Sigue con su texto de acusaciones han
quebrantado los principios democráticos de todo Estado de Derecho y han
socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando
─desgraciadamente─ a dividirla. Hoy la sociedad catalana está fracturada y
enfrentada. ¡Estas mentiras son de su propiedad o la autoría es del
gobierno?, porque esta dictadura monárquica parlamentaria tampoco respeta los
principios democráticos, no es un Estado de Derecho, reproches que, por tanto
no está legitimado para hacer a nadie por más que pueda existir un abstracto
reproche. En cuanto a los reproches de pérdida de armonía, y convivencia y a
producción de división en la sociedad catalana el mérito es íntegro del SR.
Rajoy y su gobierno. De haber permitió la consulta, como la CE78 permite, ésta
consulta hubiera sido una consulta más donde no se hubiera socavado la armonía
ni la convivencia ni producido ninguna división. Identificar al autor conviene
antes de empezar a desgranar reproches salvo que uno se quiera apuntar al grupo
de los injustos.
También es
falso afirmar que “esas autoridades han
menospreciado los afectos y los sentimientos de solidaridad que han unido y
unirán al conjunto de los españoles; y con su conducta irresponsable incluso
pueden poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y de toda
España”. Son puros ditirambos esas alegaciones que resultan cínicas en boca
del biiznieto de quien provocó un
autogolpe, como hizo su tio Constantino en Grecia, y que también le hizo perder
unos derechos consuetudinarios pero ilegítimos; el nieto del que ser apuntó con
nombre falso para asesinar a los españoles que defendían el orden
constitucional democrátiico pacíficamente logrado en la II República, el hijo
del que se ha deshecho en alabanzas sin vergüenza a favor del mayor genocida de
la historia de España y uno de los mayores de la de Europa cuyo golpe de Estado
fue la ilegítima e ilegal forma de volver a poner en el trono a un Borbón
después de que el pueblo los pusiera pacíficamente en la calle, a Ible II y a
Alfonso XIII, en lo que tuvieron más fortuna que Carlos I de Inglaterra y Luis
XVI de Francia, que Maximiliano de México o que Nicolas II de Rusia.
Falsea
asimismo la historia cuando añade “En definitiva, todo ello ha supuesto la
culminación de un inaceptable intento de apropiación de las instituciones
históricas de Cataluña”, porque si se refiere a la historia reciente, la
del inventor del reino de España que se inventó que el rey fuera su papá no es
cierto. Cataluña bajo la dictadura militar carecía de todo respeto a sus
instituciones históricas que le reconoció la II República Democrática de España
y que fueron abolidas con el ilegal, ilegítimo y genocida golpe de Estado
contra la CE31. Y si se refiere a las históricas, las que existían desde que
tras el nacimiento del hijo de Petronila Y del Conde Ramón Berenguer IV,
Alfonso II de Aragón desaparecieran bajo aquel desequilibrado que se llamó
Felipe V que en sus Decretos de Nueva Planta cambió toda la regulación jurídica
del Reino en Castilla (incluida Galicia y América) y los reinos de Navarra y
Aragón (incluidos los condados catalanes y los reinos de Valencia y Mallorca).
También es
falso afirmar que “esas autoridades, de
una manera clara y rotunda, se han situado totalmente al margen del derecho y
de la democracia. Han pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía
nacional, que es el derecho de todos los españoles a decidir democráticamente
su vida en común. Lo que han hecho ha sido consultar la opinión del pueblo,
convertida en ilegal por decisión del Sr. Rajoy y su gobierno, pero en modo
alguno antidemocráticamente porque precisamente a lo que se oponen es a seguir
siendo parte de una dictadura monárquica parlamentaria con la que Franco dejó
todo “atado y bien atado”.
Y, por favor,
aclare un poco sus ideas en conceptos elementales de política y derechos
humanos. La soberanía nace de libertad
individual de cada ser humano. Reside en toda su infinitud en todos y cada
uno de ellos. Ellos individualmente son los que al ejercen cuando eligen en
quien dejan la administración y la protección de su ejercicio: el de la
libertad y la soberanía que siguen siendo suyas de modo intransferible. Sólo
las dictaduras hablan de soberanía nacional como si ella fuera un atributo colectivo.
Para un hombre (mujer o varón) libre la soberanía reside en él y la ejerce de
modo individual dentro de cada colectividad. La elección de sus representantes
no significa que le “cede la soberanía”; sólo le otorga su administración con la condición de que proteja su libertad y
su soberanía que son personales.
0 comentarios:
Publicar un comentario