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2 abr 2014

El fascismo nunca muere

Si a mí me preguntaran qué señas son las más características para identificar el fascismo diría que la principal es la persecución de la libertad del ciudadano que piensa, al que todo fascista tiene miedo.
Para ello se suelen siguen tres métodos: 
el primero consiste en hablar de la patria y del pueblo. Así se roba el protagonismo al ciudadano al que se desposee como sujeto de TODOS los derechos; pasa a ser una parte del sujeto de derechos fascistas: el pueblo, la patria, la religión en los estados fascista-religiosos), etc. Frente a ello está la definición de la esencia republicana de "Los derechos del hombre (mujer y varón) y el ciudadano (ciudadana)".
Privado el ciudadano de su naturaleza de sujeto de derechos cualquier fascista se puede nombrar defensor de la patria y del pueblo (POR LA GRACIA DE DIOS o no). Desde entonces el ciudadano que opine en contra ¡será víctima de todo tipo de abusos legales! Será "el enemigo del pueblo" como certeramente denunciara Ibsen ¡hace dos  siglos!  por ser libre y ejercer su libertad. La patria y el pueblo se han convertido en "dioses sagrados". Ante su altar criminal se sacrifican las vírgenes inocentes; vírgenes son los ciudadanos que ejercen su derecho a pensar de modo "diferente" al oráculo, al caudillo, al líder, al redentor que son muchos los nombres que se da "el gran hermano".
el segundo consiste en prohibir todo lo que huela a libertad individual. Se empieza de modo suave: prohibiendolo en ciertos sitios y al final permitiéndose sólo en el desierto del Sahara; pero el fascista dirá que está "ordenando el derecho a manifestarse". 
Luego le sigue la prohibición del derecho a circular por las calles; para ello se permite el abuso dediferentes esbirros al servicio del poder, que no del ciudadano: cuerpo de policía de defensa de la patria, cuerpo de policía para la represión de la inmigración, cuerpo de la policía para la lucha contra vagos y maleantes, cuerpo de la policía política, etc. Basta con que identifiquen a la gente para intimidarla. 
Luego le sigue la prohibición del derecho a reunirse sin avisar que nos vamos a renunir en la vía pública ¡eso ya es legal!, pero nunca se hace para proteger ese dercho; basta ver la actitud intimidatoria de los elementos que hacen la calle armados hasta los dientes, los brazos cruzados y elevados ante el pecho, la mirada agresiva, ¡todo legal!
Luego le sigue la prohibición a disponer del propio cuerpo, como pretende el Sr. Ruiz Gallardón. Luego le sigue la prohibición ..... de todo. 
El culmen es lo que se decía en la época del dictador precedente al actual, el militar que se inventó un reino para nombrar un dictador regio con derecho de herencia, es decir con prohibición a los ciudadanos de elegir al Jefe del Estado: todo lo no prohibido es obligatorio.
el terecero consiste en sancionar: sancionar por el no ejercico de un derecho. Así, el derecho a ser atendidos en la sanidad se convierte en la obligación ¡sancionable!, de indicar que, por la razón que sea, al final no podemos ir a la cita. Hemos recuperado - ¿realmente la abandonamos alguna vez? - la norma franquista de que todo lo no prohibido es obligatorio
Por supuesto que hay gente que se olvida de anular la cita; pero mucha más avisa, como se solicita, para facilitar que otras personas puedan asistir; y no podemos olvidar a todas las personas que llaman y no logran anular la cita porque no hay empleados suficiente para atender al teléfono porque el gobierno no los conrtata ¡siendo necesarios!. 
Eso nos obliga a reflexionar y preguntarnos ¿es responsableel ciudadano que quiso avisar y no pudo de que se pierda ese espacio de atención  o lo es el descerebrado nombrado por el gobierno al frente de un servicio de sanidad que demuestra que no sabe gestionar por lo que recurre a sancionar?.
Sancionar es el recurso de la gente poco inteligente. Entre ellas ocupa un lugar preferente el fascista por razones intrínsecas: un fascista no es inteligente. No obstante hay muchos que son fascistas; sólo no son inteligentes. Lo sean o no Vd. se puede atribuir torpeza o inteligencia al individuo que quiere sancionar para ocultar su incompetencia en gestionar bien un servicio público. Su respuesta decide:
¿Piensa en sancionar a alguien por obligar a un ciudadano a perder su tiempo llamando una y otra vez sin que nadie le coja el teléfono porque él no ha puesto personal suficinete para atenderlos? El tiempo invertido en tres o cuatro llamadas, ¡hasta que se cansa!, es muchas veces mayor que el tiempo que nos dedica el médico que nos (des)atiende. ¿No debería empezar por ahi?
¿Piensa en sancionar a alguien por hacer perder su tiempo, normalmente tiempo de trabajo, a todos los ciudadanos que van a solicitar una cita porque él no ha puesto personal suficinete para atenderlos? El tiempo invertido es muchas veces mayor que el tiempo que nos dedica el médico que nos (des)atiende.  ¿No debería empezar por ahi?
¿Piensa en sancionar a alguien por tener que esperar meses para ser atendido por el médico en una lista de espera interminable que unas veces acaba por ir a la sanidad privada y otras con la muerte del que estaba esperando?  ¿No debería empezar por ahi?
¿Piensa en sancionar a alguien por remitir a los ciudadanos enfermos a la sanidad privada en lugar de a la sanidad pública como es su obligación y nuestro derecho?  ¿No debería empezar por ahi?
¿Piensa en la opción de presentar la dimisión antes de que lo cesen a la vista de su incompetencia para gestionar correctamente la responsabilidad que ha asumido?  ¿No debería empezar por ahi?
¿Piensa?  ¿No debería empezar por ahi?
Es necesario dar por extinto el régimen fascista de quien lo heredó y juró aplicarnos las leyes fascistas ofreciendo a los ciudadanos una ALTERNATIVA REPUBLICANA cuya esencia es la libertad, no la represión.

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