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25 jul 2015

Alegría de vivir

                Los eternos beligerantes, gente a la que le gusta es que otro le dé un garrotazo a quienes ellos no se atreven a darlo, aplaudió unas declaraciones que merecerían una discreta ignorancia. Las comento porque han sido jaleadas con insensatez por ciertos medios de comunicación como parte de la eterna “ceremonia de la confusión” que organizan quienes deberían informar con objetividad y, a lo sumo, con espíritu críticamente racional y no visceralmente cainita.
                Según parece D Felipe de Borbón dijo: “en medio de la general aprobación, dejó ver cómo el último desafío soberanista ha endurecido sutilmente sus palabras y sus gestos, hasta marcar la línea roja al independentismo. "El respeto a la ley nunca ha sido ni es ni debe ser una alternativa", fue su claro mensaje, dirigido a todas las "instituciones del Estado".
                A mí las actuaciones de todos los dictadores monárquicos que aún están en ejercicio me retrotraen a los cuentos de mi infancia de príncipes y princesas. Recuerdo el de la madrastra de Blancanieves que le preguntaba al espejito mágico que tenía en su alcoba - porque reyes y reinas no tenían habitaciones como tenemos los de más, sino alcobas. “Spiegelein, spiegelein an der Wand, wer ist die schönste Mädchen im ganzen Land?” (espejito, espejito que estás en la pared quién es la joven más guapa en todo el país?) con lo que el espejito le dijo que ella, aunque de joven ya tenía poco, pero que había otra más joven y más bella, con lo que decidió matarla.
A mí las actuaciones de todos los dictadores monárquicos que aún están en ejercicio me retrotraen a los cuentos evangélicos de mi infancia. Recuerdo aquel de los fariseos que querían apedrear a una adúltera y le preguntaron: ” Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Más esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra”.
                Me pregunto, retóricamente, si D. Felipe no conoce estos dos cuentos ¿por qué no se los aplica? ¿Se cree libre de pecado de incumplimiento de la ley por no haber sido nombrado directamente por el dictador, como su padre, cuya característica fue la de haber incumplido la ley por la que los españoles nos habíamos dado un régimen democráticamente republicano?
                Con ánimo pendenciero, ¿con cuál si no?, cierta prensa destaca que saludó primero al Presidente del Tribunal Supremo (noveno en el orden protocolario) y luego al Presidente de la Generalitat de Catalunya (undécimo en  dicho orden). Respetar el orden protocolario forma parte del espectáculo. ¿No saben estos periodistas que la noticia es que morder al perro?             
         Que el rey franquista se defina como Jefe del Estado es autoturiferismo. Lo es porque lo decidió el dictador militar que - ¿no se ha dado cuenta todavía? - fue el español que incumplió más leyes: las  de la república democrática, las de los derechos del hombre y el ciudadano proclamadas un par de siglos antes y las de dios, proclamadas veinte siglos antes. Debería de saber - ¡y no me cabe la más mínima duda de que es consciente de ello pero le trae sin cuidado! - que no ejerce ese empleo en virtud de un nombramiento libre y democrático de los ciudadanos.
         Las "herencias" se heredan íntegras; no se puede heredar sólo el crédito y no las deudas. Lo que él heredó fue la ilegitimidad antidemocrática del dictador militar, que nada de lo que él hizo tuvo nunca la más mínima legitimidad democrática. Ilegítimamente otorgó a su padre con el “supremo poder que ostentaba” - ¿acaso no era el Caudillo de España por la GRACIA DE DIOS? - el derecho a que su descendencia heredera un puesto para el que nunca fue elegido ni él ni sus "herederos" por los ciudadanos. Regresamos así a los “buenos tiempos” en los que quienes nos llama ciudadanos sabe que somos sus súbditos, ¡que es lo que realmente seguimos siendo! pues estamos sub dictum, es decir, bajo el dictado del dictador militar que lo dejó todo “atado y bien atado”.
A mí las actuaciones de todos los dictadores monárquicos que aún están en ejercicio me retrotraen a los cuentos de mi infancia. Recuerdo la leyenda del nudo que no se podía desatar y que como la espada Scalibur, quien pudiera hacerlo sería elegido rey. Gordias, un labrador podre lo cortó de un tajo y separó ambos extremos. Fue elegido rey ¡pero democráticamente!
Los demócratas republicanos quisiéramos que fuera verdad que “el respeto a la ley no es una alternativa” y que como en el cuento evangélico tirara la piedra sólo quien estuviera libre de pecado. Quisiéramos que fuera verdad que “para el Poder Judicial, como para el resto de las instituciones del Estado, el respeto a la Ley nunca ha sido, ni es, ni debe ser un simple trámite, una mera formalidad" y que se diera fin de una vez todas - vivimos las consecuencias del tercer golpe de Estado - al fraude de ley en que vivimos. Quisiéramos que fuese verdad, por último, que "En su raíz más profunda respetar la Ley es la fuente de legitimidad y la exigencia ineludible para una convivencia democrática en paz y libertad".

                Que cada día falte menos para concluir esta “transición a la democracia” mantiene nuestra alegría de vivir.

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