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6 may 2013

¡Si se puede! (II) El fin justifica los medios

Cualquier persona de orden debe oponerse a lo que, con corrección lingüística que le agradezco, el Dr. Marías llama vituperio, rechazando la voz escraches. Pero eso exige considerar primero quien es la víctima real del vituperio. El político que se niega al diálogo con quienes le han elegido sus representantes vituperio al ciudadano y elector El político que cree ue en él reside la soberanía, siendo sólo su administrador, vitupera al ciudadano y soberano. El político, que sin razón que le justifique su decisión, salvo seguir en las listas, vitupera al ciudadano racional No me gustan los escraches, tampoco a quienes los hacen, pero hasta el gato, animal pacífico donde lo haya, cuando es acosado contra una esquina y teme por su propia supervivencia salta a la cara de quien debería protegerlo. Todos los seres vivos, al menos los de sangre caliente, si peligran sus crías las protegen inmolándose por ellas Es vano, realmente es ridículo,que cualujqier esbirro del gobierno pretenda atemorizarlos con unos cuantos palos y una multa. Lo que está en juego no sólo es de otro orden de mangitud, sino que está en otra dimensión espacial: la de la dignidad No cabe comparar esta actuación en defensa de un bien cierto - el derecho a una vivienda digna y a no ser estafado por los bancos - con otras que se cita en defensa de células carentes de derechos, por más que los creyentes en presuntos extraterrestres aleguen que su extraterrestre les dijo que esas células tenían derechos positivos, cuando todo alienígena sólo es competente en “derechos extraterrenales”. Y aun si fuera cierto lo que dicen que dijo el presunto hijo de ese extraterrestre, todos los creyentes en él que cumplan su doctrina - ¿existe alguno? - deberían recordar que, según cuentas sus historias, él era pacífica pero que también se volvió iracundo, ¡pero sóo con dos colectivos!: los mercaderes del templo, que estafaban la credulidad de los creyentes, actuación que sigue en expansión en semanas santas, años santos y romerías snatas de las cien mil vírgenes santas - ¡que éstas si qué existen! - y de toda clase de santos, y con los fariseos que mangoneaban a los irreflexivos creyentes exigiéndoles comportamientos que ellos mismos incumplen. De estos dijo: "¡Ay de vosotros, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Vosotros pagáis el diezmo hasta sobre la menta, el anís y el comino - [¿lo pagan realmente o lo evaden a algún paraíso fiscal esperando las rebajas de Montoro?] - pero no cumplís la Ley en lo que realmente tiene peso: la justicia - [que obliga a pagar un salario justo y no a especular con la necesidad del que tiene que sobrevivir] - la misericordia- [que no hay en quien lanza a la calle a quien ha estafado previamente y deja el piso vacío] - y la fe- [que vuestro unico dios es el dinero] Ahí está lo que vosotros debían poner por obra, sin descartar lo otro. ¡Guías ciegos! Vosotros coláis un mosquito[protegiendo las células], pero os tragais un camello [los derechos de la mujer a decidir sobre su cuerpo y sobre su vida]. (Mt., 23;23,24) Aquí unos protegen el dinero, los políticos que trabajan a favor de quienes lo amasan con el que ya tenían, y otros, los ciudadanos, protegen los derechos fundamentales de sus vecinos, personas vivas que han sido arrinconados por la insaciable avaricia de los mercaderes y fariseos, que sólo pretenden sobrevivir con lo mínimo posible. Que ninguno de esos polítcos corruptos y fariseos reclame que “el fin no justifica los medios”. La ley en vigor dice lo contrario en art. 20,CP: Están exentos de responsabilidad criminal:5º El que, en estado de necesidad [cabe mayor necesidad que tener un alojamiento donde dormir], para evitar un mal propio o ajeno[el de seres vivos y vecinos nuestros que tienen esa necesidad] lesione un bien jurídico de otra persona [el que a uno no le de la lata nadie] o infrinja un deber, siempre que concurran los siguientes requisitos: Primero. Que el mal causado [inconvenientes a los políticos y a sus familias] no sea mayor que el que se trate de evitar [que una familia se vaya a la calle y tenga que vivir de la caridad pública de sus familiares o de instituciones no gubernamentales]. Segundo. Que la situación de necesidad no haya sido provocada intencionadamente por el sujeto. [el sujeto sólo quería mejorar el bienestar de su familia, a lo que le obligan las leyes] Tercero. Que el necesitado no tenga, por su oficio o cargo, obligación de sacrificarse [su oficio es el de trabajador y bastante sacrificio sufre, bien que contra su voluntad, estando en paro]. El hurto famélico, que antes estos políticos condenaban con años de cárcel, hoy se entiende de otro modo.No es necesario estar materialmente muerto de hambre. Hoy eso se llama violación de los derechos humanos fundamentales.De todos modos, siempre cabría establecer, en caso de insistencia en la ejecución por parte del banco, que depositaran una fianza para indemnización el atropello de los derechos humanos por el lanzamiento y por cada día después de lanzado. ¿En cuanto se valora el atropello de los derechos humanos? Hasta tantose sepa cuanto vale el atropello de los derechos humanos, lo más prudente es no ejecutar a ningún ciudadano. hasta que

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