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24 sept 2013

Democracia al fin de la Transición: (2) bromas y veras

  El humor es la salida pacífica ante el atropello inevitable. Por eso en la época de Franco había muchos chistes relacionados con una dictadura que no conseguíamos evitar y en estos momentos hay tan pocos con la dictadura del heredero del dictador porque sabemos que ésa nos la vamos a quitar del medio cuando se muera y tampoco tenemos tanta prisa.

                Juan de Borbón, el hijo del rey Alfonso XIII, al ver que el dictador que acabara con la república no quería nombrarlo rey le encomendó la educación de su hijo en los valores dictatoriales y fascistas que él representaba. Pero en el fondo, al fin y al cabo él también había intentado apoyar el golpe fascista contra la democracia, seguía esperando llegar a ser rey.
Pero cuando ya se veía que el montaje iba por otro camino y que el dictador y genocida, General Franco, acabaría o no nombrando rey a su hijo pero nunca a él, decidió hablar con el muchacho y decirle: “mira, hijo mío, todavía eres un niño, pero ya eres bastante mayor, tengo que decirte algo los reyes son los padres”. El hijo dijo que bueno, pero lo aplicó, como los demás niños a los Reyes Magos, no a los reyes de reinar expoliando al pueblo de ciudadanos libres convertidos en súbditos.
Las cosas fueron como se preveía; al final el dictador, que se había inventado un reino para que los aliados - tras el fracaso del fascismo y el nazismo no la emprendieran con él - decidió nombrar rey a su “pupilo” que, dócil, juró que seguiría tropellando nuestros derechos a cambio de recibir en herencia la dictadura.
Bajo la presión de la reacción de los militares, dispuestos a organizar un segundo genocidio las fuerzas políticas no democráticas, y por ello no republicanas - PSOE y PC - abdicaron de toda veleidad democrática. Las fuerzas de la derecha, los nacionalismos del PNV, CiU, CDC y PP (heredera del franquismo a través de la refundación de AP, fundada por 7 ministros de Franco, llamados “los 7 magníficos” como el título de un a película de aquella época) no tuvieron que abdicar da nada porque su nacionalismo -basado en el hecho diferencial que considera con más derechos a los nacidos en unas provincias que a los nacidos en otras - es antidemocrático.
En esas condiciones se hizo una votación y se convocaron unos comicios de los que se excluyó a los partidos republicanos que no admitieron no incluir en su propaganda la reivindicación de la república. De este modo se organizó el nuevo Parlamento, continuidad del anterior, bajo la Jefatura del Estado del designado por el dictador que - consciente de su origen ilegítimo - se declaró dispuesto a hacer la Transición a la Democracia.
Educado en la mentira, ésta fue la más sonada de todas - hubo muchas - porque lo que estaba organizando era la Transición de la Dictadura Militar a la Dictadura Regia en un nuevo engaño al pueblo al que sigue considerando sus súbditos porque está sub dictum -bajo el mandato - del anterior dictador al que ha heredado en su derecho a seguir teniendo súbditos.
Pues bien, en estos momentos en el que, con igual paciencia que con el anterior dictador militar, estamos dispuestos a esperar que se extinga la vida del actual dictador regio, para recuperara la democracia republicana de la que, uno tras otro nos han privado desde hace casi ochenta años, conviene recordar aquel chiste y aplicárselo a su hijo que, con un tupé propio de Alan Ladd, no se despeina en su pretensión de seguir heredando la dictadura monárquica de su padre.
Por eso, el pueblo en el que reside la soberanía y del que emanan todos los poderes del Estado (art.. 1.2,CE78) le va a decir dentro de unos días, dándole un aviso con el Jaque al Rey, “los reyes son los padres”, no los hijos.
Y así como en el caso de su abuelo no fue verdad, el padre del actual dictador regio no fue rey, en el caso del hijo del actual dictador regio si va a ser verdad: el hijo no será rey.
Ahora bien, si es demócrata - que es evidente que no lo es - y si es verdad que se cree tan preparado como todo el mundo dice - y él mismo no está seguro de estarlo tanto - tiene la oportunidad de llegar a ser Jefe del Estado presentándose ante el pueblo y pidiendo que le elijan. Pero le falta, como dice en la Zarzuela “lo que hay que tener” con lo que nos demuestra que le falta “el mérito y capacidad” que es exigible a cualquier Jefe del Estado.

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