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15 jun 2013

¡No me toques las pensiones!: (I) La gran estafa

Es falso que los trabajadores en activo paguen las pensiones de los trabajadores jubilados. El Estado se comprometió con un contrato de Seguro de Vida a pagar unas prestaciones - con cargo al dinero pagado - al que sobrevivía a la edad de jubilación. “Nadie pues le paga a nadie” un subsidio de jubilación; “se le devuelve” lo comprometido de las cuotas de SU SEGURO DE VIDA al que tiene derecho.
El trabajador cumplió su compromiso:  pagar todos los años lo que se le pidió; al Estado le toca ahora cumplir el suyo,devolver, con cargo a SU DINERO de SU SEGURO DE VIDA la pensión acordada manteniendo el poder adquisitivo de la primera pensión percibida. Si no lo hace comete una estafa. Una más.
Las mentiras que a diario, mañana, tarde y noche, dice el gobierno para engañar a los ciudadanos revelan su ánimo fraudulento, pero dos cosas deben quedar claras: 1.- La jubilación no es un subsidio, es un SEGURO. 2.- La jubilación no la paga el Estado, la DEVUELVE el Estado, que fue el que la cobró.
Los métodos de engaño que utiliza este gobierno los copia de los nazis: “No hay mentira que repetida un número suficiente de veces no acabe siendo admitida como una verdad”. A muchos, no a los suficientes, nos sorprende el cinismo con que estos individuos mienten con total desfachatez. A otros, ¿son aun mayoría?, más confiados o menos reflexivos, la mentira  les va calando a fuerza de oírla; algunos - demasiados - acaban admitiendo como razón lo que es un puro engaño, ¡aun en su perjuicio!
A base de repetición acaban tragando unas ”bolas” inmensas y aceptando que atropellen sus derechos.
 Que el Estado gestionara mal ese dinero y metiera mano en “esa bolsa”, y, “corrupto”, admitiera el impago de las cuotas a ciertos colectivos, p. ej., los clubes de fútbol, no altera su obligación. Que se endeudara para impedir que quebraran empresas privadas - lo bancos que siguen repartiendo beneficios y sobresueldos “diferidos” a los causantes de esta estafa que estamos sufriendo - tampoco altera en nada su obligación.
O quiebra el Estado, como una empresa, o responde de sus compromisos dejando de despilfarrar el dinero.
El trabajador jubilado - al que, inconstitucionalmente, se le prohíbe trabajar, es decir producir riqueza, ¡que hace falta tener gobiernos necios! - tiene derecho a la devolución del dinero aportado al fondo del Seguro de jubilación. Se trata de un contrato específico entre los trabajadores y el Estado que no pueden ser unilateralmente modificadas por un Gobierno.
Al trabajador se le obligó a subscribir ese Seguro Estatal, no se le dejó intervenir en su gestión, la hizo  el Gobierno; no se le permitió elegir en la forma de gestión de sus aportaciones (reparto o capitalización).
Que no supieran prever una evolución  demográfica ¡absolutamente lenta!, no altera en nada sus derechos. La esperanza de vida se ha visto evolucionar lentamente a lo largo del tiempo. Hubo dos disminuciones brutales, hijas de la violencia militar de dos estúpidas guerras: la de África de 1914, organizada por el abuelo de D. Juan Carlos I de Franco, al que el perecían los uniformes y jugar a los soldaditos con las vidas ajenas y el genocidio de 1936-1939 de su padre putativo, el que acabó con la democracia en España; el que inventó este bodrio de Reino de España con pretensiones de eternidad, porque lo inventó hereditario.
Por otra parte, si se tuvo en cuenta esa evolución a lo largo de estos años. El cómputo de la pensión se fue ampliando de 5 a 10 a 15 años. Se trataba de evitar el fraude de los empresarios autónomos  - que se disfrazan llamándose trabajadores autónomos - consistente en subirse el sueldo los últimos años para cobrar más de lo que les correspondía por lo cotizado.
Los trabajadores por cuenta ajena no cometieron ese fraude. Su “patrón” no les subía el sueldo para estafar a hacienda, es decir, a los demás trabajadores. Esos empresarios, si cometían una estafa era sólo a su favor, autónomos o no, perjudicando a los demás trabajadores.
Tras esta evolución del esquema de reparto al de capitalización, que es, incompleto, el que hay ahora, lo hayan hecho bien o mal tiene que cumplir con sus obligaciones: las vigentes en cada momento con el trabajador. ¡Lo contrario sería una estafa! Y basta con la de los bancos.

2 comentarios:

Cruzando un paso de cebra llamé la atención y recriminé a uno que tiraba papeles en al calzada. Me dijo que lo recogiera el alcalde que es suya la calle. Ese el problema de este país. Confundimos el Estado con el gobierno, con los gobernantes y los políticos, algo ajeno a nosotros. Y aún pensamos que tienen la máquina de hacer billetes. Pero, desgraciadamente, el Estado somos todos y si han gestionado mal el dinero, es también nuestro problema no solo el suyo: Peor aún, ni siquiera es suyo, el problema es solo nuestro. Ello se irán. Así que las pensiones se pagarán, queramos o no, con las cotizaciones sociales y/o con impuestos, porque tenemos un sistema de pensiones injusto, en el que una generación paga a la anterior, el dinero no se ahorra sino se gasta y el Estado no lo guarda en una cartilla. Porque la "cartilla" creada, el llamado Fondo de Pensiones, es ridícula. La pensión pues, no es un seguro de vida, desgraciadamente.
Y ojo, que si hablamos de derechos consolidados, es decir, que me devuelvan con intereses el dinero que he aportado, entonces las pensiones habría que bajarlas un 40%. Haced los números.
El problema es que se habla mucho de las pensiones en general,pero no se habla de que en realidad hay que bajar: las pensiones más altas, no las bajas. No sería el más justo pero sí el más solidario.
¿Es justo que una familia de dos personas que cotizaron al final de su vida en el tramo más alto, con los hijos ya colocados, pueda cobrar del "Estado" 60.000 € anuales, mientras que los salarios no hacen nada más que bajar?

La educación para la Ciudadanía, que por eso se ha eliminado, es fundamental. Que somos los soberanos y ellos los adminstradores es algo que ellos deben aprender, pero también nosotros. El pasotismo es el mejor fomento del abuso: ¡lo está llamando a gritos!
Pero aunque se hayan gastado el dinero que aporté para mi jubilación el que reciba como jubilado es la "devolución" del mío. Yo pague todos los gastos de mis hijos y aun heredarán lo que me quede. No recibiré jamás nada de ellos, como no sea su cariño.
Mis números m,e dan otro resultado. En todo caso, un estado social y de derecho debe financiar a los trabajadores jubilados con los beneficios del capital que el generó pero no disfrutó. Claro que para eso este país tendría que ser el Estado social, democrático y de derecho que no es. La bajada de salarios, como se explica en otras reflexiones (ver la pestaña de economía) deriva de no haber reducido la jornada laboral a medida que aumentaba la productividad

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