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16 dic 2013

Cuidadito con lo que hacemos

En Italia han decidido dejar de financiar los partidos con fondos públicos. Ante esta realidad que, me temo, pronto veremos en España, la derecha está encantada.La izquierda irreflexiva también. Está tan harta del despilfarro que se produce por los políticos que le vienen a la mente ideas suicidas. Esta satisfacción de los izquierdosos es la consecuencia de la falta de análisis sobre lo que eso significa.
Siguiendo el esquema clásico, que es realidad por más que la derecha se empeñe en hablar del fin de las ideologías y de los conceptos de derecha e izquierda, la derecha está apoyada por los propietarios de la tierra, del comercio y, como se dice ahora, del mercado. También está apoyada por las iglesias nacionales. Es decir, está apoyada por los que tienen el poder del dinero. Eso les permite, según les convenga, apoyar a los partidos que quieran, es decir, una vez a los de derechas y otras veces a los de extrema derecha.
¿De donde cree que se nutrieron las arcas del fascismo italiano, el nazismo alemán, la falange española los requetés navarros y las Juventudes Ofensivas Nacional Sidicalistas si no era del dinero de los propietarios? ¿Quién cree que fue el que financion el alquiler del Dragon Rapide, el avión con el que el General Franco se trasladó al norte de Árcia para iniciar allí el golpe de Estado que acabó luego en guerra?
¿De donde se cree que salió el dinero con el que se le complaron las armas a Mussolini que, agradecido por el negocio, no tuvo inconveniente en enviar a su ejército?
En resumen, la derecha y la ultraderecha no necesitan el dinero que procede de los Presupuestos Generales del Estado, tienen suficientes fuentes de financiación sin perjuicio de que si, además, tienen las que proceden de los Presupuestos Generales del Estado no las rechazarán, ¡que a nadie le amarga un dulce!
Ahora bien, ¿qué pasa si se deja de financiarse a los partidos políticos con los Presupuestos Generales del Estado? La respuesta es evidente: se quedan sin presupuesto los partidos de izquierda porque las rentas medias de que disponen los trabajadores de nivel medio que votan izquierda son pequeñas.  100 €/mes significaría un 10 % para muchos de los votantes de izquierda que cobrarn 1000 €/mes, pero sería el 20 % para quienes cobren 500 €/mes, que son varios millones. Pedir esta financiación a estos ciudadanos es algo imposible, no por falta de ganas sino porque primero deben atender las necesidades de su familia.
Nadie piense que los votantes de izquierda son sólo trabajadores de bajo nivel. También hay intelectuales y profesoinales cualificados cuyos ingresos son muy superiores. Dudo, sin embargo, que haya muchos, incluso que haya alguno, que gane 1 millon de euros por año.
Eso no ocurre entre los votantes de la derecha. Recientemente hemos sabido que a la vez que el número de trabajadores desempleados aumentaba hasa los 5 millones, un 13 % más, el número de ciudadanos que este último año habían conseguido superar unos ingresos de 1 milón de €/año había aumentado  otro 13 %.
A ninguno de ellos pagar el 10 % de sus ingresos como financicion al partido que les ha permitido prosperar tanto les va a disminuir en nada su nivel de vida. Si en la casa de cualquier trabajadore se dice que ¡donde comen tres comen cuatro!, estos nuevos millonarios y los que ganan 10 millones, 100 milones o 1.000 millones dicen ¡donde se vive con 1.000.000 €/año se puede vivir con 900.000 €/año!
¿Qué significa eso? Es bien sencillo: a cada votante de la dereecha o de la extrema deercha que financia al partido que le permitió ganar más de 1 millón de € al año, al que no le afecta en su quehacer cotidiano aporta a ese partido de dercha o de exrema derecha, esa finaciación de 100.000 € supera la que no pueden aportar 1.000 votantes de izquierda.
Vivimos un mundo donde además de las ideas gobierna también el marketing; y la propaganda sale cara. Aquella vieja máxima "el buen palo en el arca se vende"  no es cierta. Si no te enteras de que existe un arca que tiene un buen paño ¿como lo vas a comprar?
Frente a los que claman contra la financiacion pública de los partidos políticos y  los sindicatos yo elevo mi voz diciendo: el problema no está en la financiacion pública, sino en el descontrol de la financiación pública.
Mantengamos la financiacion a la vez que controlamos a los políticos; no solo a los que les toca la lotería, les regalan cinturones, bolsos, relojes y safaris; a los que compran palacios y áticos a precios distintos de los de mercado; a los que pagan por informes que no existen, por trabajos que no hacen, por construcciones cuyo presupuesto se triplica, por cursos que no se dan, .....sino a todos los políticos.
Un problema mal planteado no tiene solución.
El problema de la corrupción no está en la financaicion pública de los partidos, sino en la corrupción privada de los cargos electos que cuentan con el aval moral del partido- Promulguemos una ley en virtud de la cual  cualquier corrupción que el corrupto no pueda devolvercon cargo a su patrimonio, más la sancion correspondiente - ¿por qué no el triple de lo defraudado? - tenga que devolverla subsidiariamente el partido que lo presentó en sus listas.
Quizá no acabemos con la corrupción pero disminuiría; y con las sanciones obtendríamos un buen retorno



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