La
confusión entre legalidad e ilegitimidad, sin duda una mala educación heredada,
siguen manifestándose de modo reiterado cuando añade: por todo ello y ante esta
situación de extrema gravedad, que requiere el firme compromiso de todos con
los intereses generales, es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado
asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las
instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña,
basado en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía. Los legítimos podres
del Estado si es que existieran - desde 1939 sólo tenemos poderes legales
del Estado, que es otra cosa - a lo
que tendrían que dedicarse sería a recuperar un Estado democrático
parlamentario dando fin a esto que se no s ofreciuó conmo una transición de la
dictadura militar parlamentaria pero que acabó convirtiéndose en el objetivo
final: la dictadura monárquica parlamentaria con la que el golpista y genocida
General Franco dejo todo “atado y bien
atado”, pero en lo que siguen empeñados es en mantener el nudo. ¿Saben como
resolvió Alejandro el nudo gordiano? Deberían aprender historia.
Tras este
preámbulo tan lleno de falsedades el Jefe del Estado reeparte mensajitos por do
quier: Hoy quiero, además, transmitir
varios mensajes a todos los españoles, particularmente a los catalanes. A los
ciudadanos de Cataluña – a todos − quiero reiterarles que desde hace décadas
vivimos en un Estado democrático que ofrece las vías constitucionales para que
cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley. Mal
empezamos con los mensajitos si insistimos en decir mentiras: esto no es un
Estado democrático sino una dictadura monárquica parlamentaria inventada por un
dictador y golpistas que ts jurar la CE31 se levantó contra ella. Y si bien es
cierto que ofrece las vías
constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del
respeto a la ley´ ¿para qué sirven unas vías si cuando se quiere ir por
ellas mediante un referéndum se prohíbe
el tránsito? Semejante prohibición es un fraude de ley y un abuso de la buena
fe de los ciudadanos que por no haberse leído la CE78 ignoran todas las
mentiras que contiene.
Porque, como todos sabemos, sin ese respeto
no hay convivencia democrática posible en paz y libertad, ni en Cataluña, ni en
el resto de España, ni en ningún lugar del mundo. ¡No señor mío! Cuando no hay convivencia democrática posible en paz y libertad, ni en
Cataluña, ni en el resto de España, ni en ningún lugar del mundo, es cuando
se le impone a uno un jefe del Estado y se le prohíbe al ciudadano elegir libre
y periódicamente.
Pero la
mentira se repite una y otra vez y, como todas las mentiras, cda vez que se
dice hay unos cuantos que se la creen. Porque se trata de eso, de creer, no de
razonar: En la España constitucional y
democrática, saben bien que tienen un espacio de concordia y de encuentro con
todos sus conciudadanos. Es falso:
España es constitucional, pero no es democrática, España no tiene un espacio de
concordia y de encuentro en tre todos los ciudadanos mientras haya uno, Vd. y
su familia, que tiene más derechos que los de más violando el art. 14 CE78 con
el Título II de la CE78. Debería conformarse con que cuele sin decir mentiras
para justificar la dictadura monárquica parlamentaria que heredó su padre de
Franco.
Pero sigue
diciendo como aquel famoso Felipito Tacatún de su infancia o adolescencia
franquistas: sé muy bien que en Cataluña
también hay mucha preocupación y gran inquietud con la conducta de las
autoridades autonómicas. A quienes así lo sienten, les digo que no están solos,
ni lo estarán; que tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los
españoles, y la garantía absoluta de nuestro Estado de Derecho en la defensa de
su libertad y de sus derechos. ¿Y qué pasa con aquellos que no tienen
preocupación ni inquietud con la conducta de las autoridades autonómicas. No sé si
suponer de carecer de la mínima empatía con ellos que si les partiera un rayo,
o les ab rieran la cabeza con un palo legalmente aplicado de modo proporcional
y moderado por las FCSE tampoco le importaría demasiado ¡por malos! o si su
reacción llegaría al nivel de aquella Diputada
del PP: “... que se j...!” Ni una palabra para los catalanes
burlados año tras año con el engaño de otra de las muchas falsedades de la CE78
negándoles el derecho constitucional a expresar su opinión (art. 20.1 CE78!: “Se reconocen y protegen los
derechos: a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones
mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción. ¡Pobrets!
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