El humor es la salida pacífica ante el atropello
inevitable. Por eso en la época de Franco había muchos chistes relacionados con
una dictadura que no conseguíamos evitar y en estos momentos hay tan pocos con
la dictadura del heredero del dictador porque sabemos que ésa nos la vamos a
quitar del medio cuando se muera y tampoco tenemos tanta prisa.
Juan de Borbón, el hijo del rey Alfonso XIII, al ver
que el dictador que acabara con la república no quería nombrarlo rey le encomendó
la educación de su hijo en los valores dictatoriales y fascistas que él
representaba. Pero en el fondo, al fin y al cabo él también había intentado
apoyar el golpe fascista contra la democracia, seguía esperando llegar a ser
rey.
Pero cuando
ya se veía que el montaje iba por otro camino y que el dictador y genocida, General
Franco, acabaría o no nombrando rey a su hijo pero nunca a él, decidió hablar
con el muchacho y decirle: “mira, hijo mío, todavía eres un niño, pero ya eres
bastante mayor, tengo que decirte algo los reyes son los padres”. El hijo dijo
que bueno, pero lo aplicó, como los demás niños a los Reyes Magos, no a los
reyes de reinar expoliando al pueblo de ciudadanos libres convertidos en
súbditos.
Las cosas
fueron como se preveía; al final el dictador, que se había inventado un reino
para que los aliados - tras el fracaso del fascismo y el nazismo no la
emprendieran con él - decidió nombrar rey a su “pupilo” que, dócil, juró que
seguiría tropellando nuestros derechos a cambio de recibir en herencia la
dictadura.
Bajo la
presión de la reacción de los militares, dispuestos a organizar un segundo
genocidio las fuerzas políticas no democráticas, y por ello no republicanas -
PSOE y PC - abdicaron de toda veleidad democrática. Las fuerzas de la derecha, los
nacionalismos del PNV, CiU, CDC y PP (heredera del franquismo a través de la
refundación de AP, fundada por 7 ministros de Franco, llamados “los 7
magníficos” como el título de un a película de aquella época) no tuvieron que
abdicar da nada porque su nacionalismo -basado en el hecho diferencial que
considera con más derechos a los nacidos en unas provincias que a los nacidos
en otras - es antidemocrático.
En esas
condiciones se hizo una votación y se convocaron unos comicios de los que se
excluyó a los partidos republicanos que no admitieron no incluir en su
propaganda la reivindicación de la república. De este modo se organizó el nuevo
Parlamento, continuidad del anterior, bajo la Jefatura del Estado del designado
por el dictador que - consciente de su origen ilegítimo - se declaró dispuesto
a hacer la Transición a la Democracia.
Educado en
la mentira, ésta fue la más sonada de todas - hubo muchas - porque lo que estaba
organizando era la Transición de la Dictadura Militar a la Dictadura Regia en
un nuevo engaño al pueblo al que sigue considerando sus súbditos porque está sub
dictum -bajo el mandato - del anterior dictador al que ha heredado en
su derecho a seguir teniendo súbditos.
Pues bien,
en estos momentos en el que, con igual paciencia que con el anterior dictador
militar, estamos dispuestos a esperar que se extinga la vida del actual
dictador regio, para recuperara la democracia republicana de la que, uno tras
otro nos han privado desde hace casi ochenta años, conviene recordar aquel
chiste y aplicárselo a su hijo que, con un tupé propio de Alan Ladd, no se
despeina en su pretensión de seguir heredando la dictadura monárquica de su
padre.
Por eso, el
pueblo en el que reside la soberanía y del que emanan todos los poderes del Estado
(art.. 1.2,CE78) le va a decir dentro de unos días, dándole un aviso con el Jaque
al Rey, “los reyes son los padres”, no los hijos.
Y así como
en el caso de su abuelo no fue verdad, el padre del actual dictador regio no fue
rey, en el caso del hijo del actual dictador regio si va a ser verdad: el hijo
no será rey.
Ahora bien,
si es demócrata - que es evidente que no lo es - y si es verdad que se cree tan
preparado como todo el mundo dice - y él mismo no está seguro de estarlo tanto
- tiene la oportunidad de llegar a ser Jefe del Estado presentándose ante el pueblo
y pidiendo que le elijan. Pero le falta, como dice en la Zarzuela “lo que hay
que tener” con lo que nos demuestra que le falta “el mérito y capacidad” que es
exigible a cualquier Jefe del Estado.
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