Existe otra
politización de la justicia que consiste en lo que se llama judicialización de
la política. El político no quiere hacer lo que la ley le permite, ¡mucho menos
promulgar las nuevas leyes que el tiempo exige!; para lograrlo se enroca y
endosa la interpretación de la leya los jueces que lo hacen en el sentido más
regresivo para lo cual eligieron a esos jueces judicializando la político.
Ellos priman el criterio de los
antecedentes históricos y legislativos, prime sobre los otros cuatro que
les ofrece el art 3.1 CC que miran al presente y al futuro.
El caso del conflicto
organizado entre los políticos catalanes favorables al independentismo y los
del Partido Popular y Ciudadanos que se niegan a reconocer el derecho a elegir
es claro.
El TC, políticamente
elegido está politizado y ha mordido la manzana, no sé si la de Eva o la de la
madrastra de Blancanieves, porque lo que no mordió fue la mano de que le
nombrara. No ha sabido estar a la altura de las circunstancias.
Si la política es el
arte de lo posible todo lo que la ley permita y no prohíba expresamente debe
permitirse. Si lo que dicen las leyes no se acomoda a la realidad social del tiempo en el que han de ser aplicadas de
deben modificar. Por supuesto que cabe hasta dentro de esta mierda de CE78 el
referéndum propuesto por los catalanes independentistas.
Lo ocurrido con el
Brexit demuestra que se necesita una ley que defina el referendum donde se establezca qué porcentajes se exigen según sea
la naturaleza de la consulta; cuáles son sus ámbitos geográficos; sus
consecuencias políticas y económicas, etc. Una ley clara donde el ciudadano
sepa las consecuencias de su voto.
El referéndum del
Brexit fue un engaño; se votó sin saber que significaba el voto. ¿Qué pasa si en dos años no hay acuerdo? ¿En
qué condiciones se produce la separación? Si no hay acuerdo sobre la recíproca
deuda ¿se dejan todas sin pagar? ¿Quién chantajea al otro? Eso no hubiera
ocurrido de existir una ley clara antes de haber votado en el Bréxit. No
repitamos ese error.
El argumento del
independentismo catalán es falaz. El futuro no se construye falseando los antecedentes históricos y legislativos (art.
3.1 CC). Cataluña nunca fue
independiente. La Cataluña española no es una nación porque ignoran la Cataluña
francesa que juntos sí lo son. La sanción tras el Alzamiento contra Felipe V fue
legítima. Ni ellos ni muchos andaluces, aragoneses, castellanos,
mallorquines levantinos, de Valencia y
Murcia que no respetaron su juramento de lealtad al rey y se dejaron seducir por un buscavidas, el
Archiduque. Como no tenía ningún derecho prometió el oro y el moro ¿quién no?
si le dejaban ser rey de España, sus posesiones europeas, América, Filipinas,
etc. Pero con todo los catalanes salieron mejor parados que los demás que
apoyaran el Alzamiento; recuperaron más derechos que los mallorquines y valencianos.
Pero el engaño fundamental es que no fue un levantamiento catalán, fue un
Guerra Europea que se inició en Austria, se desarrolló por Italia y Francia y
acabó llegando a toda España aunque con menos poyo al Archiduque en Castilla
Navarra y las provincias vascas. Austria, España, Francia, Holanda, Portugal y
el Reino Unido lucharon entre sí.
Menorca, no sólo Gibraltar, fue el precio de la paz con Inglaterra, ¡la gran
vencedora junto a Austria! , junto a las posesiones en Europa, el asiento en América,
etc.
El futuro se
construye con leyes acomodadas a la realidad
social del tiempo en el que han de ser aplicadas (art. 3.1 CC); la
soberanía la ejerce el ciudadano articulándola en su ejercicio a través de los
grupos con identidad política bastante hayan sido naciones o no en el pasado.
Ni Malta, ni Andorra, ni Mónaco, ni San Marino, p.. ej., fueron independientes,
hoy lo son. Chipre lo fue hace tres mil años. Un político serio mira al futuro;
no falsea el pasado.
Pero es que quizá la
tierra no da para más que para los políticos que tenemos; quizá es que este es
un país corrupto y por eso la corrupción tiene el apoyo que tiene en las urnas;
quizá es que el problema que tendría que resolverse como dijo Costa en plenoi
S. XIX con “merienda y escuela” no se quiere resolver y por eso los niños en la
escuela han vuelto a pasar hambre ¡y la escuela está retrocediendo a las
opciones de la enseñanza obligatoria ¡y que dure!, porqee el acceso a la
universidad es cada día más difícil, hemos recuperado tiempos pretéritos en tan
sólo cinco años.
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