Existen
muchas formas de corrupción; una de ellas es la hipocresía. Consiste en
ofrecernos un comportamiento aparentemente correcto, como muestra de la corrección
de sus intenciones cuando éstas son indecentes y están podridas por la
corrupción. Esta corrupción es mucho peor que la corrupción económica porque en
la corrupción económica sólo nos roban dinero; en la corrupción moral, además,
nos roban la confianza porque nos engaña: nos hace creer nuestro interlocutor
que es una persona decente y es un
corrupto.
Esto
es lo que ha ocurrido en El Salvador donde las leyes promulgadas por los
políticos se han apropiado del cuerpo de las mujeres y les impiden abortar. Se
trata del clásico triunfo de esa sociedad no democrática que hoy es la iglesia católica.
Es una triste evolución porque sí lo fue en sus orígenes. Entonces era la
comunidad la que elegía a sus cuidadores, los curas, y a sus inspectores, los
obispos. Por imposición de los jerarcas reaccionarios - hay otras iglesias cristianas
que admiten el aborto a partir de los mismos textos sagrados - en la sub-secta católica de la secta cristiana
de la asociación judaica está prohibido el aborto bajo pena de pecado mortal.
Si fuera
verdad lo que dicen estos jerarcas, su extraterrestre enviará al infierno a quien
aborte cuando se muera. Al parecer ese extraterrestre está dispuesto a enviar
al cielo a quien haya abortado con la sola condición de arrepentirse de haberlo
hecho. Pero a esos jerarcas eso les parece una debilidad intolerable y como quieren
que quien aborte - es decir, quien disfrutó del sexo - sea castigada y ellos en
la otra vida no pintan nada, se las han arreglado para castigarla en ésta convirtiendo
el pecado en delito. Pero de repente la opinión pública mundial seles ha echado
en cima ante el caso, ciertamente extremo, de esa mujer de El Salvador que ha
engendrado un hijo acéfalo cuyo nacimiento puede provocar la muerte de la
madre.
En mi infancia
nos enseñaron que en ese caso había que dejar morir a la madre para darle una
opción al hijo, algo que a todos nos parecía una salvajada - la inocencia del
niño tiene una lógica perfecta, por eso se dice que de los niños oirás las
verdades -pero en este claro esa salvaje
disculpa no valía porque el niño descerebrado según naciera moriría. De todos
modos no querían dar su brazo a torcer admitiendo que el aborto es la única
solución racional.
Entonces han
recurrido a su método preferido: la hipocresía. Han dejado que pase el tiempo
en el que en todos los países racionales está autorizado el aborto y han
permitido practicar una cesárea ¡porque eso no es un aborto que es lo que prohíbe
la ley! Y se quedan tan contentos porque ¿respetan la ley inicua?, sin dar su
brazo a torcer ante lo sensato.
Un refrán que
estos hipócritas desconocen dice “cuando se echa a la razón por la puerta se
cuela por la ventana” Es decir, la solución falsa conduce a situaciones peores
que las que resultarían de haber aceptado la solución correcta. Si el Ministro
de Justicia sigue empeñado en prohibir el aborto lo que tiene que hacer las mujeres
es dedicarse a ordenar cesáreas. Si el feto o el embrión es inviable eso ya no
es asunto suyo, porque el aborto se diferencia de la cesárea en el lugar por
donde salen las células, si salen vía cesárea no es aborto, pero si salen por
el conducto vaginal entonces sí es aborto.
¿O también
van a prohibir la cesárea en nombre de los jerarcas intolerantes y reaccionarios
que son más exigentes que el extraterrestre cuyos mandatos dicen que siguen?
Capaces son, sin duda; llegaron a quemar a la gente ¡para mayor alabanza del
extraterrestre!
0 comentarios:
Publicar un comentario