las asociaciones de creyentes en extraterrestres niegan el derecho a razonar del hombre (mujer o varón). Su valor es “su particular revelación divina” y “su única interpretación”, ¡la que hacen sus jefes claro! Es una revelación que rechaza y desprecia a los fieles de las demás religiones, aunque también digan que son reveladas también por el único Dios verdadero, “también sólo a ellos”. Todos, o al menos todos menos uno mienten. Ahora bien ¿Cuál es el que miente? Ni ellos se ponen de acuerdo en eso.
Ante este diálogo imposible la razón surge como único árbitro de la convivencia. Lo racional es respetar a las sociedades, se llamen religiones o sectas, sean reveladas hace tiempo o ayer por la noche, que respeten la razón; cuyos principios no atenten contra la razón; es decir con los de la Declaración de los Derechos del Hombre.
Eso les permite, sólo “pro domo sua”, restringirse su libertad como cada uno quiera, pero sin limitar la libertad de quien quiera ser libre. Nadie tiene derecho a atropellar la libertad ajena. Si un grupo declare su “superior derecho”, por razones terrenales, nacionalistas, y/o extraterrenales, religiones, invitan a tratarle de igual modo. Aunque ellos pretenden así acabar con la convivencia pacífica racional, tienen la inmensa suerte de que los que somos racionales y demócratas respetamos su libertad de expresión sin caer en su victimismo, que es la actitud del que sabe que no tiene razón.
Una comunidad será libre sólo cuanto no quiera limitar la libertad de los demás.

0 comentarios:

Publicar un comentario