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11 feb 2014

¿Transparencia o descaro?

     Ahora, cuando estamos en horas bajas, surgen mil y una iniciativas para intentar apuntalar una casa negándose a reconocer que está en estado de derribo. Esto parece ocurrirle a la llamda Casa Real del dictador monárquico que nombró el dictador militar tan a imagen y semejanza suya que el sucesor no tuvo inconveniente en jurar que nos seguiría tropellando con las mismas leyes que se inventara ese ladrón de la democracia republicana que fue el General Franco.
     La "nave del Estado", como con pomposa y vacua metáfora se suele decir, la que "patronea" este Jefe del Estado que nos han puesto - "atado y bien atado" -  hace agua por todos los mamparos (hacer aguas es otra cosa y se suele hacer por la borda y es recomendable hacerlo a barlovento y no a sotavento por razones evidentes). 
     En su intento por vestir a la mona de seda, los valedores de la dictadura monárquica se han inventado una ley de transparencia que, a poco que se analice su contenido se descubre que merecía mejor el nombre de ley de la opacidad. Con ella lo que se pone de manifiesto es la existencia del dolo en esta actuación. No informar está mal porque indica falta de respeto ante el que tiene derecho a ser informado el pueblo en el que reside la soberanía y de donde emanan todos los poderes del Estado (salvo la Jefatura que emana del dictador y genocida general Franco) (art. 1.2,CE78); engañar diciendo que se va a informar de modo transparente y luego no hacerlo indica dolo; eso es peor porque a la falta de respeto le añade la burla del engaño que pretende.
     Pero de todas formas lo único que no sirve para nada es lo que no se hace. En consecuencia,  hasta este primer ejercicio de "transparencia opaca" que ha hecho el Jefe del Estado, el rey que se inventó el dictador para el reino que se había inventado previamente, nos permite hacer algunas reflexiones interesantes al hilo de ese engendro franquista que es la CE78.
     El art. 56 del tïtulo II, un título inconstitucional si recordamos que el art. 14 prohibe todo tipo de discriminación, atribuye determinadas funcionesa ese Jefe del Estado, elegido por el dictador como hijo putativo suyo, al que también le dió el título de Rey. 
     Ningunos de los demás miembros de su familia tiene ninguna. Podrán tener títulos, pero no tareas. Su esposa - que se empeña en estar presente en todas las ceremonias oficiales, p. ej. en las de toma de pòsesión del Presidente del Gobierno o de sus Ministros, sin tener título que la legitime para ello - no tiene más tarea política que la de cualquier esposa: o dedicarse a "sus labores", mantenida por su marido, o "ejercer una profesión u oficio", si es que los tiene.
     Tampoco los hijos tienen ninguna función dentro del aparato del Estado. Lo que tienen que hacer, como los demás hijos de familia, es prepararse para ejercer una profesión, ejercerla y vivir del salario que les pague quien les contrate, salvo que se constituyan en empresarios autónomos; y si no encuentran trabajo, ¡ni aquí ni en Alemania!, seguir viviendo a cuenta de sus padres mientras puedan. Claro que si son ricos por su casa también pueden dedicarse a zanganear toda su vida, si el patrimonio amasado por sus padres y demás antepasados les permite la esterilidad de ser socialmente inútiles.
    Ahora nos sale su padre, esposo y suegro con que ¿de nuestro dinero o del suyo? les da un salario. 
   Si es de su dinero ¿quiere decir que él es el empleador y su esposa hijo y nuera sus empleados? 
  ¿Paga la Seguridad Social correspondiente a ese trabajo o les paga en negro como hacen algunos Presidentes de Asociaciones empresariales - la Casa Reeal pareece ser una empresa - que declaran un timbre de honor no pagarla? 
 ¿Se puede saber - estamos hablando de una ley de transpareencia - cuales son los términos contractuales del trabajo e identificar que trabajo tienen que lleva a cabo sus empleados o tampoco porque ahí se vuelve opaca la transparencia? 
  ¿Por qué se nos engaña al no incluir en el salario los pagos en especie que reciben esos trabajadores: alquiler de la vivienda, gastos de personal doméstico, gastos de luz y calefacción, uso de vehículos de la empresa, etc., etc., que tienen el concepto de ingresos salariales que reciben en especie y que, porque son parte del sueldo, deberán pagar los correspondientes impuestos en su declaraciòn de la renta y en los descuentos que mensualmente se les haga de su nómina en conceto de IRPF, haciéndonos creer que tienen un  sueldo menor del que realmente están cobrando por "su trabajo", sea éste el que sea?
     Como se ve, hay demasiadas respuetas opacas - en realidad solo hay opacidad en la falta de respuestas - ante este fraude de transparencia que se nos "vende" - ¿lo compraraá alguien? - que oculta más que enseña. Como cabe esperar, todos los cortesanos que dicen que nos representan en las Cortes - hace tiempo que les hemos dicho que "no nos representan", pero no se dan por enterados - callarán como buenos cortesanos. Ninguno pedirá que se presenten las cuentas claras; ninguno exigirá que se prsente una única contabilidad en A que incluya todos los conceptos y que se nos garantice que no hay otras contabilidades en B, por populares que sean.
     Marie-Jeanne Roland de la Platiere, esposa de Jean Marie Roland, un importante revolucionario francés de la Gironda, que en aquellas épocas revolucionarias era el grupo más moderado dentro de la facción revolucionaria, murió en la guillotina como tantos otros inocentes y culpables. Camino de la guilotina dijo una frase que pasó a la historia “¡Oh Libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre!”
     Parafraseándola diré  “¡Oh Transparencia, cuántos engaños se cometen en tu nombre!”

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