Inventada la imprenta surgió su
control exigiendo el “nihil obstat”, no hay objeción y el “imprimatur”, se
pude imprimir, para tener una
publicación legal. A la libertad sólo le quedó un recurso: las publicaciones
ilegales. Hoy las redes sociales han derrotado ese control. Convocatoria de
manifestaciones, autorizadas o no, han tenido su fruto en la primavera
árabe, en algunos casos poco democrático
pues logró el poder un movimiento que no permite discutir los preceptos divinos
que, por tanto, impone de modo no democrático.
Pero Wikileaks y Snowden han logrado
descubrir las turbias cloacas sobre las
que flota el poder ¿legalmente constituido? que está preparando modificaciones
legales ¿democráticas? que recuerdan las de los nazis, fascistas y franquistas
o los totalitarios stalinistas y maoístas.
Los blogs, los periódicos
digitales, los twitter y mil y una formas continuamente renovadas de
comunicación y difusión invaden la red hasta el punto de que acaban con nuestro
tiempo libre. Ya no hay tiempo para leer estas noticias, ciertamente
interesantes, que genera la red. Es bueno porque indica una gran sintonía entre
autores y lectores y re-difusores ¿y luego qué?
Pienso, y soy el primero en la
lista de pecadores, si esta continua denuncia de lo intolerable es útil y para
quien; si esta lectura de las denuncias es útil y para quien; si esta
re-difusión de lo leído es útil y para quién. Sin duda para nosotros, los
ciudadanos que así dejamos de ser una voz silenciosa cuyo silencio manipula
nuestro presidente del gobierno diciendo que porque no nos quejamos estamos con
él. Nos quejamos, Sr. Presidente; y no estamos con Vd.
Ahora bien, ¿esta libertad no
tiene un efecto boomerang desde el punto
de vista de la eficacia? ¿no se nos va la fuerza por la boca, por internet,
creando una falsa sensación de que hacemos algo, pero que es inútil? Denunciar la
corrupción general del poder político ¿es suficiente? Pedir que el privilegio del
dictador heredado por Juan Carlos I no sea hereditario ¿basta? “Exigir” la
revisión de la constitución para que sea democrática, que exige la extinción de
la monarquía ¿sirve para algo? Denunciamos, pedimos y exigimos “a ellos”, a los
corruptos, a los herederos y a los que quieren que todo siga “atado y bien
atado”. Lo que hay que hacer es conseguir.
ALTERNATIVA REPUBLICANA es un partido que
surge de al unirse tres partidos democráticos y republicanos aunando voces
discrepantes en lo accidental reuniéndolas en una voz más fuerte en lo
esencial: recuperar la democracia. Es un “paso pequeño para la república pero
grande para la democracia”. Ése es el camino que, cediendo protagonismo, deben
de recorrer todos los partidos que, por
ser republicanos, sean democráticos y quieran, inequívocamente, recuperar la
democracia plural que nos robó el capital, la iglesia, y los totalitarios de
todo signo.
Pronto habrá elecciones al
Parlamento europeo. Una candidatura republicana democrática aunando todos los
partidos democráticos republicanos lograría un representante o quizá dos. Sería
el segundo paso pequeño para la república pero grande para la democracia”.
Hablemos, pues, todo lo que sea
necesario, pero unámonos más.
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