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29 jun 2013

Política de Becas: (IV) ¡Aprende, que algo queda!

Sin duda cuando alguien estudia algo espera obtener un certificado que acredite frente a terceros que sabe lo que estudió. Ése es el sentido de la formación reglada: que alguien (una institución, una persona) certifique que otra persona sabe algo. Ese certificado acredita ante terceros que necesiten de una persona que tenga esos conocimientos que los tiene.
La universalización del ámbito de esos certificados se acredita internacionalmente cuando se acredita que el documento es legal y no falsificado. Eso se hace mediante una “apostilla” que se obtiene en La Haya - que acredita internacionalmente la validez de un certificado nacional.
Esta homologación de la documentación ha facilitado la universalización del empleo y ésta es la razón de que nos encontremos por todo el mundo profesionales que nacieron ni se sabe donde y que obtuvieron su título en su mismo país o en otro distinto.
El principal perjudicado de no obtener un título tras estudiar varios años es el estudiante. Durante esos años en los que fue aprobando “lo suficiente como para poder ejercer en el futuro una profesión”, la sociedad estaba invirtiendo con fruto la beca que le daba. Gracias a ella podía obtener un título al terminar la carrera y ejercer su actividad profesional.
Supongamos que sus calificaciones son, durante dos años, superiores a 6,5 puntos y que, por esa razón, se le renueva la beca. Si en el tercer curso obtiene 6,4 puntos, no se le renueva la beca. En ese momento a ese estudiante SE LE CONDENA A NO PODER TERMINAR SU CARRERA.
Ése es el resultado de la política de becas del Sr. Wert que explicamos con detalle:
1.- habrá una persona más que no terminará la carrera;
2.- habrá un frustrado más, por no haber podido terminar la carrera;
3.- habrá un resentido más por sentirse injusta y discriminatoriamente tratado;  
4.- habrá una familia más resentida al ver como quien hizo el máximo esfuerzo intelectual de esa familia, recibe un trato discriminatorio respecto de quienes pueden seguir estudiante - con menor rendimiento que él ¡les basta obtener un 5! - sólo porque tienen dinero!
5.- además, la sociedad pierde un mejor profesional, el que hubiera terminado su carrera con 6,4 y se tiene que conformar con quien, por tener dinero, logra su título con un 5 “pelado”.
¿De verdad es ésa la política que quiere llevar a cabo el Sr. Wert?
¿Cree que con las cuatro perras que se va a ahorrar - dejando cadáveres por su camino - va a sacar a España de la crisis?
Analicemos ahora ese FALSO despilfarro alegado si se dan becas y no se acaba la carrera.
Los que podían terminar la carrera sin problemas económicos y no la terminan, es evidente que no la terminan porque no quieren, no porque tengan problemas económicos.
Pero muchos que no terminan la carrera, porque tienen problemas económicos, es porque ni siquiera con el dinero de las becas logra atender sus necesidades para seguir estudiando.
Trabajó conmigo una persona que en los años 40, en vez de ir a la escuela como le pedía su madre viuda, iba a trabajar, adecuadamente explotado. Con 10 años sabía que las tres o cuatro pesetas que llevaba a casa eran necesarias para que sus hermanos pequeños comieran todos los días. Su madre aceptaba su mentira, ¡voy a la escuela!, porque necesitaba su sacrificio.
Hoy, con 6 millones de ciudadanos parados, hay muchos estudiantes para los que tras tener una calificación de 5 deberían recibir el premio que se reserva para las triunfadores. No pocos estudiantes trabajan - lo que reduce su tiempo de estudio -  y en el tiempo que les queda estudian y obtienen mejores calificaciones que quienes, disponiendo de más tiempo, obtienen peores calificaciones sin que ello les impide terminar la carrera como se le impide a él.
Dice el art. 1.1,CE78: “España se constituyen en un Estado social …” ¡Venga ya!
Y respecto al otro 50 % que no termina la carrera por insuficiente capacidad, es falso dar la imagen de que se ha despilfarrado lo que se le dio en becas. Lo que aprendió, mucho o poco, lo sabe. Y allí donde trabaje, por su puesto, no en el trabajo profesional de la carrera que no terminó, estará aplicando todo lo que aprendió mientras estuvo estudiando con una beca.
El art. 1, CE31 decía: “España es una República democrática de trabajadores de todas las clases”. Los estudiantes eran una clase de trabajadores. Por eso la República invirtió en Educación. Por eso en el bienio de derechas se dejó de invertir en educación. Por eso desde 1936 se volvió a invertir en Educación y a partir de 1939 a los maestros que no habían asesinado se les asesinó legalmente o se les expedientó; su delito: enseñar a pensar.
Ahora el Sr. Wert, además de eliminar la Educación para la Ciudadanía, que podía enseñar a pensar, elimina las becas que permitirían que los pobres obtuvieran su título universitario.
Sr. Wert; diputados del PP; ministros del Gobierno. ¿De verdad piensan repetir la historia?

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