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24 may 2015

El matrimonio homosexual no existe

                S. Pablo fue un misógino. Su misoginia aún sigue gozando de gran respaldo dentro de la iglesia católica y para desgracia de las mujeres seguirán “gozando” de ella muchos más años. La mujer católica puede ser sólo ayudante del cura. Si la han dejado ser diaconisa fue por falta de varones, no por respeto a su dignidad como ser humano igual en sus derechos al varón. A ella le siguen prohibiendo ser cura. Ésa es la (des)igualdad entre varones y mujeres que predica la Iglesia en nombre de su dios. ¿Es eso verdad o los misóginos vaticanos, manipulando su mensaje, dicen que su dios  quiere “la supremacía del varón”?
S. Pablo escribió una carta a los corintios (13:4-8) donde decía: "El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará jamás." ¿Por qué la doctrina de la iglesia ilegaliza el amor entre personas del mismo sexo como otros hicieron también entre personas de distinto color de piel? Fruto de su obsesión sexual rechazan la realidad natural del sexo al que “sólo toleran” siguiendo la doctrina de S. Pablo a los corintios (7:8,9): “A los solteros y a las viudas les digo que es mejor que se queden como yo; pero si no pueden contenerse, que se casen: más vale casarse que abrasarse”. ¿Qué clase de amor tienen quienes minusvaloran el amor sexual?
La gente decente sigue el camino de la razón. La gente decente ama a los demás y por eso ama su libertad. Sólo la iglesia católica se opuso en este referendum a favor de la libertad continuando esa obsesa tradición sexual paulina. Se opuso a que dos varones o dos mujeres pudieran ser felices amándose. Quería que siguiera siendo un delito para poder meterlos en la cárcel ¡por amarse! Todo porque S. Pablo se refirió al matrimonio heterosexual en sus cartas (Cor. 7:2-7): “En cuanto a lo que escribíais, que es mejor que el hombre no tenga relaciones con la mujer, os digo que, para evitar la inmoralidad, cada hombre tenga su mujer y cada mujer su marido. Cumpla el marido su deber con la mujer y lo mismo la mujer con el marido. La mujer no es dueña de su cuerpo, sino el marido; lo mismo el marido no es dueño de su cuerpo, sino la mujer. No os privéis uno de otro, si no es de mutuo acuerdo y por un tiempo, para dedicaros a la oración. Después uníos de nuevo para que Satanás no os tiente aprovechándose de vuestra incontinencia. Lo digo como “concesión”, no como “obligación”, pues desearía que todos fueran como yo; sólo que cada uno recibe de Dios su carisma, unos uno y otros otro”. ¡Vaya obseso sexual!
Las elecciones han demostrado el triunfo de la razón. ¿Qué razón hay para prohibir que dos personas que quieren ser felices puedan ser felices?: ninguna. ¿Existe un dios puede prohibir que dos personas que se quieren amar se puedan amar?: no existe. ¿Qué clase de gente pretende gobernar los sentimientos ajenos prohibiéndoles hacer lo que quieren?: despreciable. Los directivos de la iglesia católica deberían de ser consecuentes con su lema: ¡Dios es amor!; ¿o no es  verdad?
Por dos decisiones se le pueden perdonar muchos de sus errores al Presidente Zapatero. La primera, por legalizar el matrimonio con independencia del sexo de sus miembros. La segunda, por no caer en el engaño de esa gente que no respeta la libertad. Esa gente que cuando ya no podía seguir atropellando la libertad ajena pretendió seguir haciéndolo negando al matrimonio el derecho a ser llamando matrimonio si ambas personas tenían el mismo sexo.
Ese intento de engaño ofreciéndole su falso apoyo en una votación en la que eran innecesarios si no lo llamaba matrimonio fue tan vil como su propia alma. Querían así negarle parte de sus derechos. Lo que se llama de distinto modo es porque no es lo mismo; si lo fuera, se llamaría del mismo modo. Leo en un periódico: el matrimonio homosexual no existe. Tienen razón; tampoco existe el matrimonio pelirrojo, ni el matrimonio negro: sólo existe el matrimonio formado por dos personas que se aman entre sí.
Es cierto que los irlandeses han tardado, pero su Parlamento ha sido un ejemplo de amor a la libertad: 226 de sus miembros declararon que votarían a favor, solo 5 declararon que se opondrían. El líder dela oposición David Quinn declaró por Twitter "Enhorabuena a los defensores del SI. ¡Bien hecho!”
Eso define a una oposición progresista!
Lo que aun sorprende es que casi un 40 % quieran impedir a los demás ser felices. ¿Por qué creen que eso es lo que quiere su dios?: el amor a la libertad individual - si no existe, no existe el hombre - exige defender la libertad individual de amar del hombre, sea éste varón o mujer: ser libre es poder elegir.

Todavía quedan demasiados países, ¡uno sólo es demasiado!, donde la libertad está “legalmente” prohibida. Uno tras otro irán cayendo. De eso no hay duda. ¡No obstante la tardanza es insoportable! 

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