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26 may 2013

Un informe sorprendente

 Leo en la prensa diaria una noticia de la que se hacen eco todos los periódicos, cada uno en su estilo: Hacienda ha investigado a la hija menor del rey franquista, la esposa del yerno del rey franquista imputado por corrupción, cohecho y no se cuantas más lindezas que, dicho en roman paladino, lo es de quedarse con dinero público con la colaboración de algunos políticos corruptos que actuaron de autores intermediarios, al parecer. El informe dice que no ha encontrado fraude alguno en lo que se refiere a los ingresos por su trabajo - el de la Caixa - y de los ingresos por gastos de representación de su papá.
La noticia no tiene desperdicio. Si alguien hace una declaración de Hacienda, se supone que estará bien hecha. Y si declara unos ingresos y paga por ellos, esos ingresos son los que declara haber tenido y lo que paga por ellos, sin duda, es lo que debía. Nadie hace una declaración haciendo mal los cálculos y si la hace los programas informáticos de Hacienda lo detectan. Por otra parte, lo más probable es que esa declaración de la renta se la haga un profesional, se supone que será un profesional que sabe hacer la declaración de la renta bien, y por eso le pagan su trabajo.
Esta declaración es tan tonta como la del Presidente del Gobierno, o alguno de sus adláteres, que, cuando se hicieron púbicas las cuentas de la presunta contabilidad B del partido popular, dijo que en las cuentas de las declaraciones de Hacienda que hizo su partido no había ningún ingreso “ilegal”. ¡Hombre!, la sospecha que se cierne sobre el partido popular no es la de que los que lo dirigen sean estúpidos, sino de que sean corruptos. En cualquier caso las ilegalidades no se declaran a hacienda; hacerlo indica estupidez y que en el Partido Popular no hay estúpidos es algo que nadie duda. Podrá haberlos “listillos”, pero estúpidos ninguno.
Aquí pasa lo mismo. De lo que se trataba es de saber si todos los ingresos que declara son todos los ingresos que ha obtenido o hay alguno más; y eso, a primera vista no parece que sea lo que se ha hecho. Eso  nos lleva a pensar, así visto, desde fuera, y con la única información que tenemos de los medios de comunicación, que ese informe parece más “político” que profesional, dicho sea en el peor sentido de la palabra “político” que, sin duda, también tiene su sentido bueno
¿De verdad sólo obtiene ingresos por esos dos conceptos? ¿No ingresa nada de las sociedades de las que era copropietaria al 50 % con su santo esposo, sociedades en las que según todos los indicios, fueron utilizadas para perpetrar los delitos de los que se le imputa solo a él?
Ésa es la cuestión. Si su santo esposo obtiene beneficios de esas sociedades, ella, inevitablemente, tiene que obtener la misma cantidad. La opción de que su marido la engañe - nos referimos a las fianzas - y se quede con su dinero parece improbable. En todo caso Hacienda lo hubiera detectado. Y eso, claro está, nos lleva a la cuestión eterna, perpetuo Guadiana que emerge aunque luego parece que desaparece: ¿se enteraba o no de que ganaba ese dinero y lo declaraba a Hacienda, o tampoco se enteraba ni de esto?
Pensar que se enteraba y que nos está engañando es, sin duda un juicio muy duro. No tengo ni tuve jamás el más mínimo trato personal con ella. Eso me priva de todo conocimiento experimental sobre el que fundamentar ningún juicio moral sobre su ética. Lo único que puedo decir es que se me hace muy raro que alguien haga una declaración de la renta y no se entere de lo que gana ni de los conceptos por los que gana lo que gana. Pero estoy obligado a concederle el beneficio de la duda; duda, claro,  que incluye, por eso es duda, la sospecha elevada que me aqueja, careciendo como carezco de mayor fundamento de lo que realmente ocurre, fruto de las noticias, a veces incorrectas, que leo en los medios de comunicación.
Teniendo en cuenta que la responsabilidad por los propios actos es personal, es indecente atribuir una baja calidad moral a una persona por la que hayan demostrado otros miembros de su familia, sus ancestros, que sus hijos con demasiado pequeños como para haber podido cometer algún desmán. De padres y abuelos delincuentes ha habido hijos y aun nietos ejemplares y padres y abuelos ejemplares han tenido hijos y nietos delincuentes. Felizmente en esta segunda edición del régimen franquista - esta dictadura real - la ley impide imputar a la familiar los delitos de un familiar no seremos nosotros quien viole esa ley.
Por otra parte, yo no sé como viven los ricos. A lo mejor son tan ricos y tan importantes y se fían tanto de sus ayudantes de confianza que cuando les presentan un papel para firmar lo firman sin mirar ni lo que firman. Si hacen eso, en realidad lo que hacen es portarse como los pobres. Estos también firmaron lo que firmaron si saber lo que firmaban cuando les estafaron con las preferentes, con las subordinadas y con las condiciones de las hipotecas.
Si fue así yo creo que debería sumarse a las manifestaciones del 15-M con las demás víctimas de la buena fe, por fiarse de gente que abusó de su confianza. Eso la acercaría al pueblo aunque quizá la acercaría más de lo que ella está acostumbrada a acercase y por eso no lo hace.

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