Si señor, ya han pasado 44 años
desde que, por méritos de aprendiz al lado de su maestro, el golpista General
Franco, su Jefe se dio cuenta de que tenía buena madera para sucederle y
decidió nombrarle heredero de la dictadura con la que él había acabado con la
democracia en España. En este asunto no podemos dejar de reconocer el apoyo de
su padre, D. Juan de Borbón, Conde De Barcelona, que ingreso en el ejército de
Franco y de su abuelo Alfonso XIII, el rey conejo, que financió el genocidio
organizado por Franco y demás compinches.
Culminaba así la labor educativa
que su padre concertara con el genocida para que recibiera de él la educación
más adecuada para la formación de su hijo en los valores fascistas que
encarnaba el general - aunque más bien los que él encarnaba eran los valores
franquistas. El acuerdo culminó con el envío de un niño de 10 años, era 1948, a
la corte del Dictador.
Aquel 22 de julio de 1969 - ¿por
qué no elegiría Franco el 18? - fue la fecha en que designó a su heredero en la
dictadura. Tras muchas dudas, su primo Alfonso, posteriormente marido de su
nieta, también otro Borbón, parecía más franquista que Juan Carlos y había
demostrado su mayor competencia intelectual: era diplomático y llegó a ser
Embajador en Suecia, mientras que su primo Juan Carlos sólo había hecho el bachillerato y realizado una carrera
militar sui generis pasando un año en cada una de las academias hasta salir con
el grado de teniente.
Desde 1969 - ¡qué conducta tan
distinta a la manifestada en París en 1968 por una juventud ansiosa de renovar
el mundo - actuó de monaguillo de Franco al que acompañaba, como turiferario,
dando lustre rancio a las fotos del dictador reforzando la dictadura. Era su
forma agradecida de convencerle de que
sus juramentos de mantener la dictadura atropellando los derechos de los
españoles eran sinceros. Es cierto que en paralelo se reunía con algunas
personas de la oposición, algo que Franco no temía. Sabía que Juan Carlos no
quería la democracia; que lo único que le interesaba era heredar la finca y
hacerse con el cotarro. Para ayudarle, él tenía previsto dejarlo todo “atado y bien
atado”. Y lo logró. Eso tenemos ahora.
A su muerte reiteró sus
juramentos y le nombraron re: Nunca abjuró lo jurado. Llevó así a buen término
lo que Franco había previsto: convertir una dictadura persona en una dictadura
regia hereditaria. Para eso tuvo los contactos con la oposición clandestina; para
garantizarse, a cambio de nada, lealtades que le permitieran hacer su propio
juego: quedarse con la finca, como hicieran sus antepasados cada vez que, manu
militari, volvían a ser reyes después de que el pueblo españo9l los pusiera en
la calle en un ejercicio de libre voluntad democrática.
De un primer período de rechazo
se pasó a uno de confusión. Muchos creyeron
que era un paso a la democracia. No era
así. Hemos regresado a principios del S. XX. Otro Rey que está por encima de la
voluntad de los ciudadanos que, así, regresamos a la condición de súbditos, es
decir “sub-dictu” = bajo el dictado,
porque eso es una monarquía: una dictadura hereditaria con un Parlamento, como
Franco: cambiado todo para que todo siguiera igual.
La corrupción desborda desde la
familia del Jefe del Estado, pasa por los partidos que lo apoyan y que nos
impiden ejercer el derecho de elegir al Jefe del Estado. Como con Franco.
Al fin, la ciudadanía se da
cuenta de que “no nos representan”, ni el rey, al que eligió Franco, ¡nunca
nosotros!, ni los políticos que, en el gobierno o fuera de él, los elegimos
nosotros. Cada vez son más claras las voces pidiendo un cambio de la
constitución por otra democrática y federal, ¡por ese orden! Cada vez hay más
banderas republicanas llevada por militantes demócratas y por ello
republicanos. Cada vez la represión contra este ejercicio de la soberanía
popular se incrementa hasta el punto de hacernos rejuvenecer en el recuerdo.
Pero también cada vez es mayor
nuestra responsabilidad en lograr la unión de todos los partidos democráticos -
no hay democracia si no hay república (aunque la recíproca no sea siempre
cierta) - en torno a un único objetivo: recuperar la democracia. Tiempo habrá
para nuestras diferencias de detalle sobre la orientación del gobierno. Lo
importante es que, sea el que sea, sea democrático y republicano, que eso lo
decidirán las urnas después.
ALTERNATIVA REPUBLICANA ha dado
un gran paso adelante uniendo tres partidos; Hay que seguir dando pasos en este
acercamiento con los otros grupos republicanos. Las elecciones europeas están
cerca. Europa debe oír una voz clara honrada y democrática desde España.
0 comentarios:
Publicar un comentario