¿Recuerdan Vds. la “Tasa Tobin”?
La propuso en 1971 este Profesor de Economía de la Universidad de Princeton. Le
dijeron de todo. Lo más amable “utópico”. Los movimientos contra los especuladores
financieros retomaron esta idea en los 90. Siguieron diciendo de todo. Desde
2011 esta propuesta ya está empezando a ser considerada por las autoridades
políticas y monetarias incluso en el seno de la Unión Europea.
Pues bien, otra idea análoga en sus objetivos, aunque diferente en su
planteamiento y en su ejecución es la Renta Básica.
Esta propuesta ha merecido también
un gran rechazo. .Si entendemos como Renta Básica (RB) los servicios que
recibimos a cargo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) sin tener que
pagar por ellos, lo cual no quiere decir que sean gratuitos sino que son de
prepago, la Renta Básica (RB) ya existe por lo que no tiene sentido discutir
acerca de si debe de existir o no. Puesto que ya existe, la única discusión no
es Renta Básica sí o Renta Básica no, sino cuál es el contenido y su cuantía.
Hoy hay una Renta Básica que hace
un siglo no existía: enseñanza pública - aunque bastante privatizada; sanidad
pública - cada vez más privatizadas; justicia pública- con tasas crecientes y
que el actual Ministro quiere privatizar; seguridad social que cada vez es
menos segura y menos social; a todo ello hay que añadir lo que ya es una
especie de Renta Básica singular: la que se paga a las personas que reciben una
pensión no conributiva. Todo pagado con rentas públicas que incluyen los
beneficios que tienen los que lo gestionan privadamente que si no habría más
dinero. Destaquemos aquí que no estamos hablando de servicios gratis, Los hemos pagado por anticipado con nuestros
impuestos.
Nuestro primer objetivo es impedir
que esta Renta Básica ya existente desaparezca, como pretende el actual gobierno,
y regresemos al S. XIX o incluso al S. XVIII: llevar a los trabajadores a la
miseria para que, muertos de hambre, estén dispuestos a trabajar por el simple
salario dee la comidas para que unos incompetentes empresarios puedan competir
en el mundo.
El segundo objetivo es plantearse
como incrementar esa RB para que sirva de garantía social y para que permita el
mantenimiento de la actividad económica en todo el país que frene las crisis
como la actual, aunque evitar la corrupción que la ha producido sería la solución
óptima.
Los detractores del pago de la
Renta Básica dicen que, para eso, es mejor bajar los impuestos. Desde un punto
de vista político esta fórmula de pago de una Renta Básica per capita a todos
los españoles, por el mero hecho de serlo, tiene una ventaja social superior a
la de disminuir los impuestos. La disminución de impuestos, al ser progresivos los
impuestos, favorecen sobre todo a las rentas más altas que - al menos
teóricamente - pagan más impuestos, por
eso se oponen los que votan a los partidos de derechas.
Por el contrario, al pagar una
Renta Básica igual para todos los ciudadanos, el beneficio sería mayor para los
que tienen menos ingresos y menor, pero el tratamiento sería el mismo, para los
que tienen unos ingresos muy elevados. Ésta es la razón por la que la Renta
Básica tiene un profundo sentido social.
Pese a ello, muchos trabajadores
creen que la Renta Básica es un solución poco social porque podría incentivar a
los ciudadanos a convertirse en unos mangantes que no quisieran trabajar.
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