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8 mar 2014

El fascismo monárquico y el 8 de marzo

La amenaza fascista de apropiación del cuerpo de las mujeres por parte del Gobierno - Ley Gallardón - ensombrece un día que debía ser festivo: el día de la mujer. En vez de la unión para exigir que sea realidad los derechos que se reconocen y no se cumplen: "a igualdad de trabajo igualdad de salario", hay que reivindicar derechos elementales y reconocidos: "el cuerpo es de quien lo tiene, no del Estado", un derecho que, finalmente conseguido, el fascismo galopante de nuevo le quiere quitar.
El poder totalitario no tolera la libertad individual. Durante siglos asesinó al que simplemente pensaba otra cosa que la "verdad oficial". Todas las religiones - su posesión de la verdad las hace totalitarias - se aliaron con el poder civil totalitario, convirtiendo en delito el razonamiento.
Las distintas sectas de creyentes que se declaran herederas de los mandatos del dios de Abraham, que estuvo en un tris de asesinar a su hijo porque creyó que su Dios se lo pedía, luego se dedicaron a asesinar a quien no creyera en semejante dios inductor de asesinatos. Todo el mundo está lleno de sangre vertida en guerras de religión. Los recientes ejemplos de Irlanda y de los Balcanes no puede hacernos olvidar el de la Cruzada de 1936-1939 donde la iglesia católica se alío con la derecha de propietarios y con los militares golpistas para acabar con la democracia y racionalidad en España.
La razón y la Revolución Francesa libró a Francia de todos esos agüeros y hechicerías. Hoy es un país racional cuyos ciudadanos creen en lo que les de la gana pero ninguno puede molestar a nadie con sus creencias. La revolución RF reconoció a la mujer y al varón la igualdad de derechos.
Es revelador que todas las diferentes sectas que se declaran herederas del dios de Abraham incluidas las que se alumbra cada año, siempre más "ortodoxas": mormones, testigos de Jehová, adventistas del séptimo día, etc., tengan una sola punto en común: la mujer es un ser de segunda categoría al servicio del varón tal y como consta en ese cuento de Adán y Eva.
Ninguna de estas sectas ha dejado suelo sin regar con sangre por culpa de guerras de religión con lo que queda claro como obedecen el mensaje de Cristo: ama a tu prójimo como a ti mismo, mete la espada en la funda, pon la otra mejilla si te agreden, perdona setenta veces siete, etc. Entre ellas la católica establece como norma de conducta de la mujer "seguir al varón como a Cristo lo  sigue a su iglesia"; es decir, no hacerle ni caso.
En el S. XX el totalitarismo religioso se encarnó civilmente en dictaduras monárquicas, el fascismo italiano; en estructuras totalitarias, el nazismo de Hitler y el fascismo español de Franco . Su herencia religiosa de desprecio a la mujer fue adoptada inmediatamente.
Su herencia juró continuarla Juan Carlos I de Franco, al que nombró Jefe del Estado de un reino que se inventó y en su versión actual la abandera el PP. Ambos son los herederos de la ideología fascista que se niegan a condenar - son múltiples las alabanzas de Juan Carlos I a su padre putativo - cuyos símbolos se niega a eliminar. Como él quiere promulgar una ley contra la libertad sexual de la mujer de cuyo cuerpo se apropia obligándola a tener un hijo tras un embarazo no deseado, fruto o no de una violación, aunque sea inviable el feto.
La irracionalidad del totalitarismo de su ideología le hace ignorar la realidad: que esa ley provocará no solo la muerte del "nasciturus" y de su madre quedando en no pocos casos, viudo e hijos privados de su cuidado. Así son los totalitarios: irracionales.
Es su último reducto de libertad atropellada. Permitida la libertad de pensamiento, permitida la libertad de expresión la última libertad que se puede prohibir es la libertad a disponer de su cuerpo. ¡Naturalmente eso sólo afecta a las mujeres!
Hoy, 8 de marzo, podía ser un día de celebración de la libertad de la mujer que deseamos todos los varones decentes. Es, sin embargo, un día de tristeza al ver cuantos varones, pero también cuantas mujeres, se empeñan en ser indecentes y en seguir atropellando la libertad de los demás.
Cada vez es más urgente acabar con estos restos del fascismo totalitario que lo mismo que priva a las mujeres del derecho a decidir sobre su propio cuerpo nos priva a todos, mujeres y varones, de decidir a quién queremos elegir para la Jefatura del Estado. Es urgente la ALTERNATIVA REPUBLICANA

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