No vamos a
conmemorar esta fecha, como quieren seguir haciendo algunos animosos
descendientes de los genocidas en Barcelona donde la Srª Alcaldesa Dª Ana
Colau, con toda la razón del mundo ¡y un poquito más! Se trataba de una
celebración en un foso del castillo de Monjuich ¿es un foso del
castillo?; ¿por qué se llama de Santa Elena?; ¿es una fosa común?
bendecida - como corresponde a su apoyo al golpe de Estado - por la iglesia
católica uno de cuyos piadosos representantes diría una misa recordando probablemente
algún texto evangélico. No me imagino cual será el elegido, porque tener tiene
muchos.
"¿Conoce
aquel que diu ....?
1.- "No acumuléis
tesoros en la tierra donde la polilla y la herrumbre destruyen y donde ladrones
penetran y roban sino acumulad tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la
herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban (Mt. 6, 19,20). La
glosa a este texto debería recordar que la II República, por razones de mera
justicia social y no para ganar ningún cielo extraterrestre, se dedicó a eso,
pese a lo cual los golpistas prefirieron seguir acumulando tesoros en la
tierra, asesinado a quien hiciera falta para ello, inventar el
"antipolil" y poner su dinero en "oro" en una banca suiza
que ya se sabe que en Suiza el dinero no se corroe.
2.- "Habéis oído que se
dijo "ojo por ojo, diente por diente·, pero yo os digo: no resistáis al
que es malo; antes bien, a cualquiera que te abofetee en la mejilla derecha,
vuélvele también la otra (Mt. 5.38,39). La glosa a este texto exige un
reproche: cuando la democracia republicana abofeteaba la mejilla de los ricos
para contribuir a la justicia social, la solución no era una guerra sino
presentar la otra mejilla hasta que la justicia social se lograra mediante un
reparto más equitativo de la riqueza. Ellos prefirieron dar un golpe de estado,
organizar un genocidio contra todos los demócratas, violar a sus mujeres
"para que supieran lo que era un "hombre fascista" ¡ya lo
sabían! y "dar el ciento por uno de maldad en esta vida". Los hubo que
se superaron.
3.- “Mete tu espada en la
vaina porque el que a hierro mata a hierro muere” (Mat. 26,52). La glosa es que
no siempre es cierto: ahí tenemos a todos los generales que no murieron en la
guerra después de haber sido ellos los primeros en sacar la espada que, como su
CAUDILLO POR LA GRACIA DE DIOS se murieron en la cama suponemos que confortados
por el “santísimo sacramento, la unción sacramental y ¿por qué no? la bendición
de su santidad, que la actual sigue bendiciendo a su feliz y satisfecho heredero
Felipe VI continuador de la dictadura, aunque ahora monárquica y hereditaria.
4.- También podría glosar a
Juan Pablo II que en su encíclica sobre el Espíritu Santo “Dominum et vivificantem”, 48, dice “Si Jesús declara imperdonable
este pecado - se refiere al pecado contra el espíritu Santo - es porque esta no
remisión [del pecado] está unido, como a su causa a la no penitencia [confesar
que se ha pecado] es decir el rechazo radical a convertirse”. La glosa
consistiría en preguntar a los presentes
cuántos de ellos han reconocido su pecado; cuantos de los que lo reconocieron
¡si hubiera alguno! están dispuestos a repararlo en lo reparable; es decir, cuántos
dejarían de seguir haciendo daño permitiendo a sus víctimas que pudieran encontrar
el cuerpo de sus parientes asesinados para darles una digna sepultura.
5.- “Si alguno dice: yo amo a
Dios y aborrece a su hermano es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano
a quien ve no puede amar a Dios a quien no ha visto”. La glosa sería una pregunta
¿qué pamema estáis haciendo viniendo aquí a celebrar el genocidio? terminando con
el texto que también dice: “si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te
acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda
allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego
vuelves y presentas tu ofrenda” (Mat. 5,25).
La
jerarquía eclesiástica debería agradecerle a la alcaldesa Srª Colau que evitara
esa reunión de “sepulcros blanqueados, hermosos por fuera pero por dentro llenos
de huesos de muertos y de podredumbres. Así también sois vosotros por fuera parecéis
justos delante de los hombres pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de
iniquidad” (Mat. 23,27). Pero no lo hará. Por mucho que parezca que este Papa
lo está cambiando todo ¡aquí no cambia nada!
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