Las recientes declaraciones de la Secretaria de Estado para la
investigación me llevan a plantearme la si los científicos que llegan a la
política eran así de antes, y por eso han llegado a la política, o si al llegar a
la política el efecto ha sido tal que se han vuelto así. Es decir, si de la substancia de una persona racionalmente política se ha producido un cambio a una substancia de charlatán políticom que en eso consiste la transusbstanciación: el cambio de substancia.
Cualquiera
de ambas explicaciones
permitiría entender las recientes declaraciones de la Secretaria de
Estado. Esta persona se había dedicado previamente a la investigación, ofrecía la
expectativa de
que cuando dijera algo, como cuando presentaba sus trabajos, dijera algo que se ignoraba antes de que empezara a hablar. Pero es un hecho experimental - ante el que hay que rendirse - que,
hace unos días, ha
demostrado esa capacidad intrínseca de tantos políticos de la que
hablábamos,consistente en hablar sin decir nada. ¿Recuerdan lo explicación
de la Srª Cospedal sobre el finiquito diferido? ¿Recuerdan la
explicación de los errores del Sr. Montoro? ¿Recuerdan cualquier
explicación del Sr. Rajoy? Pura charlatanería cuando no intento de engaño.
Como a la Secretaria de Estado no la conocí antes de ser nombrada Secretaria de Estado la duda sobre
el origen de esta habilidad tan claramente demostrada en estos días me queda sin desvelar, aunque presuma la ubstanciación. Analicemos alguna de sus declaraciones:
1.- “Tenemos que cambiar el número de investigadores manteniendo y mejorando
la calidad de los contratos mientras que reducimos la cantidad”
“Cambiar el número de investigadores” es una expresión que no dice
nada, porque no precisa si ese cambio del número es para aumentarlo o para disminuirlo.
Hacerlo en el primer caso incitaría aplaudirla; hacerlo en el segundo caso
invitaría abuchearlo. Oírle decir lo que dice invita a marcharse para no seguir
perdiendo más el tiempo oyendo sinsorgadas.
“Manteniendo
y mejorando la calidad de los contratos” constituye una alarde de progreso
en el discurso. De los gallegos se suele decir que no se sabe si subimos o
bajamos una escalera. No es cierto, por más que el Sr. Rajoy se empeñe en
convertir el tópico en realidad. De la Secretaria de Estado se puede precisar
que es capaz de subirla y bajarla al mismo tiempo. Ni principio ni
incertidumbre ni nada. Esto es la pura traslocación.
“Mientras reducimos la cantidad” es frase equivoca que no queda
claro cuál es el antecedente. Sin duda el más próximo es “los contratos”, lo
que quiere decir que se van a reducir los contratos, pero en tal caso debería
haber dicho “su cantidad “; pero no hay que descartar que la reducción de la
cantidad se refiera a los investigadores, que sería el antecedente remoto,
porque cuando la vaciedad domina una frase todo es posible.
2.- “Tendríamos que haberlo hecho así de todas formas: el sistema de I+D
español no es tan grande como para justificar que se pague a tantos
investigadores como lo hace actualmente”
“Tendríamos que haberlo hecho así de todas formas” ¿Quiere
eso decir que aunque tuviéramos suficiente dinero como para poder aumentar el
número de investigadores, el número de programas y la calidad Vd. los
disminuiría?
El sistema de I+D no es tan grande como para justificar que se pague a tantos
investigadores como lo hace actualmente.”. Veamos: “si el sistema no es tan
grande” - y eso es una realidad objetiva - eso quiere decir que “no se paga a
tantos investigadores” - y eso es otra realidad objetiva. Porque de donde no
hay no se puede sacar.
“Que se pague a tantos investigadores como lo hace actualmente” es
una conclusión que es contraria a la afirmación previa que es rigurosamente y
premeditadamente falsa porque la Secretaria de Estado sabe ¡perfectamente!:
términos absolutos y en términos relativos per capita o con referencia al PIB comparados
con los demás países europeos con los que nos queremos comparar, ¡ estamos por
debajo de todos los índices: número de investigadores, financiación per capita,
etc.
3.- “La idea, en tiempos de crisis, con recortes del 25 % del presupuesto en los
préstamos y subvenciones que son indispensables para investigar, es primar la
excelencia por encima de la calidad”.
¿Qué es excelencia y qué es
calidad, Srª Secretario de Estado, aclárese primero y de las adecuadas
definiciones para que sepamos qué está diciendo. La calidad es excelente y la
excelencia es de calidad. ¿Quiere, como la Srª Mato, que admitamos pulpo como animal de compañía?
4.- “Actualmente hay un centro de investigación biotecnológica o un parque
científico prácticamente en cada autonomía”.
¿Y qué? Eso no es bueno ni malo.
A la investigación lo que le interesa es que los centros de investigación
biotecnológica funcionen bien. El asunto de la divulgación popular, siento
importante, es un asunto menor. Mezclar ambas actividades en la misma frase
permite sospechar que no se tienen las ideas claras ni de la una, ni de la otra.
5.- “Solo los científicos que están demostrando que están yendo más allá de
las fronteras del conocimiento actual recibirán fondos”.
Si los comités de selección
financiaban proyectos científicos que no pretendían ninguna innovación en el
conocimiento, lo que hay que hacer es cambiar a esos comités, pero no reducir
los fondos. Si esa selección se hizo así de mal, sin duda quedaron sin
financiar otros que iban más allá de las
fronteras del conocimiento. Corrijamos la selección, ¡pero no reduzcamos el
presupuesto!
6.- Y respecto a parafrasear a
Einstein “con voluntad, nuestro
adelgazado sistema de I+D será capaz de sacar partido de la crisis, y salir de
ella más fuerte que nunca”, déjelo en paz. Nos llega con las delcaraciones de la Ministra de (des)Empleo que además de con mucha
voluntad le pide con muchísima más fe una "ayuda a la virgen del Rocío para acabar con
el desempleo". ¿La tendrá en nómina como asesora de nombramiento digital?¿Tendrá en nómina a alguno de sus oráculos, en el caso de que ella no tenga contacto directo? La
propuesta para la ciencia de la Secretaria de Estado es de la misma triste calidad intelectual.
En
cualquier caso, al menos mientras siga siendo Secretaria de Estado debería de
prometer no
hacer más declaraciones, porque si las
publican en Nature, que lo
leen muchos colegas, nos avergüenzan urbi et orbe- ¡todos hemos recibidos mails de colegas
escandalizados al
leerlas! pidiéndonos alguna explicación que a ellos se les escapaba - nos enfrenta a nuestra incapacidad para poder ni balbucear
una disculpa, por mínima que sea, por lo que allí se dice y tener que reconocer que la explicacion que a ellos se les había ocurrido, y que por disceción no decían, era la misma que la nuestras. Y no nos
merecemos ese mal trato gratuito. Para qué dar mala imagen de gestión de la Ciencia y la Investigacion en España ¿A cambio de qué?
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