El poder corrompe, se solía decir; el poder absoluto corrompe absolutamente. Ése es el principio cero de la autoridad por cuya razón hay que ser inmensamente cuidadoso con la concesión de la autoridad a cualquier persona. Es necesario disponer de una amplísima formación ética y estar dotado de un elevado sentido del equilibrio mental para estar en disposición de ejercer un comportamiento éticamente respetuoso, por parte de quien es autoridad, respecto de los demás que, por no ser autoridad, pasan a estar en una situación de relativa indefensión ya que la autoridad es la encargada de proteger esa indefensión.
La esencia ética de la autoridad no es la de disponer del poder, sino la de disponer la obligacion de poner ese poder a disposición de los ciudadanos que requieran su ejercicio para la proteccion de sus derechos: eso es el Orden Público y no lo que muchos entienen como tal. Sin embargo, el primer mensaje que se quiere que interiorice "la autoridad" es la de "tener poder sobre los demás", no la de "tener poder al servicio de los demás". Al fin y al cabo "¿no somos el asiento de la soberanía de donde emanan todos los poderes del Estado" (art.1.2,CE78)? Lo triste de esa definición es que pocos españoles se lo creen ¡y así nos va!
Recuerdo que cuando yo hice la mili se nos enseñaba que cuando estuviéramos de centinela nuestra autoridad era tan ilimitada a la hora de proteger la instalacion que debíamos custodiar que si, incluso por error, considerábamos que alguien era sospechosos aunque estuviera con uniforme de capitán general podíamos pegarle un tiro y matarlo y jamás nos pasaría nada si no obedecía nuestras órdenes.
Uno de los elementos más peligrosos de la autoridad es que, como parte de ella, disponga de uniforme. Eso suele anular la capacidad de individualización y anonada la capacidad de reflexión personal. Dejamos de ser nosotros para ser "parte del cuerpo", sea éste el que sea "al que hay que honrar". Las indudables ventajas que significan el que de ese modo son más visibles y que, por tanto, son más fácilmente identificables a la hora de pedir su ayuda se pierden enseguida si se une al uniforme semejante educación en la impunidad. Sobre todo si se añade la garantía - lo vemos a diario - de que cualquier homicidio acabará terminando en indulto, si no en medalla al celo, es decir, al abuso irreflexivo.
Esa realidad es para cambiar de acera, como solíamos hacer en la época de Franco cuando veíamos a algún "gris" que venía por la misma acera que nosotros. Se trataba de cambiar de acera del modo más natural posible, sin infundir sospechas de que estábamos reuniendo pasar cerca de ellos ¡que era lo peor que nos podía ocurrir! El riesgo era inmenso. Como todo el mundo sabe ¡sólo los malvados tienene miedo! ¿qué pasa de los prudentes?, con lo que si Vd. tiene miedo, Vd. está confesando a gritos que Vd. es un malvado.
Tuve un profesor en la Universidad al que le gustaba pescar en la costa. Cuando se jubiló, en aquellas fechas se jubilaba uno a los 70 años, alquiló un barquito de remos y se dió un paseo por la costa con su mujer, más o menos de la misma quinta. Tubo la inmensa desgracia de que cerca estaba un puesto de costa de la marina y que había una zona acotada por la que no se podía pasar. En el mar no hay mojones y él entró en la zona acotada. El soldado que estaba de centinela le disparó un tiro para que se alejara de la zona. Sin duda no quería matarlo, pero lo mató. ¡Como era la autoridad no le pasó nada! Más aún, para que se le pasara el trauma le concedieron tres semanas de permiso.
El Ministro de la Gobernación, ése que felicitó a los "azulones" que cargaron contra menores de edad que se manifiestan en Valencia pidiendo más recursos educativos y los molieron a palos con saña desmedida por lo "proporcional" de su atropello al Orden Público, quiere privatizar la autoridad. Quiere concederle la misma a personas con una formación profesonal y ética previa de mucho menor calidad que la que tienen los "azulones".
Ahora cualquier "empleado privado de seguridad", dicho sea con todos los respetos para unos profesionales cuyas competencias son las que son y suelen ejercer con corrección sin excederse, van a tener la misma autoridad que cualquier agente de la Guardia Civil o cualquier agente de la Policía Nacional, pero habiendo recibido muchísima menos formación. Es decir, en lugar de incrementar la calidad de la autoridad pública, lo que mejoraría la proteccion ciudadana, lo que se hace es deteriorarla ¡porque así sale más barata aunque sea de muchísima menos calidad!
Es evidente que formar un "número" sale más barato que formar a un "cabo"; que formar a éste es más barato que formar un "suboficial" o a un "oficial". Con todos los respetos para todos ellos, y partiendo de la base de que "aunque la mona se vista de seda, mona se queda", es una realidad estadística que el comportamiento de respeto hacia las personas es mayor a medida que la categoría profesional es mayor.
Hoy hemos visto lo que les ha pasado a dos franceses, ¡ella era "negra"!, que al salir de un centro comercial pitaron en el arco de salida. No es la primera vez que eso ocurre sin que uno lleve ningun objeto robado. Pero como ella era negra fueron ambos objeto de una agresiòn tan descomunal que exigiría la inmediata expulsión de los dos "agentes de la seguridad privada" autores del atropello. Felizmente fue grabado por su hijo menor de edad, lo que permitirá aportar una prueba objetiva. En la noticia se nos informa que fueron apaleados en un cuarto reservado al que se les llevó, ¡cosa que no se puede hacer! Eso nos obliga a preguntarnos ¿para qué existen cuartos reservados en los que existe el riesgo de ser llevado uno y sometido a un apaleo indiscriminado?
Espero que el hecho de que sean franceses, se han atrevido a presentar una denuncia, cosa que harían pocos españoles, se traduzca en una actuacion ejemplar por parte de los jueces que tengan que enjuiciar este caso. De todos modos mi subconsciente me traiciona; he dicho "espero que el hecho se traduzca en una actuacion ejemplar por parte de los jueces"; no he dicho "estoy seguro de que este hecho se traducirá en una actuación ejemplar por parte de los jueces. Porque lo que tendría que ocurrir sería la retirada de la licencia a la empresa que de modo tan deficiente ha "formado" a esas "autoridades".
El fascismo camina de nuevo. Mejor dicho, nunca ha dejado de caminar el fascismo. La propiedad tiene más proteccion de la "autoridad" que la dignidad y el respeto que uno merece por el hecho de ser una persona. La presunción de inocencia sigue siendo la misma que la que había en la época de Franco a manos de estas "autoridades": ¡algo habrán hecho!
Es necesaria una ALTERNATIVA REPUBLICANA donde esta realidad no puede ni imaginarse.
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