En este país son muchos a los que
no les gusta la opinión ajena. Así estuvimos 40 años …. y unos cuantos más Es
lo propio de las dictaduras. El poder quiere mandar en tranquilidad. Quiere el apoyo de los silenciosos, como nos recordaba
hace unos días el Sr. Rajoy.
Los terroristas tienen mala
conciencia y, cuando no tienen el poder, asesinan a los que les llaman la
atención. Cuando los terroristas llegan
al poder como no pueden asesinar tienen que nadar y guardar la ropa y se
conforman con taparte la boca con el Tribunal de Orden Público, como hacía
Franco, o con la policía al servicio del Ministerio de la Represión Interior.
A ningún tirano le gusta oír los
gritos de desagrado del pueblo. Por eso en todas las tiranías el pueblo está de
acuerdo con quien manda; es el caso de Corea del Norte, pero también lo será
pronto el de España. Eso nos haría recuperar el “buen hacer” característico de
los borbones: gobernar sin hacer caso de
lo que opinan los ciudadanos. Claro que cuando los ciudadanos deciden hacer lo
que les parece mejor sin hacer caso del fantoche real, todo cambia. ¡Que se lo
pregunten a Luis XVI! Tuvo menos suerte que Isabel II o que Alfonso XIII. A estos
sólo se les puso en la calle sin billete de vuelta. Claro que volvieron sus descendientes.
Los dos con el mismo procedimiento: un generalote les dio el billete mediando un golpe de Estado: Martínez
Campos, de modo incruento y Franco mediante un genocidio y una dictadura que
todavía está dando, esperemos que pronto termine, sus últimos coletazos.
A las dictaduras parlamentarias,
como la de Franco y ésta- aunque la mona se vista de seda….- no les gustan las
voces discordantes. Son muy “delicaditas”. Tienen los oídos tan sensibles que
no soportan a la gente que protesta; sólo les gusta la gente que aplaude. Pero
los que se benefician de su política, ese 13 % más de millonarios que han
logrado producir, son gente humilde que no se quiere distinguir y no les aplaude. Ante esta evidencia su solución es impedir
que nadie pueda protestar. La solución es
la eterna: la represión. Para eso están las Fuerzas de Orden Público al
servicio del Ministerio de Represión Interior clásicas de todo régimen
dictatorial, como éste que, cansado de disimular, cada vez se le ve más “la patita”
Cierto que el art. 24.1,CE78 dice
: Todas las personas tienen derecho a
obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus
derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse
indefensión Si podemos hacer aeropuertos sin aviones, hacer finiquitos en
diferido y no se cuantas cosas más, eso no es un Se quitan las faltas del
código penal y se colocan en la Ley de Orden Público como sanción
administrativa. Nada de 300 €, como ahora, sino 60.000€. Por supuesto que saben
que los jueces del Tribunal Contencioso Administrativo les echarán abajo esas
sanciones, pero eso a ellos no les importa. Saben que logarán asustar a muchas
personas. Se trata de instaurar el terror a la multa. Con esa política terrorista
creen que mucha gente dejará de ir a las manifestaciones. Aunque cuando la sanción
llega al juez se la tiran abajo porque es un atropello de la Constitución. Y si
no pagas te embargan la casa y el Gobierno se dedicará a hacerle competencia a
los bancos en su atropello a los derechos ciudadanos.
Cuando haya 5 millones de desempleados que ni subsidio tienen y a quienes el banco les haquitado la casa y a los que no se puede reprimir de ningún modo ¿que va a pasar? La historia tiene la solución: la ALTERNATIVA REPUBLICANA. El ejemeplo de Francia está ahí enseñándonos el camino; como en el rugby: ¡patada a seguir!
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