Como otros
años el 08.03.2018 habrá una manifestación feminista. Se propone una huelga de
4 h. La huelga debe ser de 24 h. La reivindicación no puede ser sólo
laboral, la reivindicación debe ser familiar, ¡vital!
No basta un
paro de 4 h; no basta una manifestación en la Puerta del Sol o en los lugares
equivalentes de cada pueblo, aldea o ciudad. Es necesario un clamor profundo,
absoluto, intenso apocalíptico, porque el apocalipsis sobrevendría si esa
huelga de 24 h durara una semana. ¡Sólo una semana! Padres y abuelos, esposos, hijos
y nietos deben ser conscientes de que la inmensa dependencia que todos los
varones tenemos de las mujeres a las que, consciente o inconscientemente
parasitamos, ¡como algo natural!, que eso es lo verdaderamente terrible, la
naturalidad con la que lo hacemos. Y eso es lo verdaderamente terrible, ¡que
sea natural!
En esa
huelga tienen que estar presentes todas
las mujeres que se respetan no como mujeres sino como seres humanos. También
todos los varones que no vemos en las
mujeres más que a otro ser humano ¡Pero no a otro ser humano igual en
derecho a nosotros!, porque nosotros, los varones, no somos la medida de los derechos
de los seres humanos. Sólo los seres humanos,
da igual nuestro sexo, nuestra orientación sexual, nuestros estudios, nuestra
raza, nuestra riqueza, … ¡nuestra ilegalidad! … TODO, somos la medida de todas las cosas.
Hace unos
2400 años Protágoras dijo “el hombre es la medida de todas las cosas”, es hora
de cambiar esta afirmación: “el ser
humano es la medida de todas las cosas”, incluso los hijos de puta, mujeres
o varones, que explotan a sus semejantes.
El día 01.10.1931 España sobrepasó a muchos
países desarrollados al aprobar el art. 25 de la Constitución de la II
República: “No podrán ser fundamento de
privilegio jurídico: la naturaleza la filiación, el sexo, la clase social, la
riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas. El Estado no reconoce
distinciones y títulos nobiliarios” un artículo que, porque el Gobierno respetó
la Constitución, se cumplió.
Hoy, bajo
esta dictadura monárquica fascista en la que se engendró esta CE78 el art. 14
dice “casi lo mismo”: Los españoles son
iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón
de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o
circunstancia personal o social” pero este gobierno, como todos los
anteriores, al que se le llena la boca diciendo que es un adalid del respeto a
la CE78 lo atropella porque todo el Título II “de la Corona” constituye una violación
de este artículo que es un Derecho Fundamental convertido en así en Derecho
Secundario.
En España
hay una familia, la del nieto de Alfonso
XIII, ese que si huyó a la Italia fascista, condenado por los tribunales por
traidor, que juró que seguiría privándonos de la libertad y de nuestros
derechos reconocidos en la CE31, aplicándonos las mismas leyes fascistas que
Franco, que atropellando el art. 14 CE78 discriminando a sus hermanas por
razón de sexo. De todos modos como también está prohibida la discriminación por
razón de nacimiento, el que sus hermanas nacieran antes tampoco permitía que le
discriminaran a él por haber nacido después. Pero eso no debe distraernos de la
esencia, esa familia, cuyo poder procede de Franco porque nunca los eligió
democráticamente nadie, discriminan a 47 millones de españoles por razón de
nacimiento y condición personal o social: ser
hijos del dictador monárquico fascista, nieto de Alfonso XIII, ese que si huyó
a la Italia fascista, condenado por los tribunales por traidor, que juró que
seguiría privándonos de la libertad y de nuestros derechos reconocidos en la
CE31 aplicándonos las mismas leyes fascistas que Franco.
Se trata de
un individuo que también viola el art. 1.2 CE78 que dice “La soberanía reside en el pueblo español de donde emanan todos los
poderes del Estado”, salvo el suyo propio que emana de Franco que refrendó
la CE78, una ley nacida de las leyes fascistas que el juró. De eso ha presumido
él cuando negó haber incumplido su juramento porque la CE78 nacía de las leyes
fascistas sin solución de continuidad.
En ese
contexto, el 01.02.2018, 1036 meses después, el Presidente M. Rajoy, el que presume
de defender la CE78 mientras la atropella aplicando inconstitucionalmente su art.
155, respondía a la pregunta de Carlos Alsina le pregunta en Onda Cero sobre la
brecha salarial de las mujeres diciendo “No
nos metamos en eso” donde todavía fue más grave el ademán de desprecio de
su brazo con el que lo subrayo; sólo le faltó añadir “¡puaff!”. Lo dicho no es un lapsus de su subconsciente sino el
reflejo del consciente grabado en su subconsciente. Eso mismo opina en pleno
todo su gobierno, mujeres incluidas; eso opina todos los Diputados del PP en el
Congreso, mujeres incluidas; eso opina la mayoría de los 350 Diputados del
Congreso, mujeres incluidas, que mantienen las inicuas leyes laborales que si atropellan
el derecho de los trabajadores a un salario digno, pues no les llega para
vivir, todavía es más indigno el de las mujeres que es inferior a igualdad de trabajo,
atropellando de nuevo el art. 14.
¿Por qué no?
Si atropellan al 99,9999 % de españoles, mujeres y varones, con sus leyes
fascistas hereditarias de la Jefatura del Estado que les dio Franco, otro dictador
fascista, aunque militar ¿por qué no van a atropellar “sólo” al 51 % de
mujeres? Esas mujeres que, al menos las que le votan, lo hacen agradecidas por
no tener que besar además las huellas de sus zapatos. Eso debe opinar también
el Presidente de los hoteleros tinerfeños, Jorge Marichal: “quien se deja explotar hoy en día es porque
quiere”. O sea: a las mujeres les gusta ser explotadas.
La manifestación
del 8 de marzo enlaza con la aprobación del art. 25 de la CE31 aquel 1 de
octubre de 1931 en el que en España se abrió el mundo de la igualdad entre
todos los seres humanos. Un mundo que cerraron el 1 de abril los que no
respetaron los derechos humanos y siguen manteniéndolo cerrado. Recuperemos
nuestra dignidad, una vez por todas, el 8 de marzo reivindicarán la igualdad de
derechos de todos los seres humanos.
Ningún republicano español puede faltar a
la reivindicación de nuestra total igualdad.
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