El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha
señalado que "el pesimismo en
nuestro país ya está en retirada". Lo ha dicho este sábado en la
clausura
de la convención del PPCV, su primer acto con los populares valencianos
desde
que llegó a La Moncloa, en el que la búsqueda de "Wally el corroupto"
ha entretenido a los ciudadnos siemrpe amigos de la diversión.
Pero al día siguiente en la Plaza
de Oriente de tan profundas raíces franquistas la ciudadanía madrileña acudía
en testimonio de solidaridad al concierto protesta que daba la Orquesta de
Radio y Televisión Española a la que unos
necios incultos y semi-analfabetos (saben leer y escribir pero no entienden lo
que leen) pretenden convertir en trabajadores fijos discontinuos.
Esta decisión revela una vez más
el páramo cultural en el que se asienta la derecha de este país que vota a unos
políticos que ignoran el ABC de la cultura. La música es, mucho antes que cualquier
otra manifestación, la primera expresión cultural del ser humano. El sonido de
la voz nación como una canción, siguiendo un ritmo y una melodía hasta que
consiguió articularse en el lenguaje hablado. Los dirigentes del PP están en la
etapa anterior a esa primera evolución:
sólo saben emitir gruñidos inconexos sin ritmo ni armonía y ése es el resultado
de sus gruñidos: eliminar lo que son incapaces de entender en su situación de
primates poco evolucionados en que están.
Muestras de esta incultura las tuvimos
en otra Ministra de Educación, la Srª Aguirre, que dio el do de pecho cuando se
creyó que Saramago, reciente Nóbel, era una señora que se llamaba Sara y se
apellidaba Mago.
No contenta con eso, cuando .llegó
a la Presidencia de Madrid - tamayazo mediante - insistió en demostrar su
incultura afirmando que los profesores sólo trabajaban 21 horas/semana - ¿a qué
clase de colegio fue esa señora? - incapaz de entender, por elemental que
parezca, que tras una hora de docencia se esconden muchas horas de trabajo. ¿Se
cree ella que, por poner un ejemplo que pueda entender, que Nadal sólo trabaja 4
a 6 horas cada varias semanas cuando juega los partidos?
Si hubiera ido al concierto el
actual Ministro de (IN) cultura e (IN) Educación hubiera tenido oportunidad de
recibir la explicación del Director de la orquesta. Una orquesta no es una
máquina que se enchufa para que funcione y se desenchufa cuando no se quiere que
funcione. Una orquesta es un instrumento de una complejidad infinita un equipo delicadísimo
formado por múltiples elementos que hay que mimar con cuidado, entrenar
continuamente, afinar hasta la perfección y coordinar hasta conseguir el funcionamiento en fase, que es lo que hace que
una orquesta sea una orquesta y no una reunión de músicos que saben tocar, que
es, sin duda, lo que estos ministros incultos que nos gobiernan se creen.
Lo verdaderamente desolador es
que este proyecto revela que en todo el Gobierno no hay ni una sola persona que
sepa qué es la música; que sepa qué significa la música en la cultura; que sepa
lo que significa la música en la educación ética de un pueblo que sepa …., nada
de nada.
Una orquesta y un coro, además de
la belleza que son capaces de genera, son un elemento de educación en la
cooperación, de exaltación del trabajo bien hecho, de premio al virtuoso, de educación
en la democracia, porque el Director que recibe el respeto de todas las
personas a las que dirige sabe que sólo ese respeto recíproco a todos y cada
uno de sus miembros será lo que le permitirá crear, partiendo de muchos músicos
competentes, una orquesta o un curo, como un proyecto común de todos.
El maltrato a la escuela,
despreciando la labor del profesor, cuyo número reducen porque lo confunden con
un vigilante de niños, el maltrato al niño, al que desprecian en su desinterés
por atender y fomentar ese espíritu innato de aprender que tiene el ser humano
racional, alcanza su máximo en este último atropello, - ¡que estamos seguros
que no será el último! - que se hace en estos momentos a la música en concreto
en la orquesta y coros de radio televisión española ¡simplemente por su
profunda y crasa ignorancia!, por su nula sensibilidad artística, por su
cerrazón mental.
Nuestra esperanza es que cuatro
años pasan pronto, aunque el daño que en ellos se haga cueste décadas
recuperarlo. Nuestro temor es ¿volverá el pueblo a apoyar a estos negados?
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