Se habla mucho de la
Constitución; pocos la leímos y menos aun con atención. España no tiene el
vicio de la lectura; sólo la virtud televisiva. Y la de anatematizar “ex
cátedra” lo que ignora: “Es anticonstitucional y la CE no se puede modificar”.
Falso. No estamos al servicio de la Constitución. Ella lo está al nuestro. Se
puede casi todo.
Es
preocupante que en el mundo tan desarrollado en lo económico estemos tan
atrasados en lo cultural; que el dogma aun sustituya a la razón. Se cree en
dogmas en consignas, en obediencias. Surgen sectas fuera y dentro de religiones
y partidos políticos Mejor creer: ni pensar, ni leer, ni instruirse. Asusta ser
responsable; asusta ser.
En
la Unión Europea, también en Canadá, se mueven las aguas del nacionalismo
secesionista. Los sensatos canadienses hicieron un referendum y el nacionalismo
perdió. Aquí amamos lo sagrado y se prohíbe la secesión ¡es anticonstitucional!
Una torpeza.
La
Constitución Española dice que “... se fundamenta en la indisoluble unidad
de la Nación española, patria común e indivisible de los españoles...”.
También lo dijo la Constitución de Cádiz. Aquella patria común e indivisible
sufrió docenas de violaciones y secesiones en lo geográfico: la última tras la
conversión franquista del Sahara en provincia española y su inicua entrega a
Marruecos. A las demás naciones les pasó lo mismo. No creo que ni una frontera
tenga un siglo de existencia inalterada.
Pero la Nación
española sigue siendo la patria común e
indivisible de todos los españoles. La nación es más que la realidad
geográfica o lingüística, puras anécdotas que los necios convierten en
categorías. Pese a los territorios perdidos permanece la Nación española. Más
secesiones geográficas o de población no la harán desaparecer. España existirá si hay españoles que lo sean.
Eso pasó en Polonia. El art. 2 viene a decir: la Constitución perderá su
fundamento si desaparezcamos los españoles unidos.
El art. 1
dice: “España se constituye en un Estado social y democrático de derecho... Aprendida
la lección, no dice cuales son los límites. Aunque el art. 8 dice: “Las
Fuerzas Armadas ... tienen como misión garantizar la soberanía e independencia
de España, defender su integridad territorial ...”, y el art. 137dice “El
Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las
Comunidades Autónomas que se constituyan”, no aclara cuáles son esos
territorios, ni que no quepa modificar los actuales aumentando o reduciendo su
número o extensión.
El artículo
143 contempla implícito el derecho a la secesión cuando dice que “...las
provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas
comunes ... podrán acceder a su autogobierno ...”. ¿Qué significa
autogobierno? ¡Lo que acordemos! Luego añade “... y constituirse en
Comunidades Autónomas con arreglo a lo previsto en este Título y en los
respectivos Estatutos”. Son dos cosas distintas. En una realidad serían ambas;
en otra dos. Basta con estar de acuerdo.
Si “...acceder
a su autogobierno...” incluye el autogobierno absoluto - ¿dónde se dice lo
contrario? - resulta que la Constitución reconoce el derecho a la secesión de
las provincias. Es en las provincias, ¡no las autonomías!, donde los ciudadanos
ejercen ese derecho; pueden renunciar a el o, como establece la Constitución “...
constituirse en Comunidades Autónomas con arreglo a lo previsto en este Título
....”. O no.
La secesión es
constitucionalmente posible para un demócrata. ¡Naturalmente!.
El
violento niega que el camino constitucional a la secesión. Así “explica
-justifica” los asesinatos de sus colegas nacionalistas. Torpes, algunos les
hacen el juego al decir que la Constitución es tan “sagrada” como” su “Pueblo
Mítico”. Lo “sagrado” para ellos es la coartada del español violento sin ánimo
democrático de acuerdo. Le falta el progreso. El respeto a la persona es lo democrático. El respeto al
pueblo es lo tribal.
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