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15 dic 2017

Gracias, Señor

Interesante el artículo “Gracias, señor” de Javier Borrego Borrego, Abogado del Estado  (ABC, 11.12.2017) relativo al discurso de Felipe VI
Frente al razonamiento impecable de un niño de 13 años ”Es absurdo. Porque allá en la caverna, un hombre en la prehistoria matase un animal peligroso para la tribu es absurdo que muchísimos años después alguien fuera rey por el solo hecho de ser descendiente de descendientes de aquel primer rey” el profesor no opone a sus razones, le dice: “¡cállate, niñato!”, aunque cortésmente al contestar: “Bien. Has señalado, en un estilo algo exagerado, el elemento hereditario en la monarquía. Pero te quedan otros, como su carácter simbólico, su utilidad... Sí, la utilidad de la monarquía. No me pongas cara de sorpresa. Ya la apreciarás cuando estudies más”.  ¡Lamentable!; pero al autor le gustó su no raciocinio,
Que “ya ese verano [el de 2017] más de un independista calificaba directamente de “pobres desgraciados” a los que querían seguir en España, lo vais a pasar muy mal” sólo  permite decir como el Gallo “hay gente p’a to”. Sin duda se puede calificar de excesiva la “idea supremacista de “nosaltres les catalans” tan especular de la de “nosotros los españoles”  que según el autor “esos pobres desgraciados se sentían solos, muy solos”. Ojalá  haya más catalanes en un tercer grupo, el que reivindique el razonamiento del niño de 13 años.
Invita el autor a hacer “un fácil e ilustrativo ejercicio: entren en la página en internet del “Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya”, busquen un día cualquiera y encontrarán seguro subvención por aquí, subvención por allí. Sigan leyendo día tras día el “Diari” y comprobarán que era un régimen subvencionador de los afines”. Si eso es delictivo ¿qué  hacía el M. Fiscal? Y si no lo es ¿qué sinsentido tiene su queja?  
Menosprecia el autor el título de “Honorable”; merece igual trato que “Majestad” que se da a quien nunca acreditó “grandeza, superioridad o autoridad sobre otros” (RAE); el mismo que el de “Señor”; ya no hay siervos, legalmente hablando aunque los haya vocacionales. Eso producía sorpresa en de la Boetie hace ya cinco siglos en su “la servidumbre voluntaria”.
Que el artículo 67 del Estatuto de Autonomía de Cataluña establezca que el presidente “como representante ordinario del Estado”, deba “promulgar, en nombre del Rey, las leyes...” si esa fórmula es esencial lo único que implica es que esa ley no está legalmente promulgada.  como parece que ha dicho el TC, pero no por esa formalidad sino con más fundamento.
Añade que “son leyes al margen del Derecho y de la democracia” pero esto no es una democracia sino una dictadura monárquica parlamentaria; la creó Franco en el seno de la su dictadura militar fascista con cuyas leyes juró atropellarnos el papá de su actual “Señor” que alabó al dictador y presumió de que “este régimen” no tiene solución de continuidad del otro.
El 02.10.2017  “el Rey Felipe, envió un excepcional mensaje por televisión a todos los españoles, con rostro serio y grave” pero muchos consideramos que más bien fue penoso. Un Jefe del Estado no puede decir si “determinadas autoridades de Cataluña () han vulnerado las normas aprobadas legal y legítimamente”; ésa es tarea del juez ¡y tras un juicio justo! Hacerlo antes es como aplicar. la Ley de Lynch; un Jefe del Estado tampoco puede acusar a nadie de haber “demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado”. Lealtad por lealtad creo que la del Sr. Puigdemont no desmerece de la que le juró su papá a Franco.
Pero es lógico  la palabra república democrática, de la que huyó su bisabuelo, y su dictadura monárquica son conceptos incompatibles. Al margen de lo que el juez diga en sentencia firme hasta entonces todos, aun los encarcelados, tienen derecho a la presunción de inocencia. Él la destruyo desde la Jefatura del Estado que incumple el art. 1.2: “la soberanía reside en el pueblo español de donde emanan todos los poderes del Estatuto” porque el suyo emana del dictador militar y genocida General Franco que su padre alabó y al que juró lealtad.
Millones de  españoles no vemos en él un “símbolo de la unidad y la permanencia de España” sino uno del “atado y bien atado” de la herencia de Franco. Tampoco vimos en su proclama nada que pueda calificarse de su “entrega al entendimiento y la concordia entre españoles y mi compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España”. Fernando VII también dijo muchas muy parecidas.  
Un riguroso estudio jurídico permitiría justificar que la aplicación del art. 155CE78 fue un acto de prevaricación y que su materialización un acto de abuso de autoridad y usurpación de cargos. Sin duda el M. Fiscal, una institución independiente del poder ejecutivo, aunque dependa jerárquicamente del Fiscal General del Estado al que nombra el Poder ejecutivo, opina lo contrario pues no ha presentado ninguna querella en ese sentido.
Mi opinión es que lo ocurrido en Cataluña fue un alarde de pérdida del sentido común en el ejercicio de la política donde si tuviera que atribuir responsabilidad a los maquinista recordaría lo aprendido en la mili: el superior es más responsable que el inferior.

Sin duda oímos “la voz recia y oportuna” de Felipe VI; mejor hubiera sido haber oído “una voz conciliadora y oportuna”.  El autor, que opina lo contrario que yo, termina su artículo diciendo “Por ello, como bien nacido, digo alto y claro: Gracias, Señor”. Yo me identifico más con el niño de 13 años y recuerdo lo que su papá dijera a otro Jefe del Estado, que tampoco me gusta pero sí fue elegido democráticamente por sus conciudadanos: “por qué no te callas”.

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