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8 nov 2013

1984: El Ministerio de la Abundancia


¿Recuerdan Vds. aquel famoso libro de Orwell, de mediados del siglo pasado, titulado "1984"?

Sí, exactamente;  el que creó la expresion "Gran Hermano" que ha tomado como título ese infumable programa de "bazofia rosa", que rebasa la indignidad de los otros que solo son "salsa rosa", con el que se termina de alienar a los ciudadanos distrayendo su atención de la realidad. 
Se trataba de ese "Hermano mayor"  que nos está vigilando todos los días - hasta en la intimidad de nuestros pensamientos - como parece ser que está haciendo el Sr. Obama con sus sofisticados medios tecnológicos - pero sobre todo obligándonos a pensar lo que él quiere, construyendo una realidad en nuestras mentes que nos hace llegar a olvidar la realidad real que perciben nuestros sentidos.
El método había sido puesto en práctica con gran eficacia durante la época nazi. Se trataba de una teoría atribuida a Goebbels: "No hay una mentira que repetida un número suficiente de veces no llegue a convertirse en realidad".
Nososotros, los que peinamos canas, tuvimos oportunidad de verlo y sufrirlo reeditado durante los 40 años de la dictadura franquista. Pudimos comprobar, ¡y sufrir en nuestras carnes!, hasta que punto hacía mella en muchos de nuestros conciudadanos. Con la misma desfachatez del ex-Presidente Aznar, que intenta hacernos creer, ¡y lo conseguirá!,que fué protagonista en la evolución del mundo, sólo porque llevaba el botijo en la reunión de las Azores y le dejaban poner las patas sobre la mesa, como a cualquier vaquero patán de película del Oeste de la serie B, Franco también había consiguiera convencer a muchas personas que él había derrotado al comunismo en España. 
La realidad real fue que con lo que él acabara fuera con la Democracia creando un régimen dictatorial tan abyecto que hasta los nazis le dijeran que se había pasado en su represión de la postguerra contra los defensores de la democracia; un régimen dictatorial que, apenas lavado con Persil, vivimos ahora.
Recuperáramos la democracia pacíficamente, gracias a la cobarde huída del rey conejo, que dejó en Madrid a su esposa y a todos sus hijos mientras se largaba. Fue el abuelo del  heredero de Franco, que no dejó de correr hasta llegar al reino fascista de Italia - una dictadura coronada como todas. 
Porque la República era Democrática tuvimos eleccions democráticas. 
Porque la República era Democrática el trabajador descubrió que era sujeto de derecho; no siervo.
Porque la República era democrática, los hijos de los trabajdaores descubrieron la instruccion y la cultura que se les había negado durante siglos, cuando la iglesia monopolizaba la enseñanza.
Porque la República era Democrática las mujeres votaron y dejaron de ser esa subespecie humana al servicio del varón - en la iglesia ayudando al cura y en la casa como "remedio a la concupiscencia" - como enseñaba S. Pablo, ese machista  que inspiró la doctrina católica de represión de la mujer.
¡Hasta que llegó el padre putatitvo de Juan Carlos I!: el golpista General Franco - financiado por la misma derecha Kapitalista y patrocinado por la misma Iglesia reaccionaria - y nos hizo retroceder siglos devolviéndoles el papel de sumisas y solícitas "esposas"! 
Sólo en una Republica Democrática, donde nadie es más que nadie,  nadie vparasita el Estado. Los funcioanrios logran su puesto de trabajo  demostrando su "mérito y capacidad", no por designación digital del político de turno que logró el poder engañanado con sus promesas que no pensaba cumplir.
 El Sr. Montoro, titular del Ministerio de la Abundancia de ese "1984" que profetizó Orwell, ése ínclito risueño, ¿sabe hacer otra cosa?, se empeña con todos sus adláteres en convencernos de que todo va bien,. Mientras, la gente se hunde en la miseria; salvo cuando sale a la calle que entonces va pisando basuras. En Madrid con la eficaz colaboracion de la Alcaldesa, que cobra por no recogerlas.
El Ministro de la Abundancia repite mientras se rie - ¿de nosotros? -  y dice que estamos saliendo de la recesión.
Que aunque Vd. no se entere, los bancos sí se enteran.
Que aunque e sus derechos sociales disminuyen, la bolsa va subiendo.
Que aunque  sus hijos tampoco encuentren trabajo, los empresarios sí en cuentran esclavos.
Que aunque  sus hijos sigan sin poder comprar una vivienda, los extranjeros se están forrando en este baratillo en el que han convertido su "marca España".
Que aunque así aumente la intención de voto del PK( Partido del Kapital)  nos lo explicó Orwell hace más de medio siglo en su magnífica novela "1984": si el nivel del léxico disminuye llega un momento en el que no se puede pensar porque no hay palabras con qué expresar sus ideas que, en consecuencia, no surgen. Sólo se repite lo que dice la televisión del "Gran Hermano".

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