La exposición
de motivos la Ley 3/1984 reguladora de la Iniciativa Legislativa Popular
(ILP) remite su al art. 9.2,CE78 que declara la voluntad de intensificar la
participación de los ciudadanos y de los grupos en la vida pública que la ley se encarga de
dificultar.
Es “otra
farsa legal”, ¡una más del actual régimen! La exigencia de 500.000 electores buscar
dificultar más que facilitar “la directa participación del titular de la
soberanía en la tarea de elaboración de las normas que rigen la vida de los
ciudadanos” como falsamente dice la ley.
La unanimidad
de todos los electores de la comunidad de Navarra no basta para merecer ni ser
considerada por sus elegidos. La ley revela el espíritu dictatorial que esconde
la CE78: una ficción de realidad participativa. Si nos fijamos en los electores
provinciales, la unanimidad de todos los de cuatro provincias: Soria, Teruel,
Segovia y Palencia tampoco alcanza el mínimo que han puesto nuestros falsos
representantes para exigirles considerarla. A ello se añade la nula
acogida dada a las pocas ILP que hubo. Está claro: “no nos representan”
Son unas
peticiones desatendidas tras fallidas gestiones con esos “representantes” para
que se hagan eco de esa petición. Ante su negativa carece de sentido esta falsa
opción de participación ciudadana. Su elevada exigencia busca impedir que les
avergoncemos teniendo que votar lo que no quieren votar. Pero si se logran las
500.000 firmas, la desvergüenza del rechazo descubre la farsa de discusión: la
decisión está tomada: rechazar toda ILP soberana.
Se trata de
una actitud de nulo respeto a la democracia que caracteriza a este régimen: una
dictadura monárquica heredera de una dictadura militar que la engendró “a su
imagen y semejanza” para lo cual lo dejó todo “atado y bien atado”: desde un
Jefe del Estado que, como el de la dictadura militar, tampoco se puede elegir
democráticamente hasta que, con mucho más exceso que el de la dictadura
militar, ese cargo antidemocráticamente es hereditario.
El pueblo
quiere recuperar la democracia que le robó el dictador militar; la que el actual,
un dictador monárquico, no le quiere devolver. Dice el art. 1.2, CE78: “el
pueblo es el asiento de la soberanía”. ¡El pueblo quiere ejercer su soberanía!;
pero le engaña la propia CE78 cuando dice “de él emanan todos los poderes del
Estado” porque al actual Jefe del Estado lo nombró el dictador. El mismo que
nos privó de la democracia. El actual dictador regio nunca fue elegido; se nos
impuso. Para más INRI, la CE78 atropella esta soberanía hasta para el futuro
cuando dice que jamás será elegido
democráticamente, sino por vía genital entre sus padres.
Descubierta esta burla y la de la exigencia de 500.000 firmas para poder ser oído, el pueblo grita:“no nos representan”. Lo hace delante de la oficina donde sus representantes hacen tan mal su trabajo: el Congreso de los Diputados. La reacción de estos “que no nos representan” es más de lo mismo ¡es lo único que saben hacer!: la represión propia de la dictadura, antes militar, ahora monárquica, donde seguimos viviendo contra otro derecho más: el de manifestar nuestra opinión sobre lo mal que hace su trabajo.
Descubierta esta burla y la de la exigencia de 500.000 firmas para poder ser oído, el pueblo grita:“no nos representan”. Lo hace delante de la oficina donde sus representantes hacen tan mal su trabajo: el Congreso de los Diputados. La reacción de estos “que no nos representan” es más de lo mismo ¡es lo único que saben hacer!: la represión propia de la dictadura, antes militar, ahora monárquica, donde seguimos viviendo contra otro derecho más: el de manifestar nuestra opinión sobre lo mal que hace su trabajo.
Esa
represión la justifican alegando que se atenta contra la soberanía, revelando
así su mentalidad. dictatorial. ¡Nosotros somos los soberanos! Ellos sólo nuestros
representantes y nos quejamos de lo mal que hacen su trabajo diciéndoles que “nos
representan mal”.
Su reacción
represiva nos da la razón. Son los mismos falsos demócratas del
parlamento de Franco incapaces de interiorizar que están a nuestro servicio. Se
creen nuestros amos como herederos que son de las cortes de Franco. Eso explica
la represión dictatorial a la libertad de expresión, que ya se nos promete que
será mayor en el futuro, recuperando los “botijos” de la época de Franco
Actuaciones que anticipan los azulones, herederos de los viejos “grises”, de
las que son paradigma el indulto a los mossos d’esquadra.
En el
Parlamento el PP acaba de rechazar una “proposición de Ley de medidas para
prevenir la pobreza energética presentada por el Grupo Parlamentario de IU,ICV-EUiA,
CHA” apoyada por toda la oposición. Claramente “no nos representan”. No hay ni
un solo ciudadano - ni siquiera los que seguirán votando al PP - al que si se
le pide su opinión se atreva a decir que respalda lo que ha votado el PP, prueba
evidente de que “no nos representan”.
Cada vez
está más claro: NUNCA habrá democracia bajo esta dictadura monárquica: sólo recuperaremos
la democracia cuando triunfe la ALTERNATIVA REPUBLICANA. El ejemplo de Alfonso
XIII está para que los sigan sus descendientes. ¡Cuánto antes, mejor!
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