Partimos de
la declaración de la inmensa torpeza
intelectual, una “gracieta de nula gracia” de los twitter del Sr. Zapata
que tiene tan alborotado al gallinero de la derecha que rasgándose las vestiduras
mejor que un fariseo eleva su grito al cielo donde nadie les escucha. ¿Será que
no gritan lo suficiente?
Claro que
teniendo en cuenta lo que Cristo le dijo a los fariseos es posible que,
simplemente, no quiera escuchar los
lamentos de aquellos a los que denunció: ”Les gusta ocupar los primeros puestos en
las comidas y los primeros asientos en las sinagogas; que los salude la
gente por la calle y los llamen maestros”. ¿Quién le sugiere esta descripción?
Tampoco estuvo mal aquel
otro reproche de su comportamiento: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que parecen
sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, pero por dentro llenos de huesos de
muertos y de podredumbre! Así también sois: por fuera parecen justos delante de los hombres,
pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad”. ¿Qué ínclito
personaje se ajusta mejor a esta descripción?
Pero por si no hubiera sido poco, y me quedo a la
mitad, añadió: ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que pagan el impuesto de
la menta, del anís y del comino, y descuidan lo más importante de la ley: la
justicia, la misericordia y la lealtad! ¡Eso es lo que hay que observar, sin
descuidar lo otro! ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito y se
tragan el camello! ¿De verdad estamos pensando en los mismos?
Pues bien, estos fariseos
son los que denuncian “indignados” al Sr. Zapata “ellos”;”los defensores de las
víctimas del terrorismo”, los que mantienen para su enaltecimiento los nombres
de los principales generales terroristas que perjurando su compromiso de
lealtad con la república democrática no dudaron en asesinar a cuanto demócrata
se le puso por delante en práctica genocida bendecida por la iglesia.
Paséese cualquier persona
por Alemania y no encontrará ninguna calle dedica a Hitler, ni a Goering ni a Goebbels
ni a nadie de todos estos nazis.
Paséese cualquier persona
por Italia y no encontrará ninguna calle dedicada a Mussolini, ni a sus
falanges camisas negras, ni al Conde Ciano ni
ninguno dedicado al rey fascista.
Paséese Vd. por España y
encontrará calles, plazas y aun monumentos públicos dedicados al General Franco
y a los demás fascistas que le ayudaron a acabar con la democracia en España y
a todos los reyes y demás parentela que apoyaron el fascismo y se deshicieron
en loas por “la obra” hecha por el genocida. Y aun se encontrará el
reconocimiento del Marquesado de más de un asesino hecho por el rey heredero
del dictador.
Pues bien, todos estos
sepulcros blanqueados, consideran que ese enaltecimiento de esos genocidas no
es un agravio a sus víctimas; consideran que no es un agravio que sus cuerpos sigan
en cunetas innominadas; ellos son los que no periten exhumar sus cadáveres para
poder rendirles el testimonio a la dignidad con la que murieron asesinados como
perros por una hienas, porque desalmados se reían mientras los asesinaban.
Espero que el juez que
tiene que oír la querella de estos hipócritas les imponga una sanción por
denuncia temeraria.
Tienen suerte con el Dios
en que creen porque pese a todo lo que les dijo es de los que perdonan; pero si
siguiera en el cielo Júpiter, que ése sí que era un Dios como Dios manda, en
vez de tanta prédica estoy seguro que a más de uno lo hubiera ya matado con un
rayo, aunque no por ello los de más iban a escarmentar.
¡Pues bueno era Jùpiter
con los que le molestaban!
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