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25 ago 2014

¿Y si ....?

Los pensamientos vagan por la mente de forma extraviada. De repente se te ocurre algo que no tiene nada que ver con lo que estás haciendo, ni con lo que has leído hace poco, ni con nada que te hubiera sucedido que pudiera justificar esa asociación de ideas.Es el momento de decir "los misterios de la mente son insondables" y quedarte tranquilo ante la imposibilidad de encontrar una explicación a lo sucedido.
Esta reflexión viene a cuento porque han llamado a la puerta de mi casa; son las 9; ya es de noche. Los niños ya están en la cama durmiendo. Nos miramos mi mujer y yo. ¿Quién llamará a estas horas? Me levanto y abro. Es un vendedor de no se qué. Le digo que no me interesa lo que vende y me excuso por no comprarle nada. ¡Qué dura es la vida para tantas personas en estos momentos! ¡Que injusto es el mundo donde la opulencia de los ladrones y estafadores protegidos por los políticos, cuando no son los mismos, conduce a la miseria a tantos millones de personas - somos 7 mil millones - que sufren con paciencia en este mundo injusto sin rebelarse!
Era un vendedor, le dije a mi mujer y me senté; pero de repente pensé ...
¿Y si en vez de este pobre y desgraciado vendedor hubiera venido alguien a decirme que le acompañara al Ayuntamiento por orden del Alcalde?
¿Y si le hubieran acompañado dos o tres vecinos míos, conocidos del pueblo, armados con pistolas o con alguna escopeta de caza?
¿Y si el que hubiera estado al frente de la partida hubiera sido un tipo con su uniforme?
¿Y si mi mujer se hubiera puesto a llorar y a pedirme que no fuera con ellos?
¿Y si yo, ya se sabe que los hombres no podemos llorar, la hubiera tranquilizado diciéndole que no se preocupara que volvería en seguida y hubiera pedido a los de la partida que confirmaran mi afirmación?
¿Y si los que me venían a buscar hubieran dicho que era sólo para hacer algunas comprobaciones?
¿Y si a alguno no se le hubiera escapado una sonrisa torva mientras los demás tranquilizaban a mi mujer?
¿Y si yo hubiera ido a darle un beso a mis hijos en su cama aun a riesgo de que se despertaran?
¿Y si yo no hubiera vuelto en toda la noche, ni al día siguiente, ni ningún día más?
¿Y si cuando mi mujer fuera al Ayuntamiento el Alcalde me hubiera dicho que del Ayuntamiento salíó a las 10 después de haber contestado a algunas preguntas?
¿Y si le dijeran que informarían a la Guardia Civil para ver si me podían encontrar si no volvía a casa?
¿Y si nunca más hubiera vuelto a casa?
¿Y si a mi mujer alguien le hubiera dicho, en voz baja, que me habían "paseado"?
¿Y si nadie quisiera decirle donde habían tirado mi cuerpo y el de los demás que me acompañaron en el "paseo"?
¿Y si mi mujer hoy, con 98 años todavía estuviera intentando saber donde está mi cuerpo?
¿Y si mis hijos, 79 y 81 años  que ya solo tienen de mi el recuerdo de unas fotos también lo estuvieran intentando?
¿Y si mujer tuviera que ver en televisión a un político diciendo que "esa gente que quiere andar buscando las tumbas en realidad lo hace para "conseguir subvenciones"?
¿Y si a los pocos días hubiera tenido que oír a otro político del mismo partido que dijera que lo que pasa con esa gente que quiere buscar a sus parientes enterrados en alguna cuenta o en la finca de su asesino "son gente miserable que quiere resucitar los odios de la guerra civil"?
¿Y si de repente mediera cuenta que los misterios de la mente no son insondables porque las asociaciones de ideas se provocan diario y por eso surgen pese a que una parte de la mente quiera olvidar tanta maldad?
¿Y si de repente me diera cuenta de que lo que si son insondables son los vericuetos de la maldad humana que no se conforma con hacer el daño sino que además no duda en seguir produciendo daño a sus propias víctimas casi un siglo después?
¿Y si ...?

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