El 15.12.1930, era el día proyectado para la
insurrección contra el dictador monárquico Alfonso XIII tras la caída de la
dictadura de Primo de Rivera que con su autogolpe lo sostuvo durante años. El Comité Revolucionario lo formaban Niceto
Alcalá-Zamora, Miguel Maura, Alejandro Lerroux, Diego Martínez Barrio, Manuel Azaña, Marcelino Domingo, Álvaro de Albornoz,
Santiago Casares Quiroga y Luis Nicolau d'Olwer, por los republicanos, e Indalecio Prieto, Fernando de los Ríos y Francisco Largo Caballero por el PSOE que se
sumó tras un largo y complicado debate
interno junto con el sindicato socialista UGT en octubre de 1930. El objetivo era organizar simultáneamente
una huelga general y una insurrección militar que permitiera liberar al pueblo
español de la reiterada imposición borbónico mediante un golpe de Estado militar
y en contra de la opinión de los españoles. Se trataba, en consecuencia de
crear una "República sobre la base de la soberanía nacional representada
en una Asamblea Constituyente", tal como se dijera en un manifiesto publicado a finales de 1930.
La desgraciada actuación de Casares Quiroga que llegó
el día 12 a Jaca y se acostó en lugar de avisar a los capitanes Galán y García
para que retrasaran la insurrección al día 15 precipitó la insurrección, que
fracaso. Previo juicio los capitanes fueron fusilados, parte de los miembros del
comité huyeron: Marcelino Domingo, Diego Martínez Barrio, Indalecio Prieto Luis
Nicolau d’Olwer, se escondieron: Azaña y Lerroux o fueron encarcelados: Álvaro
del Albornoz, Largo Caballero, Fernández de los Ríos y Sánchez Román. Algunos
fueron condenados a 6 meses otros declarados inocentes, como Albornoz, a quien
defendió Victoria Kent; todos fueron luego dejados en libertad provisional y
finalmente amnistiados.
Cuando el almirante Aznar convoca elecciones municipales
Azaña reivindica su sentido de plebiscito
a estas y avanza la posibilidad de que se haya una manifestación de la voluntad
popular que, si el ejército no lo impide podría ser una especie de "alzamiento nacional".
El día 12.04.1931
se produce el triunfo de las elecciones a favor de la coalición
republicano-socialista en las capitales y en las principales poblaciones de
cada provincia. La manifestación de júbilo que se produce en todo Madrid anima a
Azaña a salir de su escondite. Junto con sus compañeros se encaminan a la Puerta
del Sol encabezados por Miguel Maura que al llegar al Ministerio de la gobernación
a sus voces de "Señores, paso al Gobierno de la República” los guardias
civiles se cuadran y les presentan armas. En esos momentos Alfonso XIII se
despedía de sus ministros y huía dejando abandonada a su familia. El Comité se
constituye en "Gobierno Provisional" de la República y designa presidente
a Niceto Alcalá-Zamora. Aun condenados en las elecciones salieron elegidos
varios miembros del Comité, Largo Caballero y Lerroux fueron amnistiados y
nombrados ministros.
Mutatis
mutandis se repite la historia. Otra dictadura borbónica; unas declaraciones,
que no una sedición ni una rebelión, veremos si hubo prevaricación con lo que
podría haber solo un mínimo delito de desobediencia. Quienes se presentan a las elecciones en Cataluña, unos fuera de
España otros encarcelados y otros en libertad bajo fianza son inocentes, aunque
investigados. La jauría pavloviano-franquista pida su encarcelamiento sin
juicio. El Magistrado del Supremo duda que esos delitos los reconozcan otros
tribunales y retira la euroorden de busca y captura. Reconoce implícitamente
que en España hay delitos políticos o de los que se acusa políticos por hechos que
en otros países, ¡aun siendo otra dictadura monárquica!, son Derechos Fundamentales. Negar que en España
haya presos políticos se pone cuesta arriba.Se les mantenga o no en la cárcel todos
los investigados son inocentes; todos
están en plenitud de sus derechos civiles y políticos.
Los
fascistas herederos de la trayectoria franquista aúllan clamando por la
legalidad; nunca soportaron la libertad de opinión. Pero ya no podrán repetir
lo hecho tras su Golpe de Estado y ganar la guerra. Entonces con sus Tribunales
de Depuración asesinaron a quien les vino en gana tras el simulacro de un
juicio a los militares y civiles. Defendieron la legalidad democrática de la II
República; se les acusó de rebelión.
En Europa hoy
nada es igual: en Alemania está Ángela Merkel, no Hitler; en Italia Gentiloni, no
Mussolini; en Bruselas aunque sea una dictadura monárquica los jueces no
dependen del poder ejecutivo; en España, que también lo es, la CE78 declara independiente a la justicia
que está obligada a respetar los Derechos Humanos Europeos y de la ONU. Si no
lo hace volverá a ser condenada una vez más. Hasta que todas las instancias
españolas condenen a los políticos catalanes, y dudo que ocurra, podrán apelar
al Tribunal de Justicia de la Unión Europea todos los investigados son inocentes
por mucho que aúlle la jauría franco-fascista.
Nada de lo dicho
es un apoyo político a lo actuado. ERC debió encabezar un Pacto de San
Sebastián; fue su error histórico elegir los compañeros que eligió herederos de
un partido corrupto. Debió contar con los republicanos españoles y respetarlos como
hizo Maciá. De todos modos una cosa es un error político y otra, completamente distinta,
un delito criminal.
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