En la de la izquierda un niño ve como se aleja la barca. La imagen es inocente
Pero nos recuerda lo que les ocurre a tantos que esperan venir a Europa, una sitio miserable que le niega su esperanza, que le abandona en la playa por falta de papeles que ”legalicen su derecho a vivir”. Así entendemos la fraternidad que declara el art. 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Todos los seres humanos nacen LIBRES e IGUALES en dignidad y DERECHOS y dotados como están de razón y conciencia deben comportarse FRATERNALMENTE los unos con los otros".
Pero nos recuerda lo que les ocurre a tantos que esperan venir a Europa, una sitio miserable que le niega su esperanza, que le abandona en la playa por falta de papeles que ”legalicen su derecho a vivir”. Así entendemos la fraternidad que declara el art. 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Todos los seres humanos nacen LIBRES e IGUALES en dignidad y DERECHOS y dotados como están de razón y conciencia deben comportarse FRATERNALMENTE los unos con los otros".
En la de la derecha se ve como
lo respetamos. Eso sí, después de haber sufrido un vuelco en el corazón, eso en
el caso de gente sensible, que los insensibles lo que harán será echarle la
culpa a los padres por haber arriesgado la vida de su hijo. Por suerte para los
padres ellos están muertos y quizá se los hayan comido algún
pescado por el que estos bienpensantes pagarán cuando lo coman sentados en una
terraza disfrutando de la placidez del mar al medio día o a la puesta del sol. La culpa es de los “traficantes de seres humanos”; nosotros “no somos traficantes”; al fin, mueren fuera de la UE.
¿Qué estamos haciendo?
Porque lo estamos haciendo
nosotros. Que nadie se engañe con el viejo truco de Pilatos, son los
“traficantes de seres humanos” decimos mientras nos lavamos las manos con el buen
jabòn de pagar unos cuantos euros a Médicos del Mundo o a Intermóon Oxfam o a otra
de las demás ONG, Organizaciones No Gubernamentales que se enfrentan a las otra
ONG, las Our National Government, Nuestros
Gobiernos Nacionales a los que hemos votado prefiriendolos por la política que
nos ofrecían de Paz, Orden y Progreso.
Porque han sido millones, no
uno ni dos, los españoles los que han votado en las últimas elecciones que el
Lic. Rajoy siga Presidiendo un Gobierno. Un Gobierno que ha instalado las concertinas
en Melilla. UN Gobierno que ha dejado ahogarse delante de sus ojos a esos
“sucios inmigrantes” no sólo sin ahyudarles sino disparándoles pelotas macizas
alegando que no disparaban a dar y que la playa de nuestra Sagrada Patria a la
que defendían de las invasiones tan peligrosas empezaba en el culo de los
Guardias Civiles.
Han sido millones de USAcos
los que han votado en las últimas elecciones que el Sr. Trump construya una
muralla en lo que les queda de territorio a México despues de haberles robado
5/6 del que tenían cuando se independizaron y monten en su feria patriótica una caseta de “tiro al mexicano”. Desde ella
sus patriotas, todos ellos inmigrantes de segunda o terecera generación, puedan
defender a su país de la invasión de “esos sucios inmigrantes” esos “asesinos y
violadores que fueron sus padres o abuelos o incluso biasabuelos, en palabras
de su próximo Presidente, porque América era de los aborígenes a los que
exterminaron de modo sistemático a tiros, emborrachándolos o matándolos de
hambre en los campos de concentracion a los que los llevaron andando miles y
miles de millas. Sin duda hay que reconcerles la efeica del método. Supero,
pero a lo primitivo del procedimiento al deHitler.
Han sido millones de húngaros
los que han llenado de vallas y concertinas, siguiendo el ejemplo del
Presidente español, sus fronteras para impedir que esos inmigrantes, gente que
preetende seguir viviendo con nosotros comiendo las migajas de pan que cae de
mnuestras mesas de comilones, que eso significa epulón, en lugar de dejarse
morir en su país, que sería lo delicado, porque les negamos el derecho a comer
nuestros yugures caducados, nuestros paquetes de leche caducados, nuestros
pescados caducados, nuestra carne caducada, porque no piden más, porque no cumple
con las normas de sanidad y se podrían intoxicar. ¿Acaso no es más rápida la
muerte por hambre?
LIBERTAD,
IGUALDAD, FRATERNIDAD. ¡Vaya ridiculez de lema!
¡Y pensar que todavía hay gente que pretende recuperar la
democracia!
No se a donde vamos a llegar si algún día gobernaran esos
locos populistas con semejantes ideas.
2 comentarios:
Magnifica reflexión ante tanto cinismo. enhorabuena
Gracias. Si es verdad que "la verdad nos hará libres"(Juan, 8, 32), habrá que "reiterarla con ocasión o sin ella" (2 Tm 3,14—4,2) a ver si los que los corruptos que siguen sin representarnos se animan a hacerlo y no dejar de falsificar nuestra voluntad.
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