Era a principios de los años 60. Se celebraba en León algún anivesario al que asistió Franco. Estaba viendo el telediario con algunos estudiantes norteamericanos que venían a perfeccionar su español. cuando Franco salió y brazo en alto saludó a quienes ocupaban la plaza que le deolvieron el saludo.
Se conmocionaron: un Jefe del Estado hacía un saludo fascista y todo el pueblo respondía ante él. "Es el saludo fascista" dieron atónitos. Avergoznados reconocimos que sí. Nos miraban incrédulos. Creían estar en un país "democrático" y descubrían que era un país fascista. Les dije que así era. No podían entender cómo su país, que había derrotado al fascismo, estaba apoyando un régimen fascista.
Ha pasado medio siglo. El país sigue viviendo en el fascismo. El Jefe del Estado, D. Juan Carlos I de Franco, es el símbolo vivo del fascismo: su heredero; nombrado por el dictador fascista. El que acabó con la democracia de la II República apoyado por la derecha y la iglesia fascistas. Ésta acababa de firmar acuerdos con Mussolini el dictador fascistas de Italia con el que se daba besos en la boca.
Nuestro símbolo fascista viviente no dudó en jurar que estaba dispuesto a atropellar nuestros dechos humanos empezando por nuesrta libertad y seguir aplicándonos las leyes fascistas a cambio de que el dictador le nombrara Jefe del Estado y poder "quedarse con la finca de su abuelo" que había sido condeando en rebeldía por traidor y que había financiado el golpe fascista en cuyo ejército se alistó su padre para acabar con la democracia.
Nuestro símbolo fascista viviente no tuvo ningún problema de conciencia ni de ética - que se supone que es más exigente que la conciencia - en jurar todo lo jurable para acceder de modo inicuo a la Jeatura del Estado fascista y poder "quedarse con la finca de su abuelo" que había sido condeando en rebeldía por traidor y que había financiado el golpe fascista en cuyo ejército se alistó su padre para acabar con la democracia.
Nuestro símbolo fascista viviente sigue empeñado en prolongar esta herencia incíua en su hijo, alevín de símbolo fascista que, naturalmente, está dispuesto a lo que haga falta para poder "quedarse con la finca de su bisabuelo" que había sido condeando en rebeldía por traidor y que había financiado el golpe fascista en cuyo ejército se alistó su padre para acabar con la democracia.
Hace años se promulgó al Ley de la Memoria Historica. El PP desde el poder se empeña en violarla. Pero esa ley es un punto de apoyo legal para erradicar de la faz de España el recuerdo del fascismo - bastante es soportar su herencia - que sigue homenajeando a criminales como el General Franco, Queipo de Llano y demás asesinos golpistas alguno de los cuales, como éste, tiene como premio a su genocidio el título de Marqués recién heredado por su nieto.
La derecha está orgullosa del golpe de Estado, nohay más que oirla en el Parlamento. Su coartada es el el Jefe del Estado, símbolo vivo del fascismo. Por eso se niega a dejar de rendir homenaje de la memoria a "sus asesinos" cuyos nombres deshonran las calles y plazas de nuestras ciudades.
Pero poco a poco - todo depende de un ciudadano - algunas personas exigen que se cumpla la ley y que se acabe con esos residuos putrefactos de un pasado que queremos erradicar de nuestra vida.
D. Severino, sus apellidos no constan en la sentencia, acaba de ganar un pleito ante el Tribunal Contenciso Administrativo al Ayuntamiento de Valladolid que ha sido condenado en sentencia firme que dice: "declaramos la obligación de la administración local demandada de proceder a adoptar, dentro del mes siguiente al de la notificación de esta sentencia, las medidas oportunas para la determinación de los escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura que deban ser retirados; y que dicha administración deberá, interesando en su caso la colaboración de terceros, como la Administración General del Estado, elaborar un catálogo de vestigios relativos a la Guerra Civil y la Dictadura a los efectos previstos en el artículo 15.2 de la Ley en su municipio".
Ésta sentencia no dice nada sobre los símbolos vivientes. Quizá no se incluyó la petición de su erradicación en la demanda y por eso no se puede conceder lo que no se pide. Pero el camino está ahí.
La ALTERNATIVA REPUBLICANA llega. Sólo necesiamos algunas personas como D. Severino.
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