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6 feb 2017

Explicación de la factura de la electricidad

Leo el artículo “La culpa de la subida del precio de la electricidad” de D. Fernando Fernández de Troncóniz (ABC, 04.02.2017). Su justificación me resulta inaceptable. Yo creo que la culpa del precio es la corrupta forma de establecerlo y “legalizada por el gobierno, el actual y los precedentes y los parlamentos que ¿350 corruptos? aprobaron las leyes. El engaño de la estafa consiste en decir que es el precio del  mercado libre cuando lo es del mercado corrupto.
La electricidad se obtiene por vías tradicionales: hidroeléctrica, térmica (carbón nacional o importado), petróleo, nuclear, de ciclo combinado de gas pero también eólica, solar (térmica o fotovoltaica). Ninguna de ellas es un mercado rígido. Primero es posible instalar más centrales de producción: las hidroeléctricas fluviales podrían ser todas reversibles con un coste mínimo; además están las mareomotrices y las eólicas y solares (térmicas y fotovoltaicas).
En una economía de mercado no fraudulento si un producto aumenta de precio se produce más y si baja deprecio se produce menos. En uno fraudulento se produce menos para que aumente el precio porque si se produce todo lo que se puede producir bajaría. Ahí reside una parte del fraude eléctrico. Para legalizar el fraude del oligopolio  se modificó la forma de fijar el precio de la electricidad que regulaba el llamado Marco Legal Estable. Entonces a cada unidad de producción se le asignaba una retribución que atendía al coste de la inversión y de operación reconocidos más un rendimiento financiero. Eso exigía una auditoría periódica cuyo  control lo justificaba el hecho de la energía es un producto vital para la economía del país que no puede estar en manos privadas que controlarían la política industrial  del Estado.
El fraude descarado lo creó la Ley del Sector Eléctrico en 1997 con su falsa “libertad del mercado eléctrico”. Entonces aún no había en España centrales de ciclo combinado -la primera es de 2002- que se veía como una alternativa económica de futuro dada su versatilidad  y bajo precio del gas natural aunque, como el carbón, es un neto productor de CO2.
Para rematarla se inventaron unos “Costes de Transición a la Competencia” que son la antítesis del libre mercado. El engaño de esa estafa fue decir que era  para “compensar” las pérdidas de las centrales eléctricas amenazadas de no poder competir con las nuevas centrales de ciclo combinado. ¿El mercado libre no se basa en la competencia? En un mercado libre no cabe compensar a quien el mercado expulsa por ineficiente. Mercado libre y compensación son conceptos incompatibles. Ésa fue la primera estafa del Gobierno que secundaron ¿350 estafadores más al aprobar la ley? Si el mercado libre es beneficioso sobran compensaciones. Si no lo es ¿por qué hay que pagar a quien no sabe competir en el mercado libre
El riesgo del mercado libre no ocurrió porque el precio del gas subió desde 2000 pero lo “compensado” no se devolvió y a esa estafa “la compensación” por estar en un mercado libre se le sumó un nuevo fraude con la regulación del precio de la electricidad (Ley del Sector Eléctrico de 2013 (art. 14.5.a); RD 2019/1997 (art. 10) y Reglas de Funcionamiento del Mercado de 27.01.2014, harto complejas, mucho más que las anteriores de 01.08.2013.
Bastan dos palabras para entender la estafa montada; “legalmente” ¡por supuesto! En el mercado libre el precio de venta de un producto resulta de la suma del coste de producción, más los beneficios, más los impuestos. A igualdad de calidad de producto, todos los KWh son iguales, el más eficiente los vende todos. El menos eficiente o baja el precio, reduciendo sus beneficios, o corre el riesgo de no venderlos por insuficiencia de demanda. Pero un oligopolio puede controlar la oferta y con la Ley se “beneficia” a todos. Si la demanda se satisface con el primer vendedor el precio del KWh es bajo pero si el segundo vendedor vende un solo kWh caro el precio de todos los kWh del primer vendedor pasan a cobrarse al precio del KWh del mas ineficiente de los productores.  Eso es la antítesis del mercado libre; es el latrocinio libre.  
Los co-estafadores (art. 28 CP) no le llaman “precio de la corrupción eléctrica” porque eso se entendería bien; usan el neo-lenguaje orwelliano de “1984”; le llaman “precio marginal del último recurso”; para aumentar el engaño de toda estafa confunden a los poco ilustrados añadiendo que es “el punto de corte de las curvas de oferta y demanda del último recurso”. Antes a los ladrones les llamaba ladrones y estafadores a los estafadores estafadores. Ahora les llama ingenieros financieros pero son “fabricantes de puertas”; “giratorias”, por supuesto.
Se añade que el precio lo marca el coste de producción de ciclo combinado “porque es la tecnología que puede adaptarse a cualquier situación de la demanda”. Es el mismo engaño que cuando se dice que el fraude en las votaciones donde los votos no valen lo mismo según la provincia donde vivas es culpa de la regla D’Hont. Donde está el fraud es en la Ley electoral y aquí en la Ley de regulación del precio y sus Reglamentos propuesta por el Gobierno y aprobada por el Parlamento ¿por 350 corruptos? Seguro que algunos ni sabían lo que hacían.
El productor de KWh a bajo precio está encantado. Sus beneficios son enormes. Pero no los tendría si él pudiera atender toda la demanda. Para “forrarse” sólo tiene que reducir la oferta “para mantenimiento de la instalación”. Entonces es “necesario” comprar KWh al precio más alto del menos eficiente. La estafa se parece a la del IRPH que algunos juzgados están resolviendo mediante condenas a las cajas que estafaron a sus clientes. ¿Se atrevería un juez con la patronal eléctrica? Habrá que darles la oportunidad.
 Para consumar el  engaño al ciudadano se le dice que no se puede almacenar la energía eléctrica. Es falso. La pueden almacenar todas las hidroeléctricas reversibles ¡y lo podrían ser todas con un coste mínimo! Además por vía electrolítica se puede convertir el agua en hidrógeno y oxígeno comprimidos para atender los picos de consumo. Las centrales de gas ciudad hacían eso para atender las demandas puntuales de gas a la hora de la comida y cena.

Imagínese Vd. que los vendedores de alimentos montaran la Patronal Alimentaria y un gobierno adecuadamente corrupto - viendo en lontananza una puerta giratoria - aprobara una ley alimentaria que fijara el precio de los alimentos con el coste marginal del último productor. Vd acabaría pagando la fruta que antes comparaba en el mercado de su barrio al precio no de el Corte Inglés ni de su tienda del Gourmet sino al precio de la más cara tienda de Delicatessen   ¿Le parecería a Vd. eso una estafa? ahora ya entiende la factura de la electricidad.

2 comentarios:

Muy bien Alfonso. Un texto muy claro que desmonta la indecencia de un parlamento al servicio de un capitalismo muy corrupto y extremadamente peligroso. Hace un par de meses, en una tertulia de amigos próximo a donde resido, les comuniqué que tenía la sensación de que estaba viviendo lo que llamo la dictablanda (entre 1968 y 1980), basándome en el binomio inseparable de los poderes de la Administración Pública y el de la política. Es una relación muy estrecha con intereses muy asentados desde la dictadura como tales. Muy difícil desmontar esos poderes porque tienen la llave de todos los "pesebres" (a diestra y "siniestra") del Estado. Es claro que estoy pesimista por que podamos cambiar este nepotismo que nos rodea y, que a poca ciudadanía nos abruma. En otros momentos de la historia una revolución lo “arreglaba cambiando todo para que siguiera funcionando igual” (Lampedusa); semejante a quítate tú para ponerme yo. Gracias por el esfuerzo y la claridad de tu fundamento bien articulado.

Gracias Juan, la historia no termina aquí; hay preparadas más entregas. Pero teniendo en cuenta la afición del español a votar a partidos corruptos no creo que esto sirva para mucho más que mi desahogo

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