Dice
la RAE que desfalcar es “apropiarse [una persona] de dinero o de bienes que tiene a su cargo o
bajo su custodia”. No se
exige que se lo quede quien desfalca; vale que se lo queden los bancos, quizá es
su premio por el atropello hecho a todos los ciudadanos sin tener que
encargarse el gobierno de hacer el trabajo sucio de desvalijarnos directamente. Se dice que siempre es mejor que estos
“trabajos” lo hagan los profesionales y ése ha sido el caso.
Conocerán Vds
ese anuncio de una compañía de Seguros que al final dice: “garantizado quiere decir garantizado”. El PP es una compañía que lo
que asegura es otra cosa. Veamos qué entienden esta gene, seamos políticamente
correctos, por garantizado.
Ha sido un trabajo
“garantizado”. Lo ha sido no sólo al desvalijar a los trabajadores a base de
conceder préstamos teniendo datos bastantes para saber que nunca se podrían
devolver sino por superar todas las pruebas de ”stress” a que se fueron sometiendo los bancos españoles saliendo
siempre con calificación elevada, algo que también estaba “garaantizado” por el Gobierno del PP. Eso ocurrió también con
Bankia donde a los inspectores del Banco de España, que alertaron sobre el
disparate financiero se les ignoró. Todos los coautores que rechazaron esos
informes que nos ha costado miles de millones está garantizado que se van de rositas. Queda así garantizado que nunca sabremos cuántos homicidios hay detrás de
esta actuación por no poder destinar ese dinero a la atención sanitaria con sus
aumentadas listas de espera?, ¿decenas, centenas, millares?
El Gobierno de
ese país garantizó a los bancos que
no les dejarían quebrar unas instituciones tan benefactoras de los ciudadanos.
Por eso para “garantizar” que no
perderíamos el dinero que teníamos depositados en los bancos nos “garantizaron” que nos lo quitarían de
nuestros impuestos garantizando así
a los bancos que no quebraría. Todo eso con la garantía del PP que declaró que los bancos devolverían todo ese
dinero, coas que en este momento está garantizado
que nunca harán, que en eso consiste el defalco producido entre todos. ¿Una
paradoja? No; una estafa, dicho sea sin utilizar ese lenguaje fascista que
emplean las personas políticamente correctas que siguen garantizado la diferencia en el trato ente el “trabajador al que estafan” del “especulador al que financian”. Se trata de una diferencia que no
atenta contra el principio de la iguald
de todos los ciudadanos ante la ley porque, la igualdad es tratar de forma diferente al que es diferente.
La situación de
quiebra del país provocada por los bancos creadores de la burbuja inmobiliaria cuya
inexistencia nos garantizaba, con
cínica desfachatez “el mejor Ministro de Economía”, ese que cualquier día ¡Dios lo
permita!, entrará en la cárcel hasta que lo indulten sus colegas. Antes nos “garantizara” el Presidente Aznar que había armas de destrucción
masiva en el Irak en cuya guerra de
invasión participó él disfrazado de “hermanita
de la Caridad”; fue la mayor indignidad de este cambio de siglo por el trio
de la bencina: Aznar nos metió gracias a la mayoría absoluta tras garantizar que gobernaría “sin complejos”.
M. Rajoy y sus
ministros, una banda de rock duro, siguen “garantizando”
que los bancos devolverán todo el dinero del que fuimos desfalcados, sobre todo
con la política laboral, pero sobre todo con las sanitaria, la docente y la de
la quiebra de la SS que están garantizado
paso a paso, claro que con la colaboración de la Virgen del Rocío, según dice
la Srª Báñez. Dinero invertido en cubrir las pérdidas de esos especuladores que
superaban las pruebas de “stress”, en particular a Bankia donde para garantizar su gestión desembarcara el “mejor Ministro de Economía” para hacer a pequeña escala lo que
había hecho ya a gran escala. Quebrado el banco, y lo de menos es el desfalco
de las tarjetas black, se añadió la tomadura de pelo del arbitraje que garantizaba a los desvalijados la
devolución de lo estafado.
Felizmente
media docena de “jueces ordinarios”,
nada de Tribunales de Orden Público, empezaron a proteger el Orden Público, que
al Ministero Fiscal le ha pasado desapercibido, condenando uno tras otro a
Bankia, salvo media docena de despistaos. Bankia garantizó que todo había sido correcto y recurrieron su tropelía corrió la Audiencia Provincial, nada
de la Audiencia Nacional. Bankiasigue impertérrita prolongando la estafa
aprovechando que ningún juez la condena a 3.000 € de multa, como debería hacer,
por temeridad al no conciliar con los
ciudadanos estafados. El Ministerio fiscal pasa de este real atentado del Orden
Público cometido contra pobres ciudadanos; está ocupado por “otros menesteres”
lo que permite garantizar que
Bankia, garantice, como Felipito Tacatçun: “¡yo sigo!”.
Por su parte M.
Rajoy, cuando baja del Olimpo plasmático en que reside, algunos dicen que
se refugia en él, garantiza el agravia todos los gallegos son
sus respuestas “a la gallega” que no son tales sino “al cinismo propio”. No
entiendo como en la Comunidad gallega los
ciudadanos no lo han declarado todavía persona
non grata como hizo Pontevedra. Mientras el “garantíza” que subirá las pensiones, las sube el 0,25 %. Su “garantía” sólo “garantiza la violación del art. 50CE78” que dice: Los poderes públicos garantizarán, mediante
pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a
los ciudadanos durante la tercera edad. La subída del nivel de vida es de
varios enteros aproximadamente el 100 % de la subida “garantizad por M. Rajoy.
Ya está claro
que significa “garantía” para el PP
visto como viola el art. 50CE78. De
todos modos No cabía esperar otra cosa de esta dictadura monárquico heredera
sin solución de continuidad de la precedente dictadura monárquico-fascista
heredera a su vez de la dictadura militar en cuyo seno fue engendrada y parida
con toda felicidad para los que está garantizado
que se han beneficiado de ella, que no somos ni Vd. querido lector, ni yo. Por
eso está “garantizado” que lo van a celebrar
el año que viene si Dios, Vd. y yo no lo remediamos votando a partidos
republicanos en vez de hacerlo a esos partidos que, como dijo el PSOE cuando había
que votar la igualdad de derechos entre la mujer y el varón, dicen “no es el momento”. Ojala ninguna mujer vote
al PP aunque esté garantizado que lo
votarán todas las mujeres fascistas que, como enseñaba la Falange, se ven a sí
mismas al servicio de su marido.
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