A lo largo
de estos días he leído múltiples titulares erróneos sobre QUIEN GANÓ las
elecciones. Es penoso este espectáculo de analfabetismo político de que han
hecho gala los políticos - ¿cómo no saben cuál es su trabajo - pero también de los
medios de comunicación - ¿qué errónea información dan?
La política
de la izquierda siempre ha sido la de la educación ciudadana. El impulso máximo
tuvo lugar iniciada la II República con un plan de alfabetización universal que
fue cancelado cuando la derecho ganó las elecciones y que, reanudado cuando las
perdió se mantuvo pese a todo durante la guerra. Esta sigue siendo la política
de la derecha, es más fácil abusar del ciudadano
inculto, que eliminó la asignatura de “educación para la ciudadanía” privando de
esta información a las nuevas generaciones y que los ciudadanos se vean como
sujetos de derecho” y no sólo como víctimas de imposiciones “legales”.
Es un error
creer que gana quien obtuvo más votos en la lista como si fuera una carrera olímpica. No
se trata de dar medallas de oro, plata y bronce a los tres primeros. En las
elecciones a una vuelta se elige a los representantes-electores para que ellos
elijan al gobierno ¡porque nos representan! Eso es lo que significa una
democracia representativa ¡tampoco es tan difícil de entender este concepto!
El PP y el
PSOE han sido los partidos más votados con un respaldo de más o menos el 20 al
30 %. Sería poco democrático empeñarse en reivindicar que tiene que gobernar la
lista más votada. Deben gobernar los representes que se pongan de acuerdo en un
programa de gobierno que respalde más del 50 % de representantes-electores. Lo
contrario resulta ridículo. ¿Cómo quien tiene unos representantes electos
respaldados por el 25 % de los votos ciudadanos puede tener el tupé de decir que
representa mejor al conjunto de los ciudadanos que una coalición de electos que
tiene el respaldo del 60 %?
Todo ello
al margen del fraude de la vigente ley electoral que ¿legaliza? el “genocidio
de las minorías” a base de “anular” los votos dados a los representantes electos
que no alcanzan el 5 %. ¿Por qué ese voto no vale nada? ¿Qué pretende ese
porcentaje arbitrario? Es una sucia maniobra a favor del bipartidismo y contra
la representatividad social. Así se excluyó a UPyD y a IU ¡antidemocrácticamente!
de modo “suciamente legal”.
Ahora que
han llegado los nuevos partidos con voluntad de “regenerar la política” una de
sus primeras medidas, de cara a las elecciones generales, debe de ser la de
anular esta ley que de modo inicuo priva a los ciudadanos de sus
representantes.
La petición
de un cambio de la ley electoral
estableciendo una segunda vuelta con los partidos más votados es “otra opción”,
pero es discutible que sea mejor o peor. Recordemos el caso de Francia en 2002.
Los resultados electorales para Presidente de la República fueron: Chirac
(derecha) = 19,88 %; Le Pen (extrema derecha) = 16,68 %; Jospin (Socialismo) =
16,18 %. En España eso hubiera conducido a la elección de Chirac pero
condicionado por el apoyo que le dieran los demás partidos; eso le hubiera
obligado a una política más conforme con la distribución de deseos manifestada
por el reparto del voto que no lo que resultó. En la segunda vuelto los
partidos de izquierda tuvieron que pedirle a sus electores que votaran a la
derecha y Chirac logró así el 82,21 % de los votos.
El Presidente
Chirac, acusado de diversas corrupciones acabó siendo condenado por desvío
ilegal de fondos aunque por tener 82 años no se le obligó a entrar en prisión.
¿Es eso mejor que llegar a un acuerdo para la investidura que controle al candidato
mayoritario como está ocurriendo ahora en Andalucía? Yo, personalmente creo que
es mejor la opción de que nuestros representantes electores puedan llegar a
acuerdos. Y si no llegan entonces se hacen
nuevas elecciones de todos contra todos.
Pero lo
importante de esta reflexión es la de que políticos y periodistas se enteren de
que el m minoritario más votado NO HA GANADO las elecciones: HA PERDIDO las
elecciones aunque sea el que ha tenido más respaldo. Quien GANA LAS ELECCIONES
es el que tiene MAS REPRESENTANTES QUE APOYEN SU PROGRAMA DE GOBIERNO, no sus
promesas (¿mentirosas?) de programa de gobierno que es sobre lo que votamos los
ciudadanos.
Si quien
logró nuestros votos con engaño hace lo contrario tenemos que tragárnoslo por 4
años.
En cambio,
si quien logró la investidura engaña a nuestros representantes-electores estos
tienen la opción de presentar una moción de censura y como son mayoría
obligarle a convocar las elecciones.
Por esa
razón yo soy más partidario de unas elecciones de representantes-electores que
de unas elecciones a segunda vuelta. Ésta, que es la que le gusta a la derecha,
se parecen demasiado a una elección de un “dictador por 4 años”. ¿Es por eso
por lo que le gusta más a la derecha la segunda vuelta? De todos modos en una
segunda vuelta Aguirre y Cifuentes no habrían salido ni tampoco ninguno de los
Alcaldes con minorías mayoritarias. En la segunda vuelta hubieran quedado como
el Sr. Le Pen.
Entender que en unas elecciones representativa se
eligen a unos representantes - electores que son los que tienen que elegir al gobierno
es básico par
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