Si yo fuera el Sr. Puigdemont haría la siguiente declaración:
"De acuerdo con el art. 20.1CE78: "Se reconocen y protegen los derechos: a) A
expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la
palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción" hemos
estado reivindicando pacífica pero constantemente nuestro derecho a su
ejercicio de conformidad con el art. 149.1. "El Estado tiene competencia exclusiva sobre las siguientes materias:,
32ª Autorización para la convocatoria de consultas populares por vía de
referéndum".
Frente a esta reivindicación constitucional el Sr.
Rajoy y su Gobierno han atropellado este legítimo derecho democrático que incluso
recoge esta constitución lo que la convierte en legal, en su art. 9 2. CE78 donde establece: "Corresponde a los poderes públicos promover
las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los
grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que
impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los
ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social", que es una
obligación legal y constitucional que ha sido violada por el Sr. Rajoy y su
Gobierno con el apoyo del segundo Rey del reino inventado por Franco
Este actitud del Sr. Rajoy y su gobierno ha sido
claramente antidemocrático e ilegal. 1.- Antidemocrática porque desprecian su
principio básico: la soberanía que
reside en la libertad que reside en cada ciudadano. Sólo en los regímenes
totalitarios la soberanía reside en el poder se denomine éste dictadura del
proletariado, dictadura militar, dictadura teocrática, dictadura civil, dictadura
monárquica, etc.
2.- Iegal e
Inconstitucional porque el art. 9.2 CE78 exige que esa soberanía se ejerza a
través de los "grupos en que se
integran" sean estos sindicados, asociaciones profesionales, etc., o
sean los Ayuntamientos y Cabildos, las Diputaciones, los Parlamentos
autonómicos o el mismo Congreso de los
Diputados.
El Sr. Rajoy es un fraudulento incumplidor de la CE78, bien es verdad amparado
por esa misma constitución cuyo tufillo franquista es claro y, probablemente
por ello, lo ejerció el Sr. Rajoy con el apoyo, como cabía esperar, del Jefe
del Estado nombrado por Franco. Pero eso es un fraude de ley tal y como lo define el art. 6.4 CC: Los actos
realizados al amparo del texto de una norma que persigan un resultado prohibido
por el ordenamiento jurídico, o contrario a él, se considerarán ejecutados en
fraude de ley y no impedirán la debida aplicación de la norma que se hubiere
tratado de eludir.
Ojalá se cumpla algún día lo que dice este art, 7 y también
lo que establece el art. 7.CC: 1. Los derechos deberán
ejercitarse conforme a las exigencias de la buena fe. 2. La ley no ampara el abuso del derecho o el ejercicio
antisocial del mismo. Todo acto u omisión que por la intención de su autor, por
su objeto o por las circunstancias en que se realice sobrepase manifiestamente
los límites normales del ejercicio de un derecho, con daño para tercero, dará
lugar a la correspondiente indemnización y a la adopción de las medidas
judiciales o administrativas que impidan la persistencia en el abuso.
No es paradójico que los que acabaron con la
democracia en España y aún apoyan el golpe de Estado de 1936 y su posterior genocidio
se disfracen ahora de defensores de la Constitución de 1978. Al fin y al cabo es la Constitución nacida
de aquel golpe de Estado. El primer heredero del Dictador Militar, Juan
Carlos I de Franco y de Borbón, heredó
un poder ilegítimo, aunque legal, basado en una ideología fascista y
antidemorática, la del golpista financiada por su abuelo, y le juró que continuaría atropellando
nuestros derechos con sus mismas leyes bajo
esta monarquía que le regalara.
Una vez "heredada la finca", como hicieron
sus antepasados dictadores monárquicos, reivindicó que nunca había incumplido su juramento
porque la CE78 ha sido una continuidad de la ley franquista sin que
en ningún momento se haya producido solución de continuidad, y tenía razón en
su disculpa. Por eso esto no es una democracia sino una dictadura monárquica
parlamentaria - la de Franco también era parlamentaria - que él “dejó atado y bien atado.
Es un fraude de la democracia llena de mentiras desde
el art. 1.2 CE78: "la soberanía
reside en el pueblo español de donde emanan todos los poderes del Estado"
porque el pueblo español NUNCA eligió al Jefe del Estado. Su poder emanó de
Franco y nunca se permitió elegirlo libre y periódicamente como pasa en los
Estados que son democráticos.
Obsérvese si al votar la CE78 el resultado hubiera salido NO hubiera
seguido siendo Jefe del Estado Juan Carlos I de Franco y Borbón. Eso pone de
manifiesto que al votar la CE78 NUNCA elegimos al dictador monárquico, sino
sólo sobre que leyes seguiría siendo el dictador.
Las votaciones en Cataluña fue lo único que se permitió
dentro del espíritu fascista y totalitario disfrazado de democrático in serlo. Aunque
la mayoría de los participantes votaron a favor de constituir una República
democrática catalana no se puede negar la irregularidad de la que hemos sido
víctimas. Pese a su legitimidad se le reprocha su ilegalidad por quienes
pudiendo convertirla en legal lo impidieron. Sin duda muchos votantes no
participaron por temor a represalias de grupos fascistas que siguen empoderados dentro
de España y también en Cataluña. En esas condiciones, después del alarde
ofrecido al mundo de ser un pueblo pacífico hemos considerado políticamente
recomendable demorar la proclamación de la República democrática en Cataluña.
Creemos que nuestro esfuerzo pese a los múltiples malos
entendimientos sirva de referencia de lo que los ciudadanos democráticos
podemos conseguir pacíficamente. Ojalá el resto de los españoles que también
defienden la democracia se sumen a nuestra iniciativa y todos juntos podamos enterrar
estos últimos restos franquistas antidemocráticos que hay bajo esta monarquía
que el inventó y cuyos reyes él designó.
Es necesario recuperar la dignidad de la libertad
individual. Ello sólo será posible dentro de una República Democrática. Dentro
de una común República Democrática se podría satisfacer el sentimiento
democrático de independencia de todo resto político dictatorial que reside en los ciudadanos que defienden la libertad en
Cataluña. Es, sin duda, un ansia común con la que sienten los demás demócratas
que hay en el resto de España. La unidad partiendo de la libertad individual es
la gran opción de la independencia nacida de la libertad de elección."
Y si lo somete a la votación en el Parlamento conseguiría el apoyo mayoritario a la propuesta
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