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15 feb 2014

Amor con amor se paga

Según nos informa la prensa, cuando empezó todo este circo de Palma en torno al Sr. Urdangarín hubo algunos intentos de resolver ese "embrollo" de modo discreto. El Sr. Urdangarín tenía que reconocer su culpabilidad, devolver los millones presuntamente "afanados" de su bolsillo y del mío, y en particular del de los palmeños de su ducado. Pero no quiso. La prensa especula la prensa con su temor a que, aceptada la culpabilidad, le cayeran encima más de cuatro años y tuviera que ir a la cárcel. 
Quizá no se fiaba de que el indulto estuviera esperando a que se produjera la condena. Temía que si le indultaban a él iban a tener que indultar también al Sr. Torres y a su esposa. quizá temió que no cupieran tantos dentro del mismo indulto con lo cual el riesgo no era menor.
Quizá aunque existe el precedente de Alfonso XIII, condenado en rebeldía por "alta traición, como fórmula jurídica que resume todos los delitos del acta acusatoria" temía el rechazo de la familia por "deshonrar" a los descendientes borbónicos de Carlos IV, aunque es difícil deshonrar a Fernando VII. Los posteriores fueron Isabel II - a la que echamos los españoles - Alfonso XII, que reinó mediando un golpe militar, Alfonso XIII - al que no queda claro si lo echamos los españoles o se escapó él - a Juan, Príncipe de Asturias - que se apuntó al ejército que pretendía acabar con la República democrática y que acabó consiguiéndolo - y a Juan Carlos I de Franco - que le juró al dictador que dio el golpe militar para acabar con la República democrática que nos seguiría maltratando con sus leyes dictatoriales en agradecimiento por nombrarle rey del reino que se inventara el dictador.
Quizá recordó el caso del Sr. Camps. Pese a todas las evidencias que rodeaban el asunto de los trajes lo habían absuelto, ¿por qué no a él?
Quizá consideró que como la CE78 establece que los cónyuges son iguales en sus derechos y obligaciones ya no es obligada la hidalguía de antaño donde el marido se inmolaba no solo por sus propios pecados sino por los que hubiera podido cometer su santa esposa, aunque él no hubeira participado en ellos. Así se protegía al ama de casa solícíta dedicada a mantener vivo el fuego del hogar, alegrando las noches como el grillo del hogar de que nos habla Dickens, liberada de la tiranía de la fábrica y reintegrada al sagrado trabajo del hogar, como nos decía Franco. 
Y decidió declararse inocente "quasimodo geniti infantes", como un infante recién nacido.
El resultado fue que su esposa, ¿no es tan esposa como la de su socio el Sr. Torres?, se vió imputada pese a todas las alegaciones del Fiscal hechas en su defensa - incluido el cambio de opinión de los expertos de la Atgencia Tributaria - que no convencieron al juez, al que no dudó en enfrentarse.
Ante lo inevitable se tuvo que montar el circo mediático. Había que fabricar "victimas colaterales" como parte de una maniobra estratégica de distracción: la visión de la familia apenada, ocultando dignamente su sufrimiento; la imagen dolorosa de la pobre hija, víctima del jugador de baloncesto; la pobre ama de casa que se fía de su marido de modo ejemplar; la mujer indefensa obligada a un "paseillo" del que se le ha librado porque era muy arriesgado para su seguridad pasar por delante de los periodistas ¡que ya se sabe que son todos unos terroristas disfrazados! Todo se ha convertido ya en un problema de "salsa rosa" propio de deleznables programas de las televisiones más deleznables.
Ya nadie se acuerda de qué se trata: de la presunta actuación delictiva de una profesional competente, de una propietaria del 50 % de una empresa presuntamente dedicada a la corrupción para apropiarse del dinero público; de una mujer que se beneficia de unos fondos obtenidos por su empresa "sin enterarse de donde salen" ¿acaso no le pasó eso también al Vaticano que invertía en empresas armamentísticas y de fabricantes de condones?; de una mujer que si no hace nada ¿cómo tiene el 50 % de una empresa?
No cabe mayor trivialización de la justicia. 
Nadie se acuerda de la gravedad penal - no digamos ética y moral - de un delito que puede implicar varios años de cárcel para varias personas, la devolución de varios millones de euros de dinero público de que se apropiaron. 6 millones de € equivalen al salario de un año de 12.000 trabajadores de los de unos 400 €/mes que por no tener ni eso son víctimas de desahucios.
Encarrilada por la "vía rosa", páginas y páginas de periódicos, horas y horas de tertulianos de radio y televisión especualndo sobre la mar y los peces, han informado de  lo que va a convertirse - si no lo es ya - en una astracanada. 
La copropietaria del 50 % de la empresa ha declarado que no tiene ni idea de lo que se hace en su empresa; que ella "firma por amor" todo lo que su santo esposo le presenta ¡como debe de hacer toda buena ama de casa!; que ella no asume la responsabilidad que significa ser propietaria del 50 % de la empresa defraudadora, porque ella está sólo para firmar lo que le presente su santo esposo; que ella sólo está para ser el mascarón de proa del barco que gobierna el patrón.
No se si alguien le preguntó si le parecía correcto ser propietaria del 50 % de algo y beneficiarse de los derechos sin obligaciones pues  las endosa todas a su santo esposo. Supongo que diría: "no lo sé". 
Eso es lo que sus abogados llamarían una respuesta contundente: ha dicho que no (lo sabe). Es lógico nunca se lo había planteado; es algo que conviene meditar; no se puede responder así sin pensarlo. Claro que eso debió pensarlo antes de firmar la propiedad al 50 %. Pero ¿se puede exigir a un ama de casa que piense en vez de fiarse de su marido? ¿No está para eso?
Amor con amor se paga. 
Todo el peso que el Sr. Urdangarín no quiso asumir con hidalguía varonil de esposo medieval se lo ha devuelto la Srª de Borbón con humilidad igualmente medieval. Ella se negó a asumir, con debilidad femenil, lo que no corresponde que asuma una pobre ama de casa a la que no se le puede pedir más.
Claro que, bien mirado, como ama de casa ha ofrecido un espectáculo que merece muchas censuras: no sabía de donde le venía el dinero, no sabía en qué se lo gastaba, no sabía si se pagaba en negro al servicio: no sabía ni encargarse de contratar al servicio, no sabía.... ¿Es eso el trabajo propio de un ama de casa? No para ama de casa común; quiero decir, para un ama de casa esposa de un trabajador. 
Claro que como ama de casa ducal - no tengo mucha información de cuales son las tareas que le corresponden a las amas de casa ducales - a lo mejor lo ha hecho bien, a lo mejor se merece todas las felicitaciones que le han dado sus abogados, a lo mejor ha desmpeñado con corrección su papel de ama de casa ducal al contestar lo que ellos le habían dicho que contestara.
Todo este espectáculo - el serio y el de la "salsa rosa" - nos lo hubiéramos evitado si en lugar de obligarnos a soportar al dictador monárquico, elegido por el dictador militar que lo nombró rey del reino que él se inventó, nos hubieran permitido elegir la ALTERNATIVA REPUBLICANA. 
Con las hijas de los Jefes del Estado elegidos democráticamente nunca se hubiera dado esta situación.

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