España es un país cuya climatología le permite tener
inmensas fuentes energéticas renovables tanto por la insolación que irradia la
inmensa mayor parte del territorio sino por el elevado recurso ecológico que
significa ser un país con tantísima costa y tan montañoso.
Al final,
felizmente, el Presidente Zapatero se decidió a aprovechar ese recurso
promoviendo mediante financiaciones incentivadas el incremento del
aprovechamiento de una energía que se despilfarraba sin utilizarla y que además
podía reducir el gasto en divisas y fomentar el empleo nacional y el desarrollo
tecnológico como así ha ocurrido en ambos campos el solar, fotovoltaico y
térmico y el eólico, en los que España está entre los primeros ¡y aún más
podría estar si no tuviéramos unos gobiernos tan garrulos.
Él éxito
del plan fue tal que desbordó sus expectativas y produjo algunos perjuicios por
no haber sabido calibrar bien los incentivos. Sin embargo su monto resulta
ridículo frente al incremento de empleo que produjo, frente al incremento de
conocimiento tecnológico que se desarrolló y frente a la alternativa creciente
que iba constituyendo frente a los oligopolios de las eléctricas que empezaron
a resentirse.
De arreglar
eso se encargó el Sr. Rajoy cuando logró el poder como consecuencia de la
crisis que ellos mismos habían provocado y que tuvieron la suerte de que le
explotar al Sr. zapatero en sus narices. Revocó todo lo dicho - y ya veremos
cuanto nos cuesta cuando empiece a tener que indemnizar a los perjudicados con
esas disposiciones - frenó todo tipo de incentivos a las energías renovables
precisamente en un momento en el ue el paro lo que necesitaba era un incremento
de la actividad a nivel, minorista, cientos de miles de propietarios de
viviendas rurales electrificando sus parcelas individual o colectivamente y
terminó poniendo un “impuesto al sol”.
Espero que
algún día se desmonte legalmente, aunque entonces habrá que indemnizar a los
perjudicados, con el dinero de los de más perjudicados nunca a costa del dinero
de los perjudicadores. Pero así es como hace el PP “sus negocios políticos”;
cuando sale mal lo que proponen, el caso de las radiales en Madrid es un caso
claro, no pierden los empresarios que se arriesgan su capital, que en eso
consiste ser empresario, ni los especuladores que les prestan ese capital a los
empresarios, que en eso consiste en ser especulador, perdemos como siempre
todos los españoles pese a lo cual, aunque cada vez menos, les siguen votando.
Hoy,
mentira tras mentira, el coste de la energía eléctrica es mayor, si llueve
porque llueve; si no llueve porque falta agua; si hay viento porque es fuerte,
si no hay viento porque es necesario recurrir a la energía nuclear. Todo ello
tras unas justificaciones más opacas que la contabilidad B del Partido Popular,
ésa que el Sr. Rajoy sigue sin saber que existía en su partido con la que se
llenaban sobres que circulaban por su sede sin que a él le constara nada.
Sin duda la
justicia es independiente ¡a Dios gracias!, pero no deja de ser curioso que
determinadas sentencias siempre resulten favorables a “los de siempre” hasta que llegan al Tribunal de Justicia de la Unión Europea que echan abajo esa
vergüenza que era la doctrina Parot, la prescripción de devolución de los
abusos bancarios, las cláusulas suelo, las subordinadas, las preferentes, las
conversiones en acciones, los préstamos a ciertas empresas, etc. ¿Qué pasará
cuando el TJUE o la UE empiece a meter mano en los pelotazos urbanísticos de
los clubes de fútbol que no pagan sus impuestos como Dios manda?
El Sr. Rajoy
se pasa todo el día diciendo “nosotros
defendemos la justicia”, ¿cuál justicia?; “nosotros cumplimos con la ley”; ¿cuál ley?; “nosotros protegemos los derechos de los españoles”; ¿cuáles
españoles”. La realidad es que el número de millonarios españoles en España ha
aumentado y el número de las trabajadores españoles que están en paro o que aun
estando trabajando están bajo el nivel de la pobreza también sigue aumentando.
Si Vd. cree
que el Sr. Rajoy no miente podrá justificarlo diciendo que se refería a los
primeros españoles, a los millonarios fruto de cuyo cuidado ha aumentado el
número. Sin embargo yo creo que miente; tanto o más que la Srª Ministra de Trabajo que salvo en lo de rezarle
a la virgen del Rocío para que la ayude en lo del paro, ¡que creo que si lo
hace!, todavía no le he oído decir ni una sola verdad. Como dice el refrán Dios los cría y ellos se juntan.
Esos son los lodos que vienen
embarrando año tras año la gestión pública.
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