Sin duda cuando alguien estudia
algo espera obtener un certificado que acredite frente a terceros que sabe lo
que estudió. Ése es el sentido de la formación reglada: que alguien (una
institución, una persona) certifique que otra persona sabe algo. Ese
certificado acredita ante terceros que necesiten de una persona que tenga esos
conocimientos que los tiene.
La universalización del ámbito
de esos certificados se acredita internacionalmente cuando se acredita que el
documento es legal y no falsificado. Eso se hace mediante una “apostilla” que
se obtiene en La Haya - que acredita internacionalmente la validez de un
certificado nacional.
Esta homologación de la documentación
ha facilitado la universalización del empleo y ésta es la razón de que nos
encontremos por todo el mundo profesionales que nacieron ni se sabe donde y que
obtuvieron su título en su mismo país o en otro distinto.
El principal perjudicado de no
obtener un título tras estudiar varios años es el estudiante. Durante esos años
en los que fue aprobando “lo suficiente como para poder ejercer en el futuro
una profesión”, la sociedad estaba invirtiendo con fruto la beca que le daba.
Gracias a ella podía obtener un título al terminar la carrera y ejercer su
actividad profesional.
Supongamos que sus calificaciones
son, durante dos años, superiores a 6,5 puntos y que, por esa razón, se le
renueva la beca. Si en el tercer curso obtiene 6,4 puntos, no se le renueva la
beca. En ese momento a ese estudiante SE LE CONDENA A NO PODER TERMINAR SU
CARRERA.
Ése es el resultado de la política
de becas del Sr. Wert que explicamos con detalle:
1.- habrá una persona más que
no terminará la carrera;
2.- habrá un frustrado más,
por no haber podido terminar la carrera;
3.- habrá un resentido más por
sentirse injusta y discriminatoriamente tratado;
4.- habrá una familia más resentida
al ver como quien hizo el máximo esfuerzo intelectual de esa familia, recibe un
trato discriminatorio respecto de quienes pueden seguir estudiante - con menor
rendimiento que él ¡les basta obtener un 5! - sólo porque tienen dinero!
5.- además, la sociedad pierde
un mejor profesional, el que hubiera terminado su carrera con 6,4 y se tiene
que conformar con quien, por tener dinero, logra su título con un 5 “pelado”.
¿De verdad es ésa la política
que quiere llevar a cabo el Sr. Wert?
¿Cree que con las cuatro
perras que se va a ahorrar - dejando cadáveres por su camino - va a sacar a España
de la crisis?
Analicemos ahora ese FALSO despilfarro
alegado si se dan becas y no se acaba la carrera.
Los que podían terminar la
carrera sin problemas económicos y no la terminan, es evidente que no la terminan
porque no quieren, no porque tengan problemas económicos.
Pero muchos que no terminan la
carrera, porque tienen problemas económicos, es porque ni siquiera con el
dinero de las becas logra atender sus necesidades para seguir estudiando.
Trabajó conmigo una persona
que en los años 40, en vez de ir a la escuela como le pedía su madre viuda, iba
a trabajar, adecuadamente explotado. Con 10 años sabía que las tres o cuatro pesetas
que llevaba a casa eran necesarias para que sus hermanos pequeños comieran todos
los días. Su madre aceptaba su mentira, ¡voy a la escuela!, porque necesitaba
su sacrificio.
Hoy, con 6 millones de ciudadanos
parados, hay muchos estudiantes para los que tras tener una calificación de 5
deberían recibir el premio que se reserva para las triunfadores. No pocos estudiantes
trabajan - lo que reduce su tiempo de estudio - y en el tiempo que les queda estudian y obtienen
mejores calificaciones que quienes, disponiendo de más tiempo, obtienen peores
calificaciones sin que ello les impide terminar la carrera como se le impide a
él.
Dice el art. 1.1,CE78: “España
se constituyen en un Estado social …” ¡Venga ya!
Y respecto al otro 50 % que no
termina la carrera por insuficiente capacidad, es falso dar la imagen de que se
ha despilfarrado lo que se le dio en becas. Lo que aprendió, mucho o poco, lo
sabe. Y allí donde trabaje, por su puesto, no en el trabajo profesional de la
carrera que no terminó, estará aplicando todo lo que aprendió mientras estuvo
estudiando con una beca.
El art. 1, CE31 decía: “España
es una República democrática de trabajadores de todas las clases”. Los
estudiantes eran una clase de trabajadores. Por eso la República invirtió en
Educación. Por eso en el bienio de derechas se dejó de invertir en educación.
Por eso desde 1936 se volvió a invertir en Educación y a partir de 1939 a los
maestros que no habían asesinado se les asesinó legalmente o se les expedientó;
su delito: enseñar a pensar.
Ahora el Sr. Wert, además de
eliminar la Educación para la Ciudadanía, que podía enseñar a pensar, elimina
las becas que permitirían que los pobres obtuvieran su título universitario.
Sr. Wert; diputados del PP; ministros
del Gobierno. ¿De verdad piensan repetir la historia?
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